Estreno caótico del certificado Covid para bares y gimnasios tarraconenses

El pasaporte sanitario era obligatorio desde ayer en la restauración, gimnasios y residencias, pero el Departament de Salut suspendió la medida tras el colapso total para descargarlo

27 noviembre 2021 07:00 | Actualizado a 27 noviembre 2021 07:06
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El colapso del sistema informático para descargarse el certificado Covid ha obligado al Govern a posponer al menos hasta el lunes su obligatoriedad para restaurantes o gimnasios, según informó ayer el Departament de Salut.

Todos los ciudadanos de 12 o más años que quieran comer o beber en interior de un bar o restaurante, ejercitarse dentro de un gimnasio o visitar a un familiar en una residencia debían mostrar desde ayer el pasaporte Covid, pero prácticamente desde el jueves a la mañana el sistema de La Meva Salut colapsó y muchos usuarios se han quedado sin el preceptivo código QR, si bien Salut asegura que en los últimos cuatro días se han completado 707.000 descargas.

Las dificultades para obtener el certificado generaron ayer colas en gimnasios y restaurantes, y también se dieron casos de personas mayores que acudieron a los ambulatorios para que les imprimieran en papel el pasaporte Covid para poder ir al bar a tomar el café, como hacían de costumbre.

En este contexto, la comisión delegada del Govern para la Covid decidió frenar la puesta en marcha de esta medida de forma inmediata en los nuevos ámbitos, como mínimo hasta el lunes, aunque sigue vigente en ocio nocturno y banquetes, donde ya regía. De esta manera, los usuarios dispondrán de al menos un fin de semana de margen para obtener el certificado.

El lunes la comisión delegada para la Covid se reunirá para valorar la situación y establecer cuándo se podrá retomar la ampliación del certificado para interiores de bares, restaurantes y gimnasios, y para visitas a residencias geriátricas.

Un primer día «caótico»

Los trabajadores de los bares, restaurantes y gimnasios de Reus y Tarragona, con mayor o menor flexibilidad, estuvieron durante toda la mañana de ayer pidiendo el pasaporte sanitario a clientes y usuarios. Lo cierto es que el caos informático para descargar el certificado Covid se vio reflejado en los establecimientos y actividades para las cuales era obligatorio a partir de ayer, puesto que mucha gente no consiguió descargárselo.

En Reus, Xavier Franquet, propietario del restaurante Atzucac, calificó la mañana de «bastante caótica». Aseguraba que muchos clientes llamaban antes de ir lamentando que no habían conseguido descargarse el certificado e incluso algunas mesas para las cenas del fin de semana llegaron a anular la reserva, ya que antes de conocer la suspensión de la medida Franquet les aseguraba que era obligatorio presentar el código QR conforme habían recibido la pauta completa de la vacuna. No obstante, Franquet señalaba que «viendo cómo ha ido todo hemos decidido ser un poco flexibles, porque si no era imposible de gestionar». Por otra parte, el propietario del establecimiento comentaba también que «nos hemos dado cuenta que si no les pides el certificado a los clientes no te lo enseñan, supongo porque algunos todavía no se han enterado de la medida y otros porque se hacen los locos, pero estos primeros días parece que tendremos que ir un poco detrás de ellos».

En la Plaça de la Font de Tarragona, la propietaria del Capuccino, Regina Cañellas, explicaba, también antes de conocer la anulación temporal de presentar el certificado, que «se lo pedimos a todo el mundo, y ahora nos hemos bajado una aplicación para validarlo con la tablet». Asimismo, comentaba que por ahora no les ha supuesto mucha difiicultad, pero auguraba que «cuando haya mucha gente deberemos dedicar un camarero únicamente a validar los certificados, pero veo bien la medida, lo están haciendo en toda Europa y debe ser así si queremos avanzar». Unos metros más allá, el responsable del Sol Ric Alta Taverna, José Ros, aseguraba que también habían pedido el pasaporte Covid a todos los clientes que querían comer en el interior y destacaba que «hay mucha gente comiendo en la terraza porque no lo tienen debido al colapso que ha habido en la aplicación para descargarlo».

Una de las personas que no ha tenido este problema con La Meva Salut ha sido Jordi Mateu, que ayer observaba las cartas de los diferentes restaurantes de la Plaça de la Font buscando un sitio donde comer. Recordaba que «tenemos el certificado desde que nos vacunamos, porque por curiosidad quisimos ver si ya lo teníamos disponible y cuando lo vimos lo descargamos al momento». Por otro lado, Mateu decía que «encuentro muy lógico que lo pidan en todos lados porque, como teóricamente deberíamos estar todos vacunados, es lo normal, porque si uno no se vacuna está perjudicando a los demás».

Otro sector que ayer tuvo que implantar la medida de verificación fue el de los gimnasios. En este sentido, Ramon Cuadrat, gerente del Patronat Municipal d’Esports de Tarragona (PMET), explicaba ayer por la mañana que «el jueves ya avisamos a los usuarios de que vinieran preparados con el certificado y el DNI y esta mañana cuando hemos abierto mucha gente ya lo ha traído». No obstante, Cuadrat reconocía que «hoy no hemos hecho de polis malos y no hemos prohibido el acceso a aquel que no lo traía, pero le hemos pedido que lo traiga porque es la normativa actual para hacer uso del gimnasio y de las salas de actividades dirigidas».

Paralelamente, el gerente aseguraba también que «ha habido gente que nos ha llamado para darse de baja porque no están vacunados y no podrán entrar». Con todo, Cuadrat cualificaba de «positiva» la medida aunque recordaba que en los gimnasios del PMET llevaban tiempo sin registrar casos de Covid. En la puerta de las instalaciones municipales de la Anella Mediterrània, Abdel Oulad, ya vacunado, contaba que le habían pedido el certificado para entrar y decía que «es lo que toca, ahora a presentarlo por todos lados».

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