Berni Álvarez (Reus, 1971) es, desde el pasado mes de agosto, el primer conseller de Esports de la Generalitat de Catalunya. Este jueves estuvo en Tarragona, pocas horas después de confirmarse la gran bomba: la ciudad será el punto de partida de la segunda etapa del Tour de Francia del 2026.
¿Qué significa para Catalunya y Tarragona tener la ronda gala?
Es un hito histórico. Catalunya ha sido sede de grandes eventos y, seguramente, dentro de este calendario faltaba una Grand Départ. Serán tres grandes etapas.
¿Cómo se llegó a proponer que la salida de la segunda etapa fuera en Tarragona?
Barcelona ha tirado mucho del carro. Cuando se creó la Conselleria tuvimos contacto enseguida con ellos para diversificar y territorializar el proyecto.
¿El primer contacto fue, entonces, en agosto del 2024?
Sí, solo entrar en la Conselleria se puso el tema sobre la mesa con el Ayuntamiento de Barcelona. En ese momento ya nos comentaron que la negociación estaba avanzada y que necesitaban de nuestro apoyo, tanto a nivel económico como en la idea de que pasara por fuera de Barcelona. Fue entonces cuando se creó la comisión para hablar del timing comunicativo y técnico.
Hasta entonces estaba clara la primera etapa en Barcelona, pero no las otras dos.
Sí. Había varias opciones abiertas, entre ellas Tarragona y Granollers, así como alguna otra. De hecho, la tercera etapa para ir a Francia todavía no se ha cerrado. Nuestra apuesta fue desde el inicio que en el proyecto entrara territorio más allá de Barcelona.
¿Tarragona era una opción prioritaria para el Tour o no se planteó en serio hasta el final?
La posibilidad estaba encima de la mesa, pero con otras opciones más de la provincia de Barcelona. El hecho de que el Tour bajara tanto hacia el sur era una oportunidad.
¿Por qué Tarragona?
Deportivamente aquí se están haciendo las cosas muy bien y, además, la ciudad es muy atractiva a nivel turístico. Y por lo que se refiere a Granollers, tiene un nivel deportivo muy alto. De hecho, albergará la Copa de la Reina de balonmano.
«Estoy muy contento con el proyecto universitario en la Tabacalera. A largo plazo se puede plantear un INEFC del mar en Tarragona»
¿El Tour sitúa a Tarragona en el mapa del deporte mundial?
Sí. Aquí se han hecho eventos potentes, como los Juegos del Mediterráneo...
¿Fueron un punto de inflexión?
Estoy seguro. Su legado en instalaciones permitió que se creara un ecosistema deportivo. Se han organizado cosas importantes, lo que ha potenciado que las federaciones quieran hacer cosas aquí. Todo esto ha llegado hasta el Tour y Barcelona, que quieren tener garantías de que las cosas se harán bien. Y todo lo que se ha hecho en Tarragona ha sido un éxito.
¿El canon lo asumirán al 100% el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya?
Exacto. Lo que se pide a los ayuntamientos es que estén preparados a nivel logístico.
En el País Vasco, la Gran Départ supuso un impacto económico de 104 millones.
Creo que en Catalunya será más. El seguimiento con el nivel que hay ahora –con Pogacar, Vingegaard o Roglic– es tan alto que si llegan bien, y más con el hecho de que las primeras etapas no serán de transición, el tirón mediático será potentísimo. Hay 190 países que lo siguen, con millones de seguidores. Será una gran promoción, con las imágenes aéreas de la ciudad y el paso por el entorno patrimonial... Será una foto histórica. Mucha gente que coge el coche y se va al Tour ya me está enviando mensajes de que qué bien, en 2026 no me tendré que mover.
¿Tiene alguna preferencia sobre el punto de salida en TGN?
Tengo alguna idea que me gustaría, pero debe decidirlo el comité técnico, que ayer estuvo en Granollers y que en breve vendrá a Tarragona. Debe ser un lugar que pueda acoger a toda la comitiva, que es enorme.
Cuando era concejal de Tarragona una de sus grandes apuestas fue el turismo deportivo. En 2024 generó 9,7 millones de euros. ¿Ya es una realidad?
Sí. Cuando le planteé al alcalde que debía separarse el turismo deportivo de lo que era turismo, él lo entendió perfectamente. Por esto tuvimos la Minicopa ACB, el campeonato de tenis de mesa, la Lliga Catalana ACB y ahora vendrá el campeonato absoluto de atletismo... Todo este mensaje también ha sido muy bien acogido por la consellera Romero, que en Mataró fue concejal de Esports. El deporte ya es un bien esencial, está en todas partes. Es transversal.
Hay eventos que funcionan y otros que no: el Port de Barcelona tuvo 3,5 millones de pérdidas con la Copa América.
Cuando llegamos, ya estaba en marcha. De hecho, creo que la Copa América fue mi primer acto como conseller. Aquí no participó la antigua Secretaria General de l’Esport. Hay una parte que tuvo éxito, como fue el hecho de que algunas partes del Port de Barcelona se arreglaron y dejan un buen legado. También fue un pequeño centro de negocios a nivel mundial. Creo, sin embargo, que la competición tuvo el handicap de que no se acabó de entender. Es importante tener capacidad crítica. Pese a ello, nos situó.
«Me cuesta pensar en un regreso a la política municipal. Ahora estoy muy centrado en consolidar la Conselleria de Esports»
Cuando estaba en TGN su gobierno rechazó albergar entrenamientos de la Copa América.
Era una parte muy privada, con una inversión alta. Se descartó.
¿Tarragona toca techo con el Tour?
No. Estamos trabajando con un calendario de grandes eventos para toda Catalunya, así como con otro de menores para descentralizarlos de Barcelona. Tenemos la Copa de la Reina de Balonmano en Granollers, queremos la Final Four de waterpolo femenino, partidos de selecciones de altísimo nivel, el campeonato del mundo de BTT... Lo que nos falta es dinero para poder encajar todo lo que nos están ofreciendo. Queremos descentralización con eventos que sean sostenibles y tengan impacto social y económico en el territorio. Hemos revertido los recelos.
Illa ha venido ocho veces a Tarragona en medio año. ¿Este Govern es el que apuesta más por Tarragona?
Estoy convencido de que sí. En muchas ocasiones, la provincia se ha sentido abandonada por la Generalitat, pero es un hub industrial, turístico y patrimonial. Este Govern tiene estas comarcas en la cabeza con recursos para que haya un esfuerzo territorial real.
Usted está en el Consell Executiu con el tarraconense Javier Villamayor, con quien coincidió en los Juegos del Mediterráneo y que fue pieza clave para su aterrizaje en el Govern.
Está muy encima de todo lo que pasa en Tarragona y de que el Govern tenga su mirada aquí.
Tarragona ha adjudicado ya a Euses la gestión del almacén 5 de la Tabacalera para un centro universitario. ¿Satisfecho? Fue un proyecto que usted lideró.
Estoy realmente contento. Con el anterior Govern intenté que INEFC viniera a Tarragona, pero la respuesta fue negativa porque hay una apuesta muy grande por La Seu d’Urgell. Nosotros ahora también hemos destinado mucho dinero allí porque tiene sentido la apuesta por la montaña. Hay mucha demanda. Tarragona merece tener un centro de estudios deportivos, y lo tendrá de manera concertada con la URV mediante Euses, que además hará una inversión muy grande en un edificio abandonado. Será un punto de atracción para un emplazamiento que también tendrá la biblioteca. Que abran en 2026 es una gran noticia.
¿No tendría sentido tener INEFC en Tarragona dedicado a los deportes de mar?
Ahora hemos invertido 10 millones en La Seu, pero la de Tarragona podría ser una opción a plantearse de cara al futuro, a medio o largo plazo.
¿Ya han pagado los 700.000 euros de las gradas del Palau?
Sí, ¡y sin presupuesto! Ahora trabajamos con el Ayuntamiento para que puedan estar colocadas en septiembre, con la Lliga Catalana ACB.
Era una deuda histórica de la Generalitat desde 2018.
En los informes queda claro: la aportación de la Generalitat a los Juegos era un Palau entero, con gradas. Y esto no se cumplió. También hemos pagado lo pendiente en Barcelona, con el derribo del pabellón de Voltregà; en Lleida, con el edificio de INEFC; y, en Girona, con la pista de atletismo del GEiEG.
«El Palau, con las gradas, es un pabellón de primer nivel internacional»
Con las gradas, ¿el Palau será una instalación de nivel internacional?
Sin lugar a dudas, es un pabellón de primer nivel internacional. La Minicopa marcó un antes y un después, con la decidida apuesta de la ACB por Tarragona. La ciudad puede acoger muchísimas cosas.
¿Tarragona podría tener alguna instalación como el CAR de Sant Cugat?
El Anillo Mediterráneo ya lo es. Tiene puntos de tecnificación con la natación. En el CAR cambia el paradigma por la residencia para dormir. Seguramente, a la larga, debería estudiarse que también haya una en el entorno de Campclar para deportistas de primer nivel.
¿Tarragona empieza a creer en sus posibilidades deportivas? ¿Ha ganado en autoestima?
Sí. Tarragona siempre había tenido un carácter deportivo pasivo. Desde fuera siempre lo veía con tristeza, porque lo tenemos todo.
¿Es una ventaja estar cerca de Barcelona?
Es positivo. Hay cosas que, por dimensión, solo se pueden hacer en Barcelona. Pero hay otras que se pueden derivar a otros territorios para descentralizar la actividad. El turismo deportivo no genera turismofobia: es positivo, cuidadoso con el medioambiente y genera un impacto social muy positivo porque cuando hay una pelota por el medio no hay clases sociales, todos se lo pasan bien. El deporte es un motor social, por esto se creó la Conselleria.
Lleida, Girona y Barcelona tienen equipo en ACB. Y Tarragona bajará a EBA...
Y me lo dice a mi que entrenaba al equipo cuando subimos... La situación me afecta a nivel personal, sigo al equipo y es una lástima. Nos falta que los clubes –como el TGN, el Nàstic o el Sant Pere i Sant Pau– puedan tener una estructura potente para que sus proyectos sean estables. Y que la parte privada se involucre mucho más. No debe ser un gesto pequeño de colaboración, sino una apuesta.

Como el Hiopos Lleida, el Spar Uni Girona, el Baxi Manresa...
Exacto. Deben hacerse suyo el proyecto. Con las instalaciones que tiene Tarragona, se necesitan un par de proyectos potentes.
El juzgado ha aceptado a trámite la querella del Gimnàstic contra el árbitro Éder Mallo. ¿Qué le parece?
Lo miro desde la distancia, con respeto y a la expectativa. Ese día yo estaba en el campo y había preparado la celebración del ascenso del día siguiente. Fue doblemente frustrante. El deporte no fue justo con el Nàstic.
¿Habla a menudo con el alcalde Viñuales?
Sí, semanalmente, como con la Diputació de Girona y concejales y alcaldes de muchos ayuntamientos. Mi móvil está siempre abierto para hablar.
Se fue con un gobierno en minoría en Tarragona y sigue igual.
Sí, pero tiene estabilidad con presupuestos aprobados. Tarragona puede estar contenta con el gobierno que tiene, trabaja muy bien con el liderazgo del alcalde Viñuales.
El turismo deportivo no genera turismofobia: tiene un impacto social muy positivo porque cuando hay una pelota no hay clases sociales, todos se lo pasan bien»
¿Se ve volviendo a la política municipal?
Ahora me cuesta pensarlo, estoy muy implicado con el Govern. No pienso mucho en el futuro, mi obsesión es que en el futuro nadie se plantee eliminar la Conselleria.
Catalunya es la única Comunidad Autónoma de España con cartera específica de deportes. ¿Esto ha permitido mantener la Fórmula 1 y traer el Tour?
Ayuda mucho. Lo más importante es que haya un criterio deportivo. Piense que, hasta ahora, Esports no estaba en las negociaciones de los grandes eventos. Ahora sí que estamos, así ha sido con las conversaciones con MotoGP para el Circuit de Catalunya.
Lleva seis meses como conseller. ¿Qué valoración hace?
Me ha pasado muy rápido, es como si fuera ayer que me llamó un domingo por la mañana el President Illa. Y todavía no he frenado un día para asimilarlo. Piense que entré en política en 2019 y que goberné un año en Tarragona.
¿Cree que habrá pronto un ministerio exclusivo de deportes en el Estado?
Creo que puede pasar. No lo he hablado con el Presidente Pedro Sánchez, con quien todavía estoy esperando hacer un 1x1 (ríe), pero estoy seguro de que puede pasar.
«¿La selección catalana? La prioridad es cuidar la base»
No tienen presupuesto. ¿Está demasiado atomizada la política catalana?
La mayoría de gente es respetuosa y dialogante. Con cuentas tendríamos una capacidad mayor, ahora debemos redimensionarnos. A nivel global, el escenario político es preocupante.
¿Cree que habrá presupuesto este año?
Me gustaría, siempre soy optimista, pero sé que es difícil. Trabajamos con el escenario de los prorrogados.
¿Será una legislatura larga? La última de cuatro años fue la de Montilla.
Catalunya se merece una legislatura larga, con presupuestos nuevos y estabilidad para volver a ser líder.
Ha incorporado a varios tarraconenses en su equipo, como la gimnasta olímpica Bito Fuster.
Estoy muy contento. El equipo ha entendido enseguida la filosofía: cambiar cosas con positividad.
¿Cómo es trabajar con Salvador Illa? Es una persona que se va a correr a las seis de la mañana...
Su capacidad de trabajo es impresionante, marca el camino. Es un líder. Recuerdo que, cuando jugaba en la ACB, un amigo mío que jugaba en el Manresa, Paco Vázquez, me decía: ¿cómo no voy a entrenar al 100% cuando veo a Chichi Creus –que tenía 42 años– siendo el primero en ir a entrenar y el último en irse tras entrenar al máximo?
En el acuerdo con Esquerra Republicana se habla de «impulsar» las selecciones deportivas catalanas. ¿Competirán internacionalmente?
Hace dos meses presentamos una propuesta a ERC, que fue muy bien recibida por Marta Vilalta. La prioridad es trabajar para no perder el liderazgo en competiciones de base y mejorar las prestaciones de los jóvenes. Hay un recorrido que depende de las federaciones. Hay algunas que, por creación previa a las españolas, pueden competir. Les acompañaremos.