Esquerra Republicana de Catalunya ha anunciado este miércoles que ha llevado al juzgado el anónimo recibido este martes sobre el contrato de la basura de Tarragona.
La formación republicana ha detallado que, en el texto, «hay una coacciones muy graves» contra la Cap de Serveis Públics del Ayuntamiento, Lídia Bartra.
Asimismo, el principal partido de la oposición reclama al alcalde Rubén Viñuales que «haga efectivo el compromiso de defender a la trabajadora».
ECP no lo recibe
Los partidos con representación en el pleno de la Plaça de la Font, a excepción de En Comú Podem, recibieron este martes por la tarde un sobre anónimo en sus despachos de la Plaça de las Font.
En el texto se relata la llegada al consistorio de la ahora funcionaria, así como su pasado en la empresa FCC, que es la que en la actualidad todavía presta en calidad de continuidad el servicio público de limpieza y recogida de la basura.
En el relato se detalla la relación entre Bartra y el director de Recursos Humans del Ayuntamiento –Néstor Cañete, que llegó al Ayuntamiento con el gobierno de Josep Fèlix Ballesteros (PSC)–, el exconcejal encargado de la tramitación del contrato de la basura, Jordi Fortuny (ERC) y el actual alcalde, Rubén Viñuales (PSC).
Ya en la parte final se explican los últimos episodios que han salido a la luz pública, como el presunto espionaje al móvil de Bartra y al alcalde Viñuales, que finalmente no fue tal. Y también se pone sobre la mesa la amistad de la alta funcionaria municipal encargada de la tramitación del contrato de la basura con Rafael Sans, persona muy vinculada a ERC al ser padre de la vicepresidenta primera del Parlament, Raquel Sans, y, presuntamente según el texto anónimo, cercano a dirigentes de la ganadora del concurso, GBI Paprec.