La pasada semana el Camp de Mart fue ocupado por los emperadores romanos; sus túnicas, escudos y lanzas y este fin de semana, la música, los monólogos y, sobre todo, el feminismo han sido los auténticos protagonistas. Un año más, y ya van tres, se ha montado una fiesta grande para celebrar el feminismo; para reivindicar derechos desde la alegría y con la música, el arte y la cultura como hilo conductor.
El Tetafest es, sin duda, una cita obligada por el buen rollo que genera y porque en pocos metros y un par de días puedes disfrutar de las mejores artistas del momento, ya sean del pop, flamenco, rock y otros muchos palos más.
Todo el mundo tiene cabida en el TETA porque es un festival que pretende que el feminismo se entienda y se normalice desde pequeños. Por eso, son muchas las familias que se pasean por los jardines del Camp de Mart ya sea para curiosear los stands de las entidades que trabajan con mujeres, escuchar como cuentan o cantan las artistas, probar el delicioso arroz cocinado por el chef Josep Moreno con una estrella Michelin o simplemente disfrutar del bonito ambiente.
Y por si fuera poco el festival es benéfico y todo lo que se recauda va para el proyecto de fútbol femenino del Fútbol Club Tarraco. Su presidente, Alejandro Encuentra, asegura que «estamos muy contentos de ser los escogidos porque tenemos tres equipos de chicas y tenemos muchos gastos a lo largo de la temporada. Con estas ayudas podemos tener una estabilidad económica y que nuestro proyecto que lleva ya ocho temporadas tenga continuidad».
Este sábado era el segundo día del TETA, el día grande porque desde las once de la mañana y hasta las 13 de la noche no paró la actividad. Vermut, DJ, paella, juegos, música y como colofón del festival los conciertos en el auditorio con grandes voces y mujeres, Chica Sobresalto, Ellas Music Band, Muchapepper y la ganadora de un Goya, María José Llergo.