El 16,4% de las mujeres fértiles sexualmente activas en España no usa ningún método anticonceptivo, según datos de este año de la Sociedad Española de Contracepción (SEC). Ello lleva a que tres de cada diez embarazos en el país sucedan sin deseo o planificación previa y a que la mitad de estos acabe en interrupción voluntaria de la gestación. Unos embarazos no deseados que tienen consecuencias sanitarias, económicas, sociales y psicológicas.
Todo ello es especialmente relevante si se habla de menores de edad, lo que inevitablemente obliga a preguntarse qué efecto real han tenido entre los jóvenes las campañas de educación sexual del tipo Póntelo, pónselo. La doctora Joana Galera, ginecóloga y cirujana del Hospital Joan XXIII de Tarragona, habla de «un cambio de visión de los jóvenes hacia la sexualidad. Es algo que realmente me llama la atención porque me doy cuenta de que el embarazo no les preocupa, hay mucha promiscuidad sexual y todo es permitido».
Los profesionales sanitarios de la provincia perciben este cambio social entre jóvenes y adolescentes a partir de las consultas ginecológicas habituales así como de las entradas en Urgencias. Joana Galera especifica que «estamos hablando de chicas de menos de 17 años que toman el anticonceptivo durante un tiempo, no son constantes y luego lo abandonan. Si se quedan embarazadas optan por la interrupción del embarazo como solución. Se les da la medicación, abortan e incluso entran en quirófano y para ellas no es un problema, no les preocupa. Si lo solucionan, ¿para qué van a tomar anticonceptivos?» se pregunta. El posible embarazo es solo una de las caras. La otra, «las enfermedades de transmisión sexual, en las que nadie piensa».
Contagios
Galera revela que estamos viendo mucha patología derivada del VPH (virus del papiloma humano), con verrugas genitales y con patología cervical por las nuevas prácticas sexuales. Y destaca que «nuestros jóvenes han perdido el miedo y quieren experimentar continuamente, sin límites y al límite». Además de que pueda tratarse de una moda, para los profesionales estas prácticas suponen «un problema importante de base de la sociedad en la que todo se permite y no hay nadie que penalice», una sociedad que ha perdido el ritmo. No van ligadas a drogas ni al nivel sociocultural, «es el sexo por el sexo» que pone en el ojo del huracán las campañas que se han ido haciendo a lo largo de los años y la educación sexual impartida. En lugar de ser efectivas, parece que se ha obtenido el efecto contrario y «ahora juegan a unas cosas para las que no tienen edad ni la madurez necesaria y no están preparados».
Los especialistas sí que lo relacionan, no obstante, con familias desestructuradas, familias donde no existe control del horario del adolescente, padres permisivos, padres con nuevas parejas y donde el joven se toma libertades en todos los campos. A esto se une el concepto de pareja, que también está cambiando entre jóvenes y adolescentes. Y aunque este sexo de riesgo no está ligado al consumo de drogas, las sustancias que provocan una pérdida de memoria «existen. Y estas chicas recuerdan que se han levantado desnudas en casa de alguien pero no se acuerdan de lo que han hecho. En ocasiones nos han venido a preguntar si habían abusado de ellas pero nosotros no lo podemos saber», comenta Galera.
¿Es el aborto la solución o la solución es tomar medidas anticonceptivas a la hora de tener relaciones sexuales para que no se conviertan en experiencias traumáticas? Posiblemente una joven de 15 años tenga que dirigir su centro de atención a sus estudios y relacionarse con sus amigos pero no pensar en su próxima relación sexual» concluye esta especialista, quien espera que este panorama sea una moda pasajera y «que nuestros jóvenes disfruten de su sexualidad con cabeza». Insiste, asimismo, en que si necesitan ayuda pueden consultar a los ginecólogos especialistas o pueden asesorarse en la página http//sharecontracept.icscampdetarragona.cat.
Según datos del Ministerio de Sanidad, en el conjunto de la provincia en 2016 -últimas cifras de que se dispone- se produjeron 165 interrupciones voluntarias del embarazo de jóvenes de entre 15 y 19 años y 6 abortos en menores de 15 años. Mientras, la Sociedad Española de Contracepción (SEC), revela que los métodos anticonceptivos más usados en España son el preservativo y la píldora, algo que considera poco efectivo. Y que dos de cada diez mujeres abandonan la contracepción el primer año, siendo la píldora la que más se abandona.