El Saló de Plens de Tarragona, cerrado hasta el próximo mandato

El emblemático espacio de la Plaça de la Font se trasladará provisionalmente unos metros hasta el Saló d’Actes a raíz de la mayor intervención que afronta en su siglo de historia

08 marzo 2023 21:35 | Actualizado a 09 marzo 2023 06:00
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Desde el pasado mes de septiembre, los plenos políticos del Ayuntamiento de Tarragona deben llevarse a cabo en el Palau de Congressos o en las instalaciones del Institut Municipal d’Educació (IMET). Durante el último medio año tampoco se ha programado ningún acto en el salón noble de la Plaça de la Font ni se ha celebrado ninguna boda en ese espacio. Se trata de una situación que aún se alargará durante varios meses, lo que significa que el emblemático emplazamiento no reabrirá hasta el próximo mandato y, con suerte, a finales de este año.

A raíz de esta situación, el gobierno municipal (ERC-Junts per Tarragona-CUP) y los técnicos de la casa ya han activado el plan B, que pasa por trasladar «cuanto antes» unos metros el Saló de Plens hasta la Sala d’Actes –cerrada desde 2018–, en una operación que el concejal de Territori, Xavier Puig (ERC), espera que pueda ser una realidad «para el pleno de investidura» del próximo mes de junio, tras las elecciones locales programadas para el 28 de mayo. La cara más cercana a la Plaça de la Font se encuentra, pues, potes enlaire.

Tres meses de «diagnosis»

Tras casi seis meses cerrado, el Diari visitó ayer las actuaciones que se están llevando a cabo en el Saló de Plens, que como puede apreciarse en la fotografía que ilustra esta página ofrece un aspecto inusual, sin moviliario ni tarimas, con una doble bastida, con partes del techo abiertas de manera parcial y con las paredes seriamente dañadas. «Hace un mes y medio acabamos la consolidación de las cubiertas de la fachada, pero al estudiar su situación global se han encontrado patologías nuevas», indicaba ayer al Diari la arquitecta municipal Raquel Casals.

Esta primera fase de las obras se inició antes de la pandemia del coronavirus a raíz de la emergencia que se activó tras la detección de la presencia de termitas. «Esto ya se ha saneado, pero al estudiar en profundidad el salón hemos apreciado incidencias en el falso techo», que se han traducido en pequeños desprendimientos del yeso decorativo que ha obligado a clausurar «por prudencia» el espacio, que además se vio perjudicado en parte por el diluvio del día de Santa Tecla con los 130 litros por metro cuadrado que cayeron.

A partir de toda esta situación, los técnicos municipales están elaborando ya la diagnosis del estado concreto en el que se encuentra el centenario salón. Se trata de un proceso que aún se alargará entre dos y tres meses, y que será determinante para concretar un horizonte más detallado en el calendario y, sobre todo, en el coste. «Los indicios nos dicen que se trata de una patología puntual y no estructural», apunta Casals. Una vez se tenga el informe, deberá elaborarse el proyecto y, luego, sacarse a licitación.

Renovación del Saló d’Actes

Paralelamente al cierre sine die del Saló de Plens, desde hace cinco años también se está actuando en la Sala d’Actes, que a día de hoy ofrece una imagen completamente renovada, sin el falso techo, sin la decoración de yeso de ángeles y con mucha más luz procedente de la calle Salinas. «Aquí entró agua durante muchos años, por lo que la cubierta estaba muy afectada», relata Casals.

A raíz de esta actuación se han ganado 2,5 metros de altura, pasando de los 9 a los 11,5 tras la desinstalación del falso techo. Asimismo, tras el derribo de la pared, el salón es más largo y está mejor iluminado gracias a la luz natural, lo que le da «un aspecto más catedralicio y con mayor majestuosidad», añade la arquitecta. Por ello, y debido a que la superficie del Saló de Plens y del Saló d’Actes es prácticamente igual, en las próximas semanas se montará un Saló de Plens provisional, esto sí, con el mobiliario histórico.

Una vez se haya trasladado el pleno, llegará el momento del gran punto de inflexión: decidir qué hacer en los dos espacios construidos en el siglo XIX. La vía que se escoja deberá tener en cuenta que el inmueble está catalogado patrimonialmente en su parte más exterior. En este sentido, Xavier Puig –que critica la «falta de inversiones importantes durante muchos años en el patrimonio de la ciudad y del Ayuntamiento»– es partidario de «poner en valor la arquitectura industrial» de la Sala d’Actes, donde ahora en la parte más cercana a la calle Salinas se aprecia un vestigio de su pasado como almacén.

Asimismo, el representante del ejecutivo liderado por el alcalde Pau Ricomà (ERC) también apostaría por llevar a cabo una profunda «renovación y puesta al día» de un Saló de Plens que, desde el año 2019, ya no está presidido por el Rey y que justo ahora afronta la mayor intervención de su historia para entrar, al fin, en el siglo XXI.

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