Max Finch (Richard Gere) es un todopoderoso magnate norteamericano dueño de uno de los imperios mediáticos más influyentes del planeta. Utiliza sus periódicos para recabar información y obtener oscuros secretos sobre todo el mundo y usarlos a su conveniencia.
Espía, manipula y extorsiona sin inmutarse, con una sangre fría sorprendente. Se crió con un padre multimillonario y tirano, que le hizo tener una infancia y adolescencia atormentada y dura, carente de cualquier tipo de cariño, lo que le ha hecho convertirse en la persona despiadada que es.
Su hijo Caden (Billy Howle) trabaja para él al frente de su buque insignia, el periódico londinense ‘The National Reporter’. Pero Caden no lleva bien la presión ni las expectativas de su padre, y ahoga su dolor en las drogas y todo tipo de excesos. Tras sufrir un accidente que le provoca un derrame cerebral masivo, Caden se queda como un niño indefenso, que luchará por reconstruir su vida a partir de cero.
Mientras, la exmujer de Max, Kathryn (Helen McCrory), ve en la enfermedad de su hijo una segunda oportunidad para ejercer de madre de Caden, ya que perdió su custodia en el proceso de divorcio. Kathryn es una respetada periodista que ya no ejerce. Proviene de una rica familia británica y está decidida a reconectar con el sensible muchacho en el que se ha convertido Caden.
Pero Max no está por la labor y comienza una lucha entre ambos progenitores por el futuro de su hijo, que cada uno de ellos ve de manera diferente. Max está casado con Sofía, interpretada por la actriz española Elena Anaya, una mujer rica mejicana, que está esperando su primer hijo en común. Paralelamente a todo esto, Inglaterra está viviendo un época electoral donde se va a elegir al primer ministro y donde Max tiene mucho que decir al respecto, ya que va a usar toda su poderosa maquinaria para decidir quién va a ser elegido. Toda una red de intrigas políticas y deslealtades donde Max se mueve como pez en el agua.
Demasiadas tramas
Sobre todo esto se cimenta la nueva serie de la BBC MotherFatherSon, que en España emite Starzplay. Una ambiciosa producción que, ni con Richard Gere al frente, ha terminado de germinar en un historia redonda.
A priori tiene todos los componentes para triunfar, pero se convierte en una historia deslavazada, monótona y repetitiva, donde las tramas que se abren son múltiples, sin que ninguna de ellas se trate en profundidad.
Tal vez la más potente sea la relación entre los tres personajes protagonistas, pero flojea bastante cuando los hilos argumentales se dirigen a la trama política o periodística.
Abusa de tópicos y discursos que bordean la demagogia barata, donde el bueno es muy bueno y la mala es muy mala. No hay grises en la historia. Todo es blanco o negro, y ya sabemos que la vida no es así. Si querían que la historia fuera creíble convendría que la hubieran dotado de cierta gama de grises.
Hay escenas que decepcionan al verlas. Situaciones que en inicio son potentes, un duro asesinato, un confrontación entre adeptos de diferentes candidatos a ser primer ministro, el aumento de la violencia en las calles, se solventan de una manera tan simplista que dejan una sensación de que seguramente se podría haber exprimido muchísimo más. Y qué decir de las investigaciones periodísticas. Aquí sí que se ve el «pudo haber sido y no fue». Ocho capítulos para que la resolución final de la pesquisa sea totalmente decepcionante, al menos para mí.
La primera aparición de Richard Gere en una serie y Helen McCrory le roba el protagonismoInterpretaciones desiguales
Siendo Richard Gere el cabeza de cartel queda bastante opacado por la espléndida interpretación de Helen McCrory, ¿quién no se acuerda de la tía Polly de los Peaky Blinders?, pues eso. Se lo come con patatas. Solo por ella ya merece la pena ver la serie. Billy Howle interpretando a Caden está más que notable. Vamos, que del trío protagonista Gere es el que menos brilla.
MotherFatherSon es en definitiva una serie que prometía mucho y que una vez vista te queda la sensación de que no se le ha sacado ni la mitad del potencial que tenía. Muchos de los temas expuestos se podrían haber tratado mejor y ha quedado una propuesta bastante descafeinada.
Concebida como miniserie, tiene un final abierto que podría hacer pensar que habrá una segunda temporada.
Si es así, espero que se pongan las pilas para los siguientes guiones, porque si no...