El proyecto Inspira STEAM, una propuesta coordinada desde la Universitat Rovira i Virgili que fomenta las vocaciones científicas y tecnológicas entre los escolares tarraconenses, sobre todo las niñas, continúa creciendo en su quinta edición y ya llega cerca de 1.800 alumnos de sexto de primaria y primero de ESO de 31 centros educativos de la demarcación. El proyecto, que tiene el apoyo del tejido empresarial y social del territorio, se basa en las acciones de sensibilización, orientación y divulgación que hacen de manera voluntaria 122 mentoras y mentores, profesionales del sector de los STEAM (vinculados, por lo tanto, a la ciencia, la tecnología, la ingeniería, las artes y las matemáticas), para poner en valor el trabajo de las científicas, fomentar el interés de las niñas hacia estas disciplinas y conseguir, así, normalizar la presencia femenina en unos ámbitos en que todavía hay déficit. El proyecto, liderado a nivel estatal por la Universidad de Deusto, está coordinado a Tarragona por Cristina Urbina, profesora del departamento de Ingeniería Mecánica de la URV.
Chicas empoderadas
«Lo que buscamos principalmente es que las chicas se empoderen con lo que ellas quieran, que vean que son capaces de hacer lo mismo que un chico y que persigan sus sueños con todas su fuerzas a pesar de los comentarios o posiciones contrarias con que puedan topar”, explica Carme Olivé, una de las mentoras del proyecto. Olivé, profesora del Departamento de Ingeniería Informática y Matemáticas de la URV, considera muy enriquecedora la experiencia a nivel personal y muy importante para el colectivo escolar: «Conviene entender que en estas edades, saber cómo piensan y qué entorno tienen para prever cómo será el futuro de nuestra sociedad. Si hay que hacer intervenciones para modificar su percepción de la igualdad de género es en estos momentos que pueden ser efectivas».
Y no sólo en lo que respecta a las chicas, ya que también se incide en los chicos. «Hay que hacerles entender que las chicas pueden hacer lo mismo que ellos y que, en ocasiones, ellas necesitarán su ayuda para conseguirlo. Tienen que ser conscientes de los prejuicios existentes en ciertas profesiones y que les necesitamos a ellos para combatirlos», afirma Olivé, quien apunta que ellos deben trabajar en lo que más les guste pero que deben poner de su parte porque la otra mitad de la sociedad pueda hacer lo mismo.
Buena representación de mujeres científicas en Tarragona
Isabel Araque es encargada de los laboratorios de docencia del Departamento de Bioquímica y Biotecnología de la URV y mentora de Inspira STEAM en centro educativo El Molí de Vent de Torredembarra. «El proyecto es una herramienta que permite explicar en primera persona quiénes somos y qué hacemos; acercar el mundo de la investigación y la universidad a las niñas y niños, y permitir que puedan tener referentes cercanos», asegura. Araque cree que la iniciativa le permite demostrar que las mujeres extranjeras también pueden romper estereotipos: «Yo soy de Colombia y vine aquí a hacer mi doctorado, pude realizar muchos años de investigación y ahora trabajo en la universidad. Es muy positivo poder explicarlo, para mí y para ellas, sobre todo teniendo en cuenta que hay mucha multiculturalidad en las escuelas en las que trabajamos».
Tanto Carme Olivé como Isabel Araque valoran la respuesta «muy positiva» de los escolares, sobre todo de las niñas. «Captan la idea rápidamente, saben lo que quieren y enseguida sientes que les estás dando ese empuje», afirma Araque. De todas formas, Olivé admite que el mundo científico todavía les queda muy lejos, pero precisamente lo que se hace con las mentorías es acercarles: «Espero que esta semilla sirva de algo, aunque sólo sea para que tengan curiosidad , información y les quede al subconsciente de que es posible participar en la ciencia si se tienen ganas». «Y que tengan referentes cercanos», añade Araque, que cree que en Cataluña y en Tarragona hay una buena representación de mujeres científicas y excelentes centros de investigación, «proyectos que atraviesan fronteras, que cambian la sociedad en positivo y que es deben conocer».
La responsable del proyecto, Cristina Urbina, considera que las cifras actuales de patrocinio, participación de voluntarios y centros escolares son excelentes, aunque asegura que todavía puede crecer más y que siempre se necesitan más mentoras para llegar a más escuelas. Además de los 1.800 alumnos, los 31 centros educativos y las 122 mentoras y mentores, en esta edición son ya once las empresas y entidades que dan un apoyo económico fundamental al proyecto, con Dow (presente desde la primera edición) Essity y el Consell Social de la URV como principales patrocinadores. También colaboran Elyx Polímers, Dupont, Repsol, Kellogg’s, Alifarma, Technip Energies, Cargill y diferentes departamentos de la URV, además de más de veinte entidades como el IPHES o el ICIQ, que aportan mentoras y mentores a un proyecto que nació en 2016 en la Universidad de Deusto, en el País Vasco, y que en la demarcación de Tarragona está plenamente implantado y consolidado gracias al trabajo de coordinación de la URV y la implicación social y empresarial del territorio.