«Estoy aquí antes de las ocho de la mañana y ya no tengo esperanza de llegar a tiempo al examen», explica una joven mientras señala el móvil. «Aquí dice que tenía que pasar un autobús a las 8.20 h. y ya son las 8.30 y tampoco ha venido. Mira: la cola llega hasta la esquina. Ni siquiera sé si cabríamos todos en un autobús», se lamenta.
La escena tiene lugar en la calle Pere Martell, donde más de 50 personas esperan la llegada del autobús de la línea 42 que une el centro con el Complex Educatiu (antigua Universidad Laboral) donde funcionan, entre otros, dos institutos de Formación Profesional y una escuela.
Lo mismo ocurrió con otras líneas, como la 54, una de las más concurridas, donde tampoco se cumplió con lo pautado.
Huevos contra los autobuses
Esta era una de las situaciones que se vivían ayer en el primer día de huelga total convocada por los trabajadores de la empresa que en las dos últimas semanas ya habían convocado otros cuatro días de paros parciales. La escena, además, se repetirá mañana jueves durante todo el día, a menos que hoy se produzca un acuerdo. Ayer ambas partes estuvieron reunidas mañana y tarde sin encontrar una salida.
Una de las razones por las que no fue posible cumplir con los horarios mínimos fue la acción de los piquetes, según explicaba la empresa en un comunicado. «A primera hora de la mañana y a primera hora de la tarde la acción de los piquetes ha provocado retrasos en los servicios mínimos», explicaba.
Apuntaba que «a pesar de que los servicios han podido salir de cocheras sin problemas, se han encontrado con piquetes en su recorrido que les han lanzado huevos a los vidrios, dificultando así la visibilidad de los conductores. Priorizando la seguridad de los usuarios y los trabajadores, durante la mañana 18 autobuses y 8 en horario de tarde han tenido que volver a cocheras para la limpieza de los vidrios, cosa que ha provocado retrasos en los servicios mínimos previstos de las 5.00 h. a las 08.00 h. de la mañana».
Destacaban también que hubo un incidente aislado en el que una persona lanzó una piedra a un autobús y rompió un vidrio. Aunque aclararon que este incidente no estaba relacionado con los piquetes.
Igual que en los paros anteriores, el seguimiento de la convocatoria por parte de los conductores fue total, del 100%, mientras que entre el resto de empleados fue del 30%. Estaban llamadas a la huelga 220 personas.
Menos clientes en el mercadillo
Aunque en esta huelga, a diferencia de los cuatro paros anteriores, la empresa sí que colocó carteles adhesivos en las paradas, hay usuarios a quienes les parecía insuficiente. «Para saber los horarios hay que meterse igual en internet. ¿Y si no tienes? Ponen un teléfono que ayer estuve toda la tarde llamando y nadie lo cogía», se quejaba un vendedor de la ONCE.
Aunque esta vez los usuarios, en general, estaban más advertidos, no todos sabían que el horario de referencia era el del domingo. Es lo que sucedía a un trabajador que acababa de salir del turno de noche y esperaba infructuosamente el autobús 23. Cuando le explicamos la situación se entera de que esa línea los domingos pasa a las 10.30 y no son ni las 8.30. Al enterarse se va en busca de un taxi.
Indirectamente la huelga afectó también otras actividades de la ciudad, como la del mercadillo. Algunos marchantes aseguraban que las protestas de las últimas jornadas, que han coincidido con los días en que se instalan en la ciudad, martes y jueves, se han notado.
Sin acuerdo
El presidente de la EMT, Jordi Fortuny, señalaba ayer que «lamentamos profundamente la situación que se ha generado hoy con motivo de la huelga» y aseguraba que estamos «negociando incansablemente después de un mes donde se ha atendido la mayoría de las cuestiones que se han planteado». Decía que se está trabajando «intensamente porque no es una situación deseada por este ayuntamiento».
Por ahora, las conversaciones están encalladas en la eliminación de las discriminaciones salariales. Desde el gobierno municipal afirman que no han encontrado una fórmula legal para incrementar más de un 2% la masa salarial, pero los trabajadores recuerdan que una medida similar ya se adoptó al 2019.
El secretario del comité de empresa, Rubén Vaquero, aseguraba por su parte que los esfuerzos en la negociación han sido de parte de los trabajadores que durante las conversaciones de ayer flexibilizaron sus exigencias y tampoco obtuvieron respuesta.
Valga recordar que la huelga llega tras un mes en el que el servicio ha sufrido numerosas incidencias prácticamente todos los días. la empresa lo achaca a un aumento inusitado de las bajas y a vacaciones que no se están cubriendo con horas extra. Una de las medidas que se han tomado para solucionar la situación es la contratación de 10 nuevos conductores. Para los trabajadores esta es una muestra de la falta estructural de personal.