Luz verde definitiva al inicio de la redacción del Pla Integral de la Part Baixa, que servirá para hacer una radiografía exhaustiva de esta zona, con una hoja de ruta para revertir la degradación de un barrio que se desarrolló alrededor del comercio y la actividad portuaria. El pasado jueves, el Ayuntamiento de Tarragona adjudicó a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Territoris XLM, SCP -BCQ Arquitectura Barcelona, SLP los trabajos de redacción del plan, por valor de 114.708 euros (IVA incluido). Estos se prolongarán por espacio de dieciséis meses y, por tanto, sobre papel, el plan debe ser una realidad a lo largo del segundo semestre del año que viene.
Para la redacción del plan se convocará un proceso de participación ciudadana, con el objetivo de «profundizar en el análisis de los problemas actuales para poder presentar las propuestas que permitan revertir la situación actual». Así lo apuntan las bases de la convocatoria, en la que se insta a la empresa consultora encargada de hacer este trabajo a «promover la implicación de los vecinos y las vecinas en el proceso de transformación y mejora del barrio».
Al respecto, el concejal de Territori del Ayuntamiento, Xavier Puig, pone en valor que «el barrio pueda decir la suya y se sienta partícipe».
El plan tiene por objeto «promover un cambio integral y profundo en la Part Baixa a favor del bienestar de las personas que lo habitan y como revulsivo social y económico del centro de la ciudad». Al respecto, se han establecido seis áreas de trabajo que hacen referencia a urbanismo, espacio público, movilidad, comercio, participación y cultura. Así, por ejemplo, se abordarán cuestiones como el patrimonio histórico, los equipamientos y servicios públicos y la estructura viaria, entre otros.
«El cambio que hace falta en la Part Baixa es a muchos niveles y es importante que si hablamos de movilidad, por ejemplo, se genere un proceso participativo en el que las entidades y la ciudadanía puedan decir la suya en cuanto a si hay que ampliar las aceras o no, si hay que hacer sentidos únicos de circulación en algunas calles o si hay que reservar un espacio para hacer posible un carril bici», argumenta el tercer teniente de alcalde.
La propuesta municipal para la redacción de este instrumento está dividida en cuatro fases. La primera será de estructuración, de forma que el equipo de trabajo y el Ayuntamiento harán un planteamiento de la problemática y una diagnosis inicial. A partir de ahí, se activará el proceso participativo, en el que los vecinos, instituciones y asociaciones del barrio podrán decir la suya.
Ya en la tercera fase, se llevará a cabo una análisis de la información recogida y de estudio de la viabilidad de las propuestas. Finalmente, deberá redactarse la propuesta para su aprobación definitiva.
Puig lamentaba que «nos hubiera gustado ir más rápido en la tramitación». Pese a ello, pone en valor que «finalmente tendremos un plan que en los próximos años nos dirá qué hay que hacer y que esta debe ser la apuesta de la ciudad, con un acuerdo y un consenso».
La presidenta de la Associació de Veïns del Barri del Port, Mari Carmen Puig, valoraba de forma positiva el inicio de este proceso, aunque apuntaba que «es de las cosas que menos me preocupan ya que si el año que viene hay elecciones perfectamente podría producirse un cambio de gobierno y quedarse en el cajón». Por este motivo, se mostraba rotunda al afirmar que «tan importante es que se haga, como que después se ejecute». Esta representante vecinal se muestra crítica con el trabajo hecho en esta parte de la ciudad en los últimos tres años. «No se ha hecho nada más allá de un paso de peatones y el tema de las inundaciones en la calle Barcelona», apunta. Por este motivo reclama al ejecutivo local que «se ponga las pilas» con los proyectos pendientes, como las obras de la calle Orosi y las actuaciones de los presupuestos participativos. De lo contrario, avanza que «no descartamos movilizaciones».