Parecía imposible, pero lo han conseguido. El paso del Descendiment de la Creu podrá salir en procesión el próximo Viernes Santo, después de que hace dos años sufriera un accidente que lo dejaba sin poder participar en la Setmana Santa del año pasado. La restauración ha costado un total de 25.000 euros y la ha llevado a cabo una empresa especializada de Horche, un municipio de Guadalajara. Esta previsto que, este sábado, la estructura reparada llegue a la iglesia de Sant Agustí, donde una empresa catalana se encargará de encajarla con la peana. La presentación del misterio totalmente reformado tendrá lugar el próximo día 1 de marzo.
Todo se remonta al pasado 15 de abril de 2022, en plena procesión del Viernes Santo, cuando el paso sufrió una avería tras hacer la Baixada de la Misericòrdia. El misterio quedó demasiado inclinado y acabó venciéndose, lo que supuso un peligro, tanto para los portants como para los espectadores. La entidad decidió entonces retirarse para evitar riesgos.
El año pasado, el paso no pudo salir en la procesión porque la congregación no había podido reparar la estructura por falta de financiamiento y de tiempo. Finalmente, tanto el Port, como el Ayuntamiento, la Diputación y los propios congregantes han costeado los trabajos, que han ascendido a 25.000 euros.
Mejorar en seguridad
El pasado mes de junio, la pieza viajó hasta Horche, un pueblo de Guadalajara, donde se encuentra una empresa especializada en arreglar misterios. «Lo que se ha hecho son trabajos para dar más seguridad al chasis, como buscar estabilidad reforzando los ejes de las ruedas o mejorar el sistema de freno», explica Àngel Vicient, cap de portants del paso del Descendiment de la Creu.
Este sábado, la estructura llegará a la iglesia de Sant Agustí. Otra empresa montará el misterio, que verá la luz el próximo 1 de marzo, el mismo día que se presentará el opúsculo de la congregación.
«A partir de aquí, ensayaremos un par de veces antes de la procesión para saber si es necesario hacer algún ajuste más», añade Vicient. El paso es llevado a ruedas y requiere de al menos 12 portants, para poder hacer bien las subidas y las bajadas.
La Sang celebrará esta tarde la asamblea general anual, donde se prevé ratificar los nuevos miembros de la junta de la congregación. Y es que el pasado mes de noviembre, 12 de los 17 componentes de la junta de la entidad decidieron dimitir en bloque por desavenencias con el prefecto de La Sang, mosén Queraltó. Argumentaban que el clérigo había llevado a cabo acciones sin antes consultar con el resto de la junta directiva. Tras la dimisión, mosén Queraltó y el resto de la junta se vieron obligados a llenar las vacantes con otros cofrades.
Hoy es un día importante para la congregación ya que, de no ser ratificados estos cambios, La Sang podría pasar a ser regida por los cinco seglares que no dimitieron, a tan solo un mes de la procesión del Viernes Santo.
Cabe recordar que la entidad celebrará elecciones el próximo mes de junio.