La zona regulada de aparcamiento de Battestini, al lado de la estación de autocares, está ya fuera de servicio desde este domingo. Y ello en perspectivas de las obras, que comenzarán en marzo, del nuevo intercambiador de autobuses, un proyecto presupuesto en 1.242.711 euros. El objetivo es descongestionar algunas calles del centro, como Prat de la Riba, Pere Martell y Ramón y Cajal, ejes por donde actualmente pasan buena parte de las líneas de la Empresa Municipal de Transports (EMT).
Los trabajos se alargarán unos ocho meses y tienen que estar listos este año ya que están financiados por los fondos europeos Next Generation. Tendrán dos fases. Durante la primera se construirán cuatro carriles de circulación –dos por sentido–, además de dos rotondas. Y se pondrán seis marquesinas.
La segunda fase afectará a la calle Domènec Guansé, que perderá uno de los tres carriles actuales. Se hará una mediana en el centro y desde esta vía no se podrá acceder directamente a los carriles centrales de la avenida Roma.