La Autoritat Portuària de Tarragona (APT) prevé iniciar durante el mes de septiembre las obras del Parc del Port, un proyecto que transformará todo el entorno de las sedes institucional y administrativa, generando una gran zona verde de 11.500 metros cuadrados, 7.000 más que en la actualidad.
El organismo portuario ya tiene luz verde para la licitación de esta primera fase del proyecto. El trámite se pondrá en marcha la semana que viene, lo que activará los contadores de cara al comienzo de unos trabajos que, de acuerdo con el proyecto redactado por el equipo Mas-Maristany Arquitectes, se prolongarán por espacio de doce meses.
Esta primera fase del proyecto hace una apuesta firme por la renaturalización de todo este entorno, reduciendo a la mínima expresión el asfalto y, por tanto, el tráfico rodado. El objetivo es favorecer la movilidad de los viandantes y bicicletas, por lo que se generarán nuevos ejes de conexión.
Al respecto, una de las principales apuestas es la construcción de una gran escalinata en el dique de Llevant, junto a las antiguas dependencias de Sanidad Exterior. Esto supondrá una nueva puerta de entrada desde el Moll de Costa a las instalaciones del Port, así como el Km 0 y el Port Esportiu, que también está sometido a un proyecto de mejora.
Tal y como puede verse en la imagen superior, las nuevas escaleras conectarán las Escales Reials y el paso a nivel de la Plaça dels Carros con la plaza de la Autoritat Portuària. Más allá, esta estructura también está previsto que pueda utilizarse como grada o anfiteatro de cara a la celebración de actividades al exterior.
La intervención afecta al triángulo formado por el parking de los tendales, el acceso a la Plaça dels Carros y el Passeig Marítim Rafael de Casanovas, que en total suma una superficie de 30.678 metros cuadrados. El centro lo ocupará la gran plaza de la APT, que funcionará como hall distribuidor de los edificios portuarios, además del Stella Maris y la Comandancia Naval.
El proyecto resuelve la movilidad rodada de todo este ámbito, eliminando la gran rotonda existente. No obstante, los recorridos entre esta gran plaza y el parque garantizarán el acceso tanto de los trabajadores como de los visitantes, los vehículos de emergencias y de suministro de los edificios de la zona.
En cuanto al extremo más próximo a la Torre del Rellotge se generará un gran bosque, que actuará como refugio climático, con la plantación de especies que conformen un entorno «heterogéneo» y «diverso». Según informa el puerto, «la estrategia del verde, como elemento significativo del proyecto, actúa a diferentes niveles: árboles, sombra y confort climático». La actuación comportará una ampliación del 64% de la superficie de zona verde junto al mar, 7.000 m2 más que ahora.
El proyecto saldrá a contratación con un presupuesto base de 4.717.504,98 euros (IVA incluido). Esta inyección económica permitirá una mejora integral de esta gran rótula, que es la única que quedaba pendiente en el proceso de mejora de la fachada marítima, impulsado desde la Autoritat Portuària.
No obstante, el organismo que preside Saül Garreta quiere ir más allá y desde el inicio ha concebido la transformación de todo este gran ámbito como una primera fase de un proyecto más ambicioso, que quiere saltar las vías del tren hasta la Plaça dels Carros. «El Parc del Port es una primera concreción del compromiso que mantenemos con la recuperación del Barri del Port, que también se extenderá a la Plaça dels Carros cuando cerremos el acuerdo con el Ayuntamiento».
Eliminar las escalas mecánicas
Ambas administraciones ya han mantenido las primeras conversaciones para una posible mutación demanial, para que el enclave tarraconense pueda hacerse cargo de la reforma de este espacio, que es la puerta de entrada de la ciudad al puerto.
«El Parc del Port y la Plaça dels Carros forman parte de una misma idea de mejora de la comunicación Port-Ciutat y son dos piezas que complementan la transformación prevista en el Pla Integral de la Part Baixa impulsado desde el Ayuntamiento», argumenta Garreta. Este se muestra convencido de que «es un proyecto de ciudad, en el que la colaboración institucional es esencial para dar respuesta a las necesidades de los vecinos y vecinas del Barri del Port».
La propuesta de transformación quiere eliminar las escaleras mecánicas del paso a nivel soterrado, que desde su instalación han sufrido reiterados problemas y averías. En su lugar quiere generarse una rampa, que permita el uso de la bicicleta sin afectar la circulación de los viandantes.
Otra de las líneas en las que se está trabajando es la creación de zonas de estancia y descanso, juegos infantiles o la implementación de una plataforma única de acceso restringido a los vehículos. El Port de Tarragona también abre la puerta a la posibilidad de generar aparcamientos soterrados en este entorno, por el que se prevé el paso del tranvía.