Es uno de los monumentos clave de la fuerza de la antigua Tarraco en la Tarragona actual, y, en el futuro, podría contar con medidas de protección para evitar el avance de su desgaste. El muro vertical del Fòrum Provincial, ubicado en la plaza del mismo nombre de la Part Alta de la ciudad, es uno de los restos del pasado romano que más fácilmente identifica la ciudad y, a la par, uno de los vestigios de la historia que convive con más facilidad y proximidad con la actividad cotidiana de una localidad del siglo XXI.
En meses de verano –de máxima actividad de turistas y de ciudadanos disfrutado del buen tiempo– es cuando este monumento se encuentra más horas a merced de los niños que juegan entre sus rincones, de usuarios tomando algo en alguna de las terrazas contiguas o de turistas que aprovechan el interés histórico de estos vestigios para tomarse una fotografía. La Plaça del Fòrum es punto de encuentro de pequeños y mayores, de comercio y vecinos, y uno de los restos que más inmortalizan los visitantes, muy a menudo con las manos apoyadas en los desgastados bloques que suman más de 2.000 años.
Piedras que se mueven
Los vecinos de la zona, temen que el paso del tiempo y el contacto directo con la ciudadanía pueden perjudicar un monumento que se encuentra expuesto a pie de calle, sin ninguna identificación de su interés histórico y sin medidas de seguridad para preservar su estabilidad.
«Con el paso de los años, hemos observado que hay hendiduras entre los sillares que parece que se ensanchan y nos hacen temer por la seguridad del monumento», explica el presidente de la Associació de Veïns del Casc Antic i Voltants, Francesc García, que añade que desde el colectivo vecinal no se tiene ningún estudio sobre la posible inestabilidad de tan emblemático monumento, pero «vemos como hay piedras de la estructura que parece que puedan caer y esto nos preocupa y mucho».
Según García, la posible falta de equilibrio de los restos se habría podido acelerar durante los últimos años, a raíz de un choque de un camión de la basura contra el monumento, que se produjo en enero de 2002. «De este incidente hace mucho, pero el hecho es que, desde este momento, hemos notado como los daños del impacto, sumados al efecto de las lluvias sobre una roca que es muy porosa no han ayudado a al conservación», explica.
Otras asociaciones de vecinos comparten la misma visión. Este es el caso del máximo representante de l’Associació de Veïns de la Part Alta, Manel Rovira, que apunta que «hemos hablado muchas veces de la inseguridad del Fòrum con la Generalitat y el Ayuntamiento, pero hasta ahora no hemos tenido respuesta. Tememos que alguna de las piedras que forman el monumento se desprenda y dañe a alguien».
Desde el Ayuntamiento de Tarragona constatan y entienden la preocupación de los vecinos, aunque descartan tajantemente que el monumento pueda suponer un peligro real de seguridad a corto plazo. «Hemos consultado los informes de los que disponemos y, de momento, no está contemplada una situación en la que pueda haber una caída de los sillares», explica el concejal de Patrimoni del Consistorio, Hermán Pinedo.
Más medidas de protección
Los vecinos alertan, también, que la situación les mantiene en alerta durante todo el año, pero que es en los meses de verano cuando se detectan más situaciones de posible peligro.
«Cada día vemos como los turistas se apoyan en las aberturas del monumento para tomarse fotos y que los niños se encaraman hacia arriba, yo mismo les he avisado muchas veces», explica el presidente de los vecinos del Casc Antic, Francesc García, que avanza que la entidad que representa está en contacto con algunos partidos políticos con representación en el Ayuntamiento municipal para que se defiendan propuestas de protección en el debate municipal. «Creemos que se debería colocar un panel informativo que explicara la importancia de los restos, para concienciar a niños y adultos, y también buscar alguna medida de protección», destaca.
De nuevo, desde la entidad ciudadana de la Part Alta secundan esta reivindicación. El máximo responsable de la actividad, Manel Rovira, destaca que «mientras no se identifique correctamente la importancia de los restos y su fragilidad, será difícil impedir que algunos ciudadanos no se encaramen», mientras añade que «el día que caiga un bloque será una desgracia que ya no se podrá evitar de ninguna manera».
Del mismo modo, las dos entidades lamentan el mal estado de suciedad que se puede observar entre las piedras del mismo monumento, especialmente en aquellas que se encuentran a ras del suelo. «Cada vez hay más suciedad entre las piedras por culpa, básicamente del incivismo de la gente», se lamenta Rovira, al mismo tiempo que García argumenta que «con el cambio de gobierno municipal sí hemos notado un descenso de los barrenderos que limpiaban los espacios limpios entre las piedras». Según el presidente de los vecinos del Casc Antic i Voltants, «se ha mantenido el servicio de limpieza mecánica, pero sigue habiendo suciedad».
«Nuestro objetivo es que, a medio plazo, se plantee alguna opción de protección del Fòrum Provincial para garantizar su correcta conservación», explica el titular municipal de Patrimoni, Hermán Pinedo, al mismo tiempo que aclara que, a nivel de municipio, «hay otras actuaciones que requieren una actuación mucho más urgente, pero es una medida que tenemos en cuenta».
Al mismo tiempo, Pinedo explica que la señalización de los restos es una asignatura pendiente, mientras asegura que «durante los últimos años se ha hecho una política deficiente en lo que respeta la conservación de muchos elementos del patrimonio histórico, pero hoy en día el Fòrum Provincial no representa un peligro urgente para la ciudadanía».
