La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Tarragona aprobó inicialmente en febrero de 2020 el Plan de Mejora Urbana (PMU) 34, denominado Gimnàstic de Tarragona-Arrabassada. Durante este periodo, el proyecto ha pasado por importantes vicisitudes, incluyendo la caída del POUM de 2013, lo que ha dilatado notablemente el proceso de tramitación, que todavía tiene algunas asperezas por limar antes de situarse en un escenario que permita encarrilar definitivamente el inicio de los trabajos de urbanización.
En concreto, según explica el Ayuntamiento, para que la nueva aprobación inicial del plan pueda llevarse a cabo faltan dos estudios que son «imperativo». Ambos los solicita la Generalitat y el primero de estos hace referencia a la parte hidráulica del proyecto, teniendo en cuenta que debe contemplarse una solución para la inundabilidad de la parte sur del sector, donde llegan las aguas del barranco de la Budellera. «Es un estudio que nos pide la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) y que está haciendo el Ayuntamiento con los redactores para que pueda resolverse», explica el concejal de Territori, Xavier Puig.
Durante el intenso episodio de lluvias que se registró el día de Santa Tecla, esta zona quedó gravemente afectada. Ahora debe encontrarse una solución para que, con la urbanización de este entorno, el problema no se acentúe, por este motivo desde la administración local se están planteando varias opciones y el ACA decidirá la más pertinente.
En paralelo, la Autoritat Territorial de la Mobilitat (ATM) del Camp de Tarragona ha solicitado un estudio de movilidad para conocer el impacto que tendrá en este sentido la nueva urbanización en la zona. «En realidad es un estudio que ya pedía el Ayuntamiento, pero que ahora la Generalitat nos dice que tiene que hacerse», añade Puig. En este caso, va a cargo del equipo redactor del proyecto, que también debe «acabar de pulir unas enmiendas que ya conocen y que son menores».
Hasta que esta parte de la tramitación no esté resuelta no podrá procederse a la nueva aprobación inicial del plan, que permitirá urbanizar los terrenos junto al Nou Estadi Costa Daurada. Este es un sector de crecimiento que dará continuidad a la Vall de l’Arrabassada y contempla una superficie de 124.000 metros cuadrados. Su desarrollo permitirá la construcción de un máximo de 514 viviendas entre la rotonda de la Via Augusta, la ITV y los terrenos junto al estadio de fútbol. El propio consistorio está interesado en que el plan pueda seguir adelante, ya que tiene la propiedad del 45% de los terrenos. Sin embargo, el tercer teniente de alcalde asegura que «hay que hacer las cosas bien y hay que cumplir unos informes».
El Ayuntamiento justifica que «el urbanismo es lento y siempre hay motivos de demora imponderables». En este caso, uno de los problemas surgió porque un bloque de viviendas estaba ubicado encima de unos terrenos que en el antiguo POUM constaban como reserva ferroviaria. Con todo, Puig confía en que el estudio hidráulico estará acabado este mismo mes de enero, lo que debe facilitar que «a lo largo del primer semestre de este año podríamos ver la aprobación inicial del plan. Si puede ser durante el primer trimestre mejor, por nuestra parte no será, pero todo el mundo debe entender que cuando hablamos de urbanismo todos debemos pasar por las mismas reglas del juego y estas a veces son estrictas, pero tienen una finalidad».
El Ayuntamiento defiende que la urbanización de este plan «culmina la Vall de l’Arrabassada», y que «junto con los pequeños ámbitos que lo rodean y que deben desarrollarse permitirán el crecimiento de Llevant durante mucho tiempo».
l de la superficie del plan, que en su conjunto suma unos 124.000 metros cuadrados, son propiedad de la administración local