El pleno del Ayuntamiento de Tarragona votará este viernes reiniciar el proceso para licitar la gestión del contrato de la recogida de la basura, un tema que se ha convertido en la gran polémica preelectoral de cara a los comicios del 28 de mayo. Si todo va cómo está previsto, el debate para activar el proceso para renovar el mayor contrato municipal, de más de 21 millones al año, se resolverá gracias al voto de calidad del alcalde Ricomà porque habrá empate: 13 a favor (ERC, Junts per Tarragona, CUP y Hermán Pinedo), 13 en contra (PSC, Ciutadans, PP, José Luis Calderón y Sonia Orts) y la abstención de En Comú Podem.
Pese a ello, las elecciones del 28M han distorsionado la situación, especialmente después de que el candidato de Junts per Catalunya, Jordi Sendra, pidiera al ejecutivo local que «paralice la adjudicación del contrato hasta después de las elecciones». Esta opinión del alcaldable posconvergente es relevante porque su número ‘2’ en los comicios de dentro de menos de cinco semanas es, precisamente, la edil responsable de Contractació, Elvira Vidal (JxTGN), cuyo departamento es el que propone la votación del viernes.
Vidal, que este lunes no atendió la llamada de este periódico, decantará este viernes el sentido de la votación, lo que supone todo un dilema en Junts per Catalunya. ¿Qué hará su número ‘2’? ¿Votará a favor de iniciar la licitación en contra del posicionamiento expresado por su alcaldable? ¿O, por el contrario, se desmarcará del gabinete municipal y no apoyará impulsar el proceso para renovar el servicio pese a formar parte del gobierno? Sobre ello, Sendra afirma «no tener ascendencia» sobre Vidal. La lotería del viernes sobre la votación de la basura se perfila como el gran Gordo hasta el 28M.
