El Ayuntamiento de Tarragona ya tiene la factura de la intervención de obras que se está ultimando en el edificio histórico de Ca l’Ardiaca. Esta asciende a la cifra de 620.000 euros, una suma que deberán pagar los propietarios del inmueble, después que la administración local tuvo que intervenir de emergencia a raíz del desprendimiento de una parte del techo que se registró a principios del pasado mes de febrero.
El coste de las obras incluye tanto los trabajos de apuntalamiento del inmueble, como la dirección facultativa, la topografía y los trabajos arqueológicos. Asimismo, esta cifra también hace referencia a la sustitución del andamio exterior, después que el personal técnico determinó que el anterior había finalizado su vida útil y tenía que reforzarse todo el envolviente exterior. Esta fase es la última que se ha iniciado y la que permitirá culminar de forma definitiva los trabajos en el Pla de la Seu.
Estos últimos días ya se ha comenzado con la instalación de la nueva estructura de apuntalamiento en la fachada más próxima a la calle de Les Coques y se continuará con el otro lateral. Según informó hace unos días el concejal de Patrimoni i Urbanisme, Nacho García, cuando esta parte esté definitivamente acabada podrá retirarse la valla perimetral, que rodea el antiguo palacete medieval. Ahora mismo la previsión es que el viernes 2 de agosto los operarios abandonen este espacio, lo que abrirá un nuevo capítulo de cara al futuro de un edificio con un valor patrimonial incalculable, muy deteriorado por el estado de abandono de las últimas décadas.
La empresa zaragozana Desarrollos Arbe SL tendrá que asumir los costes, y el Ayuntamiento de Tarragona ya dijo que llegará hasta el final para que la ciudadanía no tenga que costear esta cantidad. Y no hay que olvidar que a esta suma hay que añadirle una multa de 2.000 euros, después que los dueños hicieron caso omiso a los requerimientos de la administración local y no tan solo no presentaron un proyecto para la restauración sino que ni siquiera asumieron la dirección de la obra, tal como se habían comprometido.
¿El futuro, un Parador?
Mientras sobre el terreno los trabajos están a punto de acabar, los grupos políticos con representación municipal están negociando una declaración institucional para solicitar la habilitación de un Parador Turístico en Ca l’Ardiaca. Este pronunciamiento, que ha surgido desde el gobierno municipal del PSC, se debatirá en la junta de portavoces prevista para esta mañana. A partir de ahí se espera poder cerrar un texto compartido que será leído en el pleno de este viernes.
«Tarragona merece tener un Parador Nacional y el gobierno de España entiende esta necesidad», portavoz del PSC de Tarragona, Sandra Ramos
La aprobación de este texto busca sumar ‘presión’ sobre el ejecutivo de Pedro Sánchez y, en concreto, sobre la empresa pública de Paradores, que ahora preside la exministra de Transportes, Raquel Sánchez. Tarragona justifica que tan solo tres de las ciuades del Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad no tienen un equipamiento de estas características y Ca l’Ardiaca podría encajar con los proyectos de recuperación del patrimonio arquitectónico
La portavoz del PSC, Sandra Ramos, defiende que «Tarragona merece tener un Parador Nacional y el gobierno de España entiende esta necesidad. Por tanto, al ser un tema de ciudad, queremos hacer partícipes a todas las formaciones políticas tarraconenses para hacer la mayor fuerza posible». A pesar de que hay matices, el conjunto de los partidos políticos verían con buenos ojos esta iniciativa.
«De hecho es un tema que el alcalde Ricomà ya había propuesto cuando estaba en el gobierno», afirma la portavoz de ERC, Maria Roig. La formación republicana critica que «no entendemos este mecanismo de la declaración institucional». No obstante, afirma que «no pondremos palos en las ruedas», teniendo en cuenta que «es una de las opciones plausibles».
Establecimiento de calidad
El grupo municipal del Partit Popular asegura que decidirá su postura cuando conozca el texto final. A la espera, la concejala Marta Serrano defiende que «hacen falta plazas hoteleras en la ciudad y las de un parador son de calidad». Asimismo, insiste en que «no hay que ahorrar recursos en la consolidación de Ca l’Ardiaca, ya que debemos evitar que sea la nueva Ca la Garsa». Junts per Catalunya argumenta que «el modelo de paradores del estado no es el nuestro». Pese a ello, su portavoz, Jordi Sendra, defiende que «es urgente encontrar un uso para este inmueble y conseguir que el Pla de la Seu recupere su esplendor», por lo que no va a desmarcarse de la iniciativa.
En Comú Podem muestra sus «dudas» en cuanto a la propuesta. No obstante, Jordi Collado, razona que «podemos llegar a verlo, teniendo en cuenta que estos establecimientos ofrecen una oferta pública de trabajo de mucha calidad». Collado dice «no a cualquier precio»., aunque coincide en que Paradores «tiene una deuda histórica» con la ciudad.
Por parte de los concejales no adscritos, Javier Gómez, considera que un establecimiento de estas características comportaría «un impulso como ciudad que nos iría muy bien», ya que «tenemos un problema habitacional y son establecimientos de calidad». Finalmente, la concejala de Vox, Judith Gómez, asegura que «Tarragona afortunadamente dispone de varios edificios que podrían acoger, con voluntad política un Parador Nacional».