Cuando estaba en la oposición, una de las principales críticas de la CUP a los Comuns era que sobrara dinero en la ejecución del presupuesto del Institut Municipal de Serveis Socials (IMSST). Especialmente significativo fue el caso de la liquidación del presupuesto de 2020, cuando el interventor municipal acreditó un sobrante de 1,4 millones de euros en el año del confinamiento y de la crisis social y económica ocasionada por la pandemia de la covid.
El pasado viernes pasó algo parecido en el pleno municipal, pero esta vez con las cupaires en el equipo de gobierno. Y es que saltaron todas las alarmas cuando se usaron 700.000 euros del superávit de 2022 de Serveis Socials para amortizar un crédito bancario, un hecho que no gustó ni a los Comuns y ni al PSC. «Cuando estás en la oposición es muy fácil criticar cosas de gestión, pero luego la realidad es otra, que es lo que le pasa ahora a la CUP», afirma el concejal socialista Mario Soler, quien recalca que «es especialmente grave que hayan sobrado 1,3 millones en servicios que no se han hecho». Todo se remonta al informe del interventor municipal sobre la liquidación del presupuesto de 2022, que cifra en 877.861 euros el remanente del organismo público. «Es grave que solo 177.000 euros se queden en el IMSST», añade Soler.
De manera muy diferente se expresa, precisamente, la presidenta del instituto municipal, la concejal Inés Solé (CUP), quien afirma que «un ingreso del 23 de diciembre de la Generalitat nos ha descuadrado los números». Este cobro fue de 743.194 euros en relación al contrato-programa que el Govern mantiene con el organismo dependiente del Ayuntamiento. «Durante todo el año hemos hecho mans i mànigues para poder cubrir todos los servicios y los derechos básicos de la ciudadanía. Y lo hemos podido sacar hacia adelante gracias a las aportaciones que nos ha hecho el Ayuntamiento», detalla Solé, quien concreta que «lo que hacemos ahora es devolver al consistorio la cantidad que nos ha facilitado, pese a que su situación no es boyante».
Con todo ello, Solé defiende que si de los 877.861 euros con los que finalmente se ha cifrado el superávit se restan los 743.194 del pago de última hora del Govern, queda un remanente final «real» de 134.426 euros, sobre un presupuesto de 13 millones que «se ha ejecutado en un 99%», reivindica la cupaire. Los números, pues, son interpretables. ¿Con que versión se quedan?