Tarragona dejó escapar 150.000 euros de una subvención del Porta Tarraco

El proyecto ha mermado sus expectativas desde que se presentó y no hay un calendario para su culminación. La oficina de turismo de la Generalitat ahora mismo es una incógnita

29 septiembre 2023 18:11 | Actualizado a 30 septiembre 2023 07:00
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Debía ser el gran centro de bienvenida para los turistas en la ciudad, sin embargo, el Porta Tarraco actual dista mucho del proyecto que se presentó en 2019, cuando el Ayuntamiento de Tarragona acababa de ganar una subvención de 300.000 euros por parte de la Generalitat.

De los cuatro espacios en los que inicialmente debía intervenirse, tan solo está abierto al público la Volta del Pallol y ahora mismo todavía no hay un calendario para los otros dos –después que se descartó incluir la Casa Sefus–.

Desde la Direcció General de Turisme se asegura que la suma que finalmente pagó la Generalitat fue de 150.000 euros, por lo que el Ayuntamiento de Tarragona dejó escapar otros 150.000 euros, al no haber completado la totalidad de las actuaciones previstas.

El proyecto fue seleccionado dentro de una convocatoria del Pla de Foment Territorial del Turisme, de forma que las bases establecen que en un periodo de dos años debían llevarse a cabo la totalidad de los trabajos.

La administración catalana asegura que pagó una parte del dinero por avanzado, para poder poner en marcha la actuación, mientras que el resto debía abonarse «al final del plazo del plan, cuando se hubiera justificado». No obstante, «por algún motivo no se hizo todo lo que ponía en el proyecto», por lo que finalmente la ayuda concedida fue del 50%.

Desde el primer momento este proyecto se encontró con todo tipo de vicisitudes. Este se inició en 2019 desde el Patronat Municipal de Turisme de Tarragona, cuando en aquellos momentos este organismo lo presidía la concejal del Partit Popular, Inmaculada Rodríguez.

$!Imagen virtual de de La Guingueta del Camp de Mart. Foto: DT

Tras las elecciones municipales de marzo de 2019, que dejaron la concejalía de Turisme en manos de la republicana Laura Castel, se confirmó la subvención obtenida para la creación de este centro de recepción de visitantes en una de las puertas de entrada de la Part Alta. El objetivo era «aprovechar unos espacios únicos para explicar la grandeza de Tarraco» y que el visitante, antes de iniciar su recorrido por el centro histórico, pudiera hacerse una idea de la importancia de Tarraco como capital de la Hispania Citerior.

Cuatro ámbitos

De acuerdo con el primer borrador que se presentó, este afectaba a varios espacios en aquellos momentos en desuso. En primer lugar, la Volta del Pallol, que estaba cerrada, pero que tenía una subvención del 2% Cultural para su recuperación. En su interior ya se planificó que pudiera haber un videomapping, además de las oficinas del Patronat Municipal de Turisme y de Turisme de la Generalitat.

En cuanto a la Antiga Audiència, estaba previsto que el espacio delante del grafiti de la Guerra Civil pudiera dedicarse a la memoria histórica. Mientras que la Torre dels Advocats se abriría al público, para que pudiera accederse a la escalinata romana.

Este primer borrador también incluía que en la Casa Sefus se habilitarían unos baños públicos. Aunque no se descartaba que estos pudieran acabar finalmente en el antiguo stand de turismo, en el Camp de Mart, que también formaba parte de la intervención.

Finalmente, Porta Tarraco pasó a manos del Àrea de Patrimoni, que es quien debía acabar de redactar el proyecto ejecutivo e introdujo algunos cambios, de forma que las oficinas de turismo se movieron a la Antigua Audiència y se descartó cualquier intervención en Casa Sefus.

Empiezan los problemas

En medio de todo esto irrumpió la pandemia, por lo que los tiempos acabaron dilatándose, acentuándose las dificultades con la crisis de suministros y el consiguiente incremento de precios, que se dispararon con el inicio de la guerra en Ucrania.

Esto no tan solo demoró las obras de la Volta, sino que tuvieron que renegociarse las condiciones del contrato con un aumento en el precio final de hasta el 20%. En paralelo, el concurso público para las obras de la guingueta del Camp de Mart quedó desierto hasta en tres ocasiones.

Direcció General de Turisme: «Por algún motivo no se hizo todo lo que ponía en el proyecto en los plazos previstos»

El anterior ejecutivo fue sorteando las dificultades y se aseguró que se solicitaría una prórroga para poder ajustarse a los calendarios previstos. No obstante, desde la administración catalana se asegura que se perdió una parte de la ayuda «porque no se ejecutó todo lo previsto».

¿Y ahora qué?

Finalmente, el 24 de marzo reabría sus puertas después de doce años cerrada la Volta del Pallol, con un videomapping en su interior que dejaba boquiabiertos a todos los espectadores.

Por fin, los tarraconenses y sus visitantes podían disfrutar de una experiencia inmersiva a la altura del patrimonio de la ciudad. Un primer paso que quiere replicarse tanto en el Fòrum de la Colònia, como en la Necròpolis y que marcaba una nueva forma de explicar el legado romano, que ponía Tarragona en el mapa gracias a la distinción como conjunto Patrimonio de la Humanidad.

Mientras tanto, el futuro de la Antiga Audiència ahora mismo es una incógnita. Los problemas estructurales que se detectaron frenaron las obras para la nueva oficina de turismo.

Según explica el concejal de Patrimoni, Nacho García, «estamos trabajando para arreglar como mínimo las escaleras para que el acceso al salón de actos sea seguro».

La intervención tiene el beneplácito de la Comissió de Patrimoni de la Generalitat, por lo que está previsto que puedan retomarse las obras en los próximos días. A partir de ahí, se prevé seguir adelante para que la oficina de turismo municipal pueda instalarse en el espacio. No obstante, según el edil socialista, «la última información que tenemos es que la Generalitat no quiere irse de donde está ahora».

Turisme de Catalunya tiene su sede en la calle Fortuny y la idea era unificar las instalaciones para que el visitante pudiera encontrar en un mismo espacio tanto la información relacionada con la ciudad, como del conjunto del territorio. «El proyecto está hecho, pero si la Generalitat no quiere irse no sé si vale la pena todo aquello o hay que apostar por una cosa más reducida», añade.

Desde la Direcció General de Turisme se asegura que «si la opción es unificarse, no hay un cambio de opinión. Así lo preveía el proyecto con el que estábamos totalmente de acuerdo y la disposición es total, ya que es una fórmula muy buena. Otra cosa es que vayamos y tengamos que pagar las obras, ya que el expediente de la subvención ya está cerrado».

En cuanto a la habilitación de un espacio de cafetería con baños públicos en el Camp de Mart, el Ayuntamiento afirma que «la idea es hacer lo mismo que se hace con los chiringuitos de las playas, que es sacar a licitación la construcción y la concesión».

Este modelo es el que quiere implantarse en el Anillo Mediterráneo y, a partir de ahí, «si sale bien, la siguiente fase será utilizar la misma fórmula también en este espacio, ya que es una buena idea que debería recuperarse». Pese a ello, a día de hoy, ni la Antiga Audiència ni el Camp de Mart tienen un calendario.

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