El 70% de los contagios registrados en Tarragona son de jóvenes

La provincia afronta la pandemia a dos ritmos. Los casos se multiplican por diez en dos semanas pero las vacunas están protegiendo a las franjas de más de 50

06 julio 2021 11:43 | Actualizado a 06 julio 2021 16:39
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Los datos oficiales del Departament de Salut muestran dos pandemias bien diferenciadas en Tarragona: la de aquellos que ya se han vacunado y la de los que no, fundamentalmente jóvenes, que se pinchan estos días tras la apertura urgente y desesperada de la franja de 16 a 29 años por parte de Salut para contener unos contagios completamente desbordados. En líneas generales, todos los indicadores epidemiológicos han empeorado drásticamente en unos pocos días y se acercan peligrosamente a los registros de la tercera oleada, el mortal tsunami de casos que se desencadenó a partir de enero amplificado por las fiestas navideñas. Es más: si solo se tienen en cuenta el número de contagios la dinámica se parece mucho a aquel momento de marzo de 2020, que acabó con el confinamiento domiciliario estricto. 

Pero ese crecimiento no es homogéneo, sino que hay diferencias abismales en las franjas de edad. En el último mes, el 65% de los contagios de coronavirus en Tarragona tenían menos de 30 años, pero el porcentaje se eleva al 72% si se tienen en cuenta solo las dos últimas semanas. Es decir, siete de cada diez positivos que se están dando estos días en el Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre pertenecen a la franja que está sin vacunar o que tiene una inmunización mínima porque se acaban de abrir ahora las citas. 

Incidencia cuadruplicada

Tarragona figura entre las 10 peores provincias de España en cuanto a evolución de contagios en estas franjas jóvenes, junto a lugares como Barcelona, Cantabria o Valencia. En cuanto a incidencia, hay que volver a finales de enero, a esa tercera ola, para ver un número similar de positivos. La incidencia de casos a 14 días entre los que tienen de 15 a 29 años prácticamente cuadruplica la media: 848 frente a 219 en el Camp de Tarragona. En parecida situación está el Ebre, donde la incidencia general se encarama hasta los 160 puntos pero la de los jóvenes se dispara a 652. 

De ahí que se hable ya muy claramente a estas alturas de una quinta ola, inesperada e incierta en unos momentos en los que la vacunación va a buen ritmo, pero igualmente inquietante y con características peculiares. 

El crecimiento es exponencial y alarmante, puesto que solo en una semana los casos se han cuadruplicado en la provincia: de los 229 positivos sintomáticos detectados por antígenos se ha pasado a los 810, toda una explosión epidémica, incluso mayor que la vivida en enero. Pero si se echa la vista atrás, en la semana previa, el número de casos se quedó en 84, casi diez veces menos. 

«De aquí a dos semanas habrá jóvenes muriéndose de Covid-19 en Catalunya»
Roger Guimerà. Profesor de Ciencias Experimentales en la URV

Nunca hasta ahora había habido durante la pandemia una descompensación así entre franjas de edad, que arroja situaciones inéditas. Por ejemplo, no hay un impacto en los fallecimientos, aunque sí se percibe una cierta incidencia en los ingresos. En ese sentido, el Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la UPC (BIOCOM-SC), alerta: «La curva de hospitalizaciones se halla desacoplada de los casos de forma importante pero no de forma tan fuerte como las defunciones. Subidas muy importantes en el número de casos sí pueden llevar a subidas relevantes en hospitalizaciones». 

Es verdad que este absoluto descontrol de positivos afecta sobre todo a segmentos menos vulnerables a los estragos del virus pero también es cierto que comienza a aumentar la incidencia en franjas más elevadas de edad: los casos crecen ligeramente en la franja de 40 a 49 años pero lo hacen de forma algo más marcada en la de 30 a 39, colectivos que aún no tienen una amplia cobertura de vacunación. La dinámica se reproduce tanto en el Camp de Tarragona como en las Terres de l’Ebre. A pesar de la llegada en masa de dosis, los bajos porcentajes de segundas dosis en esos estratos (y, por lo tanto, susceptibles de contagio y transmisión a manos de la nueva variante, la delta) hacen que también estos perfiles corran riesgo. La conclusión positiva de todo este escenario es clara: las vacunas funcionan y están evitando hospitalizaciones y, en último término, defunciones. 

A nivel asistencial, la Primaria vuelve a estar cerca del colapso ante el aumento de los diagnósticos, como ha sucedido en otros momentos de la pandemia. El impacto en hospitales es aún leve. La provincia ha pasado de 30 ingresados a 34 en un día (30 en el Camp de Tarragona y cuatro en el Ebre), mientras ve viajar el número de pacientes en UCI. Hay 13 (11 en el Camp y dos en el Ebre), uno menos, si bien es sabido que la ocupación de camas está entre los últimos indicadores en percibir un aumento de los contagios. Roger Guimerà, profesor de Ciencias Experimentales y Matemáticas en la URV, advierte en redes sociales: «La tasa de letalidad de la Covid-19 en personas de 20 a 30 años es del orden del 0,01%, una defunción por cada 10.000 casos. En la última semana ha habido 12.573 casos en Catalunya. Por tanto, de aquí a dos semanas habrá jóvenes muriéndose de Covid. Y la incidencia sigue subiendo sin control». 

«Subidas muy importantes en el número de casos pueden llevar a subidas relevantes en hospitalizaciones»
Grupo Biología Computacional y Sistemas Complejos de la UPC (BIOCOM-SC)

La prueba de esto último son los datos de ayer, tan aciagos como los de los últimos días: 307 casos y un riesgo de rebrote que crece exacerbado en las dos regiones sanitarias de la provincia. Está alcanzando niveles estratosféricos la Rt o velocidad de contagio, un índice que debe ser inferior a 1 para que la pandemia se contraiga y que en el Camp de Tarragona llegaba ayer al 2,62 y en las Terres de l’Ebre al 1,94, registros no demasiado lejos del 3 al que se llegó en los primeros momentos de la pandemia. El levantamiento de las restricciones, el final del estado de alarma y el incremento de la movilidad, sobre todo entre los no vacunados, son los factores decisivos que han vuelto a desbocar la pandemia de Covid-19. Una última estadística que revela la gravedad de la situación. La tasa de positividad –porcentaje de PCR y antígenos que son positivos respecto al total de los que hacen– es de 12,27% en el Camp de Tarragona y de 7,38%, estadísticas entre las más altas de toda la epidemia. La OMS recomienda no pasar del 5%. Si se traspasa ese umbral quiere decir que las cadenas de contagio se están rompiendo y se pierde el rastro del virus. 

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