«Creo que podemos estar orgullosos de una sociedad que delante de una emergencia como esta se siente implicada y tiene la necesidad de concretarlo... Es algo que habla bien de nosotros» señala Salvador Grané, presidente de Cáritas Diocesana de Tarragona sobre la avalancha de solidaridad que se ha generado con los afectados de la DANA .
Y es que, en tiempo récord, entidades y asociaciones de todo tipo se pusieron en marcha para organizar recogidas de alimentos y ropa para llevar a las zonas más afectadas. Imposible no sentirse interpelado viendo a vecinos de aquellos municipios denunciando la falta de agua, comida, ropa limpia... «No se me ocurre nada que no nos falte», resumía una.
Pero, justo ahora, cuando ha pasado una semana, queda más claro que nunca que esos vecinos van a necesitar ayuda durante mucho tiempo. En este sentido las entidades con experiencia en emergencias que están sobre el terreno advierten que lo más efectivo, a partir de ahora, será hacer donaciones en dinero.
Almacenes a rebozar
Algunos municipios, de hecho, han comenzado a advertir que tienen dificultades para almacenar y repartir todo lo que han recibido. La Federación Española de Municipios y Provincias, que en un principio animó a hacer recogidas de alimentos y agua, explicaba ayer que «los almacenes ya están al completo gracias a las numerosas muestras de solidaridad llegadas desde otros municipios del país, por lo que en este momento se hace difícil absorber más género». Y pedía «priorizar las donaciones económicas».
Martí Castillejo es técnico de captación de fondos de Creu Roja Tarragona y explica que gestionar ayuda en especies implica importantes problemas logísticos y gastos sobreañadidos. En el caso de la comida, por ejemplo, implica clasificación, revisar fechas de caducidad, almacenamiento, transporte, distribución...
Uno de los factores en contra que tiene la donación es especies es la poca rapidez. «Nosotros con el dinero podemos comprar los productos que realmente se necesitan en el momento mismo que se necesitan. No todo el mundo tiene las mismas necesidades en una emergencia», señala. De hecho, apunta, en la ciudad de Valencia los supermercados están funcionando con normalidad, por lo que es más rápido comprar allí que esperar a que llegue la ayuda de otras partes de España.
Es por eso que las peticiones de ayuda en las emergencia que gestiona la entidad son económicas. Así ha sucedido con guerras como la de Ucrania o Gaza y con el volcán de La Palma. Es, además, una forma más transparente «de esta manera es más fácil rendir cuentas», insiste. De hecho todo lo que se recauda va a las oficinas locales de Creu Roja en las zonas afectadas.
Y apunta que habrá que pensar también en las necesidades por venir. «Hablamos de personas que ya eran vulnerables y que seguirán necesitando ayuda, pero también de personas que serán vulnerables a partir de ahora porque han perdido sus casas, sus pertenencias, que no podrán ir a trabajar porque no tienen coche...» Para ayudarlas a lo largo del tiempo harán falta recursos.
Salvador Grané coincide: la situación que se plantea a partir de ahora será tremendamente compleja y no se puede contar solo con la buena voluntad. «Estas emergencias requieren movilizar muchos medios y hay que tener en cuenta lo que dicen las entidades que trabajan en emergencias y tienen una estructura de mando... Puede que ahora lo que haga falta sea comprar algún tipo de alimentos, pero después puede que lo que se necesite sea comprar una nevera o arreglar un vehículo» y para eso es mucho más fácil contar con dinero.
Superar la reticencia al dinero
Grané reconoce que es un reto conseguir que la sociedad supere la suspicacia hacia las donaciones en efectivo. «A la gente en el supermercado si le pides tres alimentos te los lleva, pero si le pides un euro, que es una tercera parte de lo que se habría gastado no te lo da», reconoce. Es, señala, una discusión que hay que poner sobre la mesa, pero sobre la que no hemos hablado lo suficiente por miedo a que se deje de donar.
En este sentido Xavier Rigau, coordinador del grupo de trabajo de Comunciación de Malas noticias del Col·legi de Psicologia de Tarragona, y miembro de un grupo de psicólogos voluntarios que está asistiendo a los afectados, reconoce que lo de ayudar en especies tiene que ver con la naturaleza humana. «El ser humano necesita acciones físicas, cosas que sean visibles; algo que le haga sentir una conexión con los afectados... La implicación directa te hace sentir que estás haciendo una contribución significativa». Es por eso que, dice, toca hacer un esfuerzo consciente para distinguir lo que necesitan los afectados de lo que necesitamos nosotros mismos.
Creu Roja ha habilitado donaciones en todos los bancos, también por SMS y Bizum.
Más información: www.cruzroja.es/colabora y el Tel. 900 104 971
Càritas también ha habiltado cuentas en distintos bancos y por Bizum. Más información: www.caritas.es