La activación de las sirenas del Plaseqta (Pla d’Emergències Exterior del Sector Química de Tarragona) y el envío masivo de mensajes no se realiza en medio de un gran despliegue de medios, al contrario, se hace en una sala donde ronda el silencio. Es la sala del Centre d’Emergències de Catalunya (Cecat), situado en el edificio del 112.
La activación de las sirenas del #Plaseqta por parte de @emergenciescat y el envío masivo de mensajes no se realiza en medio de un gran despliegue de medios, al contrario, se hace en una sala donde ronda el silencio pic.twitter.com/DS9rufzZAK
— Diari de Tarragona (@diaridtarragona) April 24, 2024
En la sala, gran sala llena de ordenadores y de pantalla gigante, seis operadoras de Protecció Civil están preparadas en su silla, siguiendo las indicaciones de la subdirectora general de Coordinació i Gestió d’Emergències, Imma Solé.
Una de las operadoras ha preparado el mensaje para ser enviado a los teléfonos móviles. Otra –que será la encargada de activar las sirenas– tiene en pantalla el mapa el ámbito de las antenas de telefonía móvil que serán activadas así como de las torres de las sirenas.
El mensaje de texto es revisado por una supervisora. Imma Solé habla con la directora general de Protecció Civil para informarle que todo está a punto. A las 12 en punto, la supervisora le da al «ok» y al cabo de un segundo los móviles reciben el mensaje, incluidos los que están en dicha sala.
Solé, de nuevo, habla con la directora general para decirle que los mensajes se han enviado correctamente y que todo está a punto para hacer lo mismo con la activación de las sirenas. Así se hace a las 12.02 horas. Todo ha funcionado bien.
A partir de las 12.10 horas, las operadoras llaman a los ayuntamientos para ver cómo ha ido todo. Y a las 12.15 horas se activan de nuevo las sirenas para indicar a los ciudadanos que el simulacro ha terminado. En una situación real, comenta Imma Solé, se hubieran enviado más mensajes a los móviles para ir informando a la población de cómo transcurría la emergencia.
