El pasado martes, el Diari se hacía eco de las quejas de la Associació de Veïns de La Floresta en su local municipal. Las lluvias persistentes del domingo, lunes y martes dejaban en evidencia las goteras, el moho y las humedades en paredes, placas de yeso y suelos.
Las quejas vecinales no han tardado en coger un nuevo impulso de la mano de dos partidos de la oposición, Ciutadans y PDeCAT. Ambos exigen al actual equipo de gobierno local, PSC y PP, que subsane las deficiencias de estos locales propiedad del Ayuntamiento.
La concejal Sònia Orts explica que el gobierno de la ciudad debe "reparar y mantener de forma adecuada los locales de las asociaciones vecinales". Estas declaraciones las ha realizado una vez se ha entrevistado con las asociaciones de La Floresta y La Granja y ha visto con sus propios ojos "el lamentable estado" de las instalaciones.
Orts recuerda a José Luis Martín, edil de Espais Públics, que asuma sus obligaciones y adecue los locales de las asociaciones para el desarrollo de sus actividades.
Por su parte, el PDeCAT propone una solución implicando a personas sin trabajo. Propone crear un plan de ocupación que asuma estas mejoras y dignifique los espacios.
La concejal Cristina Guzmam expone que "la gran mayoría de estos espacios se encuentran en un estado deplorable y ello ha motivado que se anulen actividades". La edil del PDeCAT añade que "corresponde al Ayuntamiento el mantenimiento de los locales y su buen funcionamiento".
Al igual que Sonia Orts, Guzman también ha citado los locales de La Floresta y La Granja como ejemplos de espacios deteriorados y ha sugerido que el millón de euros que está programado para crear planes de ocupación en la ciudad se utilice una parte para la mejora de estos edificios.
El PDeCAT ha recordado que las cifras de paro de final de 2017 no son halagüeñas para Tarragona con un incremento de paro y una población sin trabajo de 62.000 personas (15,92%).