Cenas de Nochevieja con un extra de solidaridad

Los voluntarios de los comedores sociales y albergues redoblan esfuerzos estos días para que las personas más vulnerables disfruten de comidas festivas

31 diciembre 2021 12:10 | Actualizado a 31 diciembre 2021 12:53
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Cuenta Josep Maria Carreto, director del albergue de la Fundació Bonanit, que hay personas sin hogar que procuran estar en Tarragona durante las fiestas porque venir al albergue es lo más parecido que tienen a pasarlas en casa. «Aunque el año pasado todo cambió por las medidas sanitarias; siempre procuramos juntarnos en las fechas señaladas y hacer comidas como las que harías en casa para dar gusto a tu familia».

Igual que en Nochebuena, hoy volverá a haber una cena especial: langostinos, canapés, paté, ensaladilla rusa; de plato principal, merluza a la vasca (que les prepara un donante). Y de postre, tarta, turrón... Para mantener las distancias cenarán en dos tandas. «Se pierde calor, pero no queríamos renunciar a hacerlo», dice Carreto.

También tienen preparadas las uvas, aunque no todo el mundo tiene ganas de celebrar. Igual que en años anteriores, quien quiere se va antes a la cama. «Hay personas que no quieren ni escuchar hablar de la Navidad», reconoce. Carreto procurará llegar a tiempo para las uvas a su casa mientras un monitor se quedará a dormir en el albergue.

Saber que importan

El de Bonanit es apenas un ejemplo que se repite estos días: una mezcla del empeño de voluntarios y trabajadores de las entidades y de la solidaridad de muchas personas anónimas con una única idea: hacer que todas las personas que atienden sepan que les importan.

En el comedor social de Bonavista, hoy Ramón, el cocinero, habrá comenzado a trabajar a las seis de la madrugada, aunque está feliz porque estos días han recibido muchas donaciones realmente especiales de supermercados y particulares que le han permitido hacer platos distintos a los habituales.

Raquel Quílez, encargada del comedor que gestiona Joventut i Vida, explica que gracias a donaciones que recibieron en Navidad también pudieron dar pequeños lotes navideños a los usuarios.

Un día como hoy repartirán 180 menús especiales a la hora de la comida. La pandemia les ha impedido reabrir el local y celebrar las fiestas de antaño, pero se las han ingeniado para ir citándoles por grupos y procurando dar un poco de conversación y, como en cualquier casa, hay comentarios del tipo «mira lo que hay para ti», porque ya conocen sus gustos.

En el comedor, además, se ofrece comida para cocinar a 96 familias. Uno de los momentos más esperados fue hace unos días, cuando la entidad Juguetes del Rock entregó los regalos a 139 niños de las familias de los usuarios del comedor.

Ha sido, reconoce Quílez, un año extraño en el que no se han podido recuperar las conversaciones de sobremesa, pero el comedor también ha mostrado su poder de convocatoria y muchos de sus usuarios, algunos sin techo, fueron vacunados allí mismo.

Raquel insiste: «Recibimos más de lo que damos». Una señora mayor acaba de regalarle una pulserita en agradecimiento por la labor que hacen en el barrio.

El mejor regalo

Montserrat Llurba, voluntaria de la Comunitat de Sant Egidi, entidad muy conocida por su sopa caliente para pobres y sin hogar, coincide con Raquel. Su escena más entrañable de estas Navidades fue cuando una niña cuya familia acude a recibir alimentos (comenzaron con 15 familias y ahora son 198) abrió allí mismo el regalo que tenían preparado para ella. «Se puso a saltar emocionada diciendo que era la muñeca que ella quería, la que había pedido».

Aquí tampoco se ha podido recuperar este año aquello de sentarse todos a la mesa. Además de los lotes para las familias, hacen unas 180 comidas que reparten tanto en su local como en otras zonas de la ciudad en diferentes días. Para Navidad la bolsita que entregaba era especial, con sopa de galets, canelones, turrón y hasta una botella enana de cava para brindar.

El día de Navidad, además, consiguieron tener un pequeño obsequio para cada uno de los usuarios. Insisten mucho en que se trata de algo nuevo porque para algunos es lo único que estrenarán en estas fiestas. El encuentro fue en la Plaça del Rei, con espacio suficiente entre personas, cosa que no les impidió cantar unos villancicos.

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