Incansable, entregado y siempre predispuesto a ayudar a todos. Ramsés Garcés continúa dejándose la piel en la estación de Sant Vicenç de Calders, donde está destinado a ser la persona que guíe a aquellos viajeros que no saben dónde coger el autobús o que tienen cualquier otra duda relacionada con el corte ferroviario.
Garcés empezó con un megáfono y se convirtió en el dueño de una estación que por sí misma ya era concurrida pero que, tras el corte entre Sant Vicenç y Tarragona, se ha convertido en el centro neurálgico del transporte de trenes de toda Catalunya. O casi.
Pues bien, Garcés ha cambiado de herramienta. Aquel megáfono que le caracterizaba ha desaparecido y ha cambiado por un micrófono de diadema. Lo tiene desde este jueves y, según él, facilita mucho el trabajo. «Lo he estrenado hoy y me va mucho mejor, ya que me libera una mano», ha asegurado en decaraciones al Diari.
El trabajador, además, apunta que lo ha estrenado hoy porque «los viernes hay más afluencia de gente. Además, con el megáfono el sonido era menos directo. «De momento, no me voy a lanzar», ha finalizado. El corte de trenes va para largo. Nunca se sabe...