Caras de alegría, risas y un gran ambiente de compañerismo han sido los componentes más característicos que han protagonizado este sábado en la Plaça del Rei uno de los eventos más esperados y concurridos de las fiestas de Santa Tecla: ‘Cafè, copa i puro per un duro’, el evento tarraconense organizado por el Ayuntamiento en colaboración con Chartreuse y Café Brasilia que presenta la posibilidad de dar un antiguo duro –cinco pesetas– y obtener a cambio un café, una copa y un puro: «Es una festividad típica y muy divertida. Venimos cada año y nos encanta», comentaba alegre Marta, una vecina que había asistido al lugar con un grupo de amigos.
Los asistentes, eufóricos, iban llenando el lugar mientras se acercaban las cinco y media de la tarde, aunque dos horas y media antes, la cola para coger ticket ya se encontraba muy concurrida y conformada por una gran cantidad de asistentes cuyas edades parecían mantenerse entre los 20 y 60 años.
A las seis de la tarde, en la Plaça del Rei ya se vivía un ambiente muy fiestero y pintoresco: jóvenes por doquier, parejas y matrimonios de todas las edades, chupitos hasta arriba de Chartreuse y un característico y fuerte olor en el aire a humo de tabaco y de otras sustancias ilícitas. Los asistentes más jóvenes también traían consigo bebidas distintas como la mamadeta o vasos de cerveza.
Como es lógico, cuantas más pesetas tenga el usuario, mejor, ya que puede disfrutar de más consumiciones: «Cuantos más duros tengas mejor. Haces la cola más veces y repites», explicaba entre risas José Manuel Gallego, un reusense de unos 60 años que se encontraba disfrutando del ambiente mientras recordaba viejas historias sobre la época de las clásicas pesetas.
«Por fin le podemos sacar algún uso a las monedas que teníamos guardadas. Está muy bien tenerlas de recuerdo, pero yo tengo un montón de duros que guardo en una cajita y algunos de ellos los aprovecho para este momento», explicaba Raúl, que había asistido para pasar un buen rato con su pareja mientras disfrutaban del entorno.
«Yo creo que está muy bien. Vienes aquí, te distraes un poco con el buen ambiente y se sigue manteniendo una tradición muy bonita de cuando éramos jóvenes», explicaba emocionado José Manuel, alegre de poder darle de nuevo un uso a los duros que tenía guardados.
Por momentos, el lugar resultaba gracioso, puesto que las personas de más edad, sentadas en bancos o sillas, fumaban su puro de una forma elegante y disimulada, alejados de la juventud.
«Está bien para un rato, pero nos apetece ir a tomarnos una cerveza a un bar y movernos un poco», comentaba a voces entre la música un vecino de la zona.
La música, por supuesto, fue otro de los aspectos más predominantes en la fiesta, ya que gracias a los pinchadiscos PD Peting, la tarde resultó de lo más favorable para los asistentes.
Desde el clásico de Rock & Roll de los 50 ‘Tutti Frutti’ de Little Richard, pasando por mezclas entre bandas sonoras tan reconocibles como las de Cazafantasmas, fueron, en conjunto global, las que ofrecieron a todos los allí presentes reír, cantar y bailar en muchos momentos, haciendo de la festividad un momento icónico al igual que cada año.