Cada tarraconense pagará 200 euros más en la renta por la inflación

Hachazo fiscal encubierto de 73 millones por el IPC en Tarragona, la novena provincia más perjudicada de España

30 marzo 2022 16:00 | Actualizado a 01 abril 2022 05:26
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La inflación traerá otro sablazo en la renta. Los tarraconenses van a pagar de media 200 euros en la próxima campaña que empieza en unos días. Todo ello sucede como consecuencia del alza de precios acumulada durante 2021. Esa escalada impacta de lleno en la declaración del IRPF que se presenta esta primavera. Sin tocar nada y por una tasa de inflación del 6,5% en 2021, el Gobierno va a dar un mordisco a los contribuyentes que en el caso de Tarragona se elevará algo más de los 73,3 millones y en España llegará a los 4.110. Cada tarraconense pagará de media 200 euros de sobrecarga.

Es el cálculo de José Félix Sanz, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, en un trabajo para la Fundación Disenso. «La inflación no afecta al valor nominal sino al real. Indexarla sería que los convenios se adaptaran, por ejemplo. Pongamos por caso que yo gano 100 y de eso tengo que pagar 15 de renta. Pero si con los 100 euros antes podía comprar 20 litros de gasolina y ahora solo puedo adquirir 10, y estoy manteniendo la presión fiscal en 15, sabemos que la presión fiscal real no es ese 15. Por eso a la inflación se le llama el impuesto de los pobres, porque es general y el que no puede indexarla es el que pierde», desgrana el economista Rafael Muñoz, del gabinete de estudios de la CEPTA.

El autor del estudio indica que «esta sobrecarga impositiva en el IRPF asociada a la inflación es un fenómeno sobradamente conocido por los economistas, denominado progresividad en frío o rémora fiscal». Alerta también de que «esta progresividad en frío tiene la peculiaridad de pasar relativamente desapercibida ya que supone una subida impositiva encubierta que no necesita de acciones discrecionales por parte del gobierno». Es decir, la inflación incrementa la factura fiscal del contribuyente «sin que explícitamente se tengan que subir los tipos impositivos u otros elementos estructurales del impuesto». José Félix Sanz habla de un aumento «poco visible» y «sin costes políticos» para los gobiernos. Esos ajustes para procurar el equilibrio no se han hecho en los últimos años, en los que, sin embargo, la inflación permanecía bajo control.

Hacienda no actualiza el IRPF a los precios y eso provoca una sobrecarga fiscal en los contribuyentes

Por eso es ahora cuando esa posibilidad que está en manos del Gobierno ha entrado en el debate. «Cuando se deflactan las tablas del IPC, lo que conseguías era ajustar, diluir el efecto de la inflación sobre las bases imponibles. Este año no se ha hecho y eso está teniendo un efecto devastador en el impuesto de la renta y lo veremos ahora», indica Juan Gallardo, economista y jefe del gabinete de estudios de la CEPTA.

Añade Gallardo: «La deflactación no se había hecho hasta ahora porque no había ninguna necesidad. En los años 70 y 80 sí vivimos momentos de mucha inflación pero ahora nos coge de nuevo y, en ese sentido, el Gobierno ha sido muy ágil». Para Gallardo, «lo lógico hubiera sido ajustar las bases imponibles en función del IPC, porque se está produciendo una recaudación absolutamente artificial. Eso perjudica mucho a las clases menos pudientes».

El informe se ha elaborado en base a un ejercicio de microsimulación fiscal, comparando la estimación del IRPF de 2021 con escenarios alternativos en los que sí se hubiera realizado dicha indexación. El resultado del trabajo expone que «las autoridades no han incorporado ninguna medida para mitigar su impacto ni sobre el sistema fiscal en general ni sobre el IRPF en particular».

Progresividad distorsionada

En estos tiempos de altísima inflación, los precios desfiguran la renta en dos sentidos que provocan distorsiones. Por un lado, reduce en términos reales los mínimos exentos y las reducciones que se pueden aplicar y, por el otro, también atañe a la progresividad. «Cuando se grava la renta nominal se empuja a los individuos hacia tramos superiores de la tarifa progresiva, aun cuando la renta real no ha variado», expone el informe. Javier Pérez, asesor fiscal y laboral y gerente de la asesoría Pérez Tarracogest, se prepara para la etapa de declaraciones de la renta: «Hablamos de que habrá una subida encubierta de impuestos por el efecto de la inflación y el contribuyente acabará pagando más por culpa del IPC».

En resumen, todos los ciudadanos pagarán más pese a haber perdido poder adquisitivo en los últimos meses. «Los más perjudicados van a ser los ahorradores con criterios conservadores, aquellos que han decidido no arriesgarse. La inflación se va a comer una parte de esos ahorros», admite Rafael Muñoz, preocupado por la situación: «La tendencia es trasladar ese alza a los salarios pero puedes generar una inflación estructural y la conviertes en una espiral y eso es siempre peligroso».

Tarragona, con 200 euros de más por persona, figura entre las provincias que más sufrirá este hachazo fiscal encubierto. Madrid está en cabeza con 240 euros de sobrecoste, seguida de Barcelona con un coste de 231 euros, Baleares con 215 euros y Zaragoza con 212 euros de sobrecoste. A estos les siguen Girona, Asturias, Cantabria, Guadalajara y Tarragona, la novena más agraviada.

La recaudación por los impuestos especiales, ligados al carburante, se dispara en Tarragona

Aunque este curso va a ser el más flagrante, en el acumulado de los últimos años la ciudadanía ha ido perdiendo siempre, porque a cada ejercicio se ha ido repitiendo el mismo efecto. Desde que en 2008 se puso en marcha la estructura del actual modelo del IRPF, ningún gobierno ha actualizado la tarifa ni el resto de elementos del impuesto en función de la evolución de los precios. Esto ha provocado que entre 2008 y 2021 haya habido una subida por ese impuesto de 257 millones en Tarragona, 184 de ellos por el periodo de 2008 a 2020, más los 73 del año pasado. Es el dinero que se ha pagado de más por no haberse acompasado el IRPF a los precios en todo este tiempo. Eso supone que cada contribuyente ha tenido que hacer frente a un sobreimpuesto de 702 euros en Tarragona, ligeramente más elevado que la media estatal (698 euros). En España, se han abonado 14.379 millones de más, una sobrecarga fiscal que no ha hecho más que engrosar las arcas recaudatorias. Madrileños y catalanes son los contribuyentes más castigados, con aumentos de 861 y 796 euros.

Todo este escenario viene a ratificar la frase del premio Nobel Milton Friedman, que afirmó que «la inflación es un impuesto sin legislación». La coyuntura tiene en cuenta solo la escalada de precios de 2021, previa a la guerra, un conflicto que aún ha disparado más la inflación en 2022. El dato en febrero, cuando ya caían las bombas, se elevó al 8,1%, y siguió rompiendo todos los récords.

La tendencia se ve en toda la recaudación. Especialmente espectacular, según el balance del fisco en Tarragona, es lo recaudado en los impuestos especiales. Ahí se incluyen el alcohol o el tabaco pero también dos productos clave como el carburante o la luz. Los ingresos ahí se han duplicado, al pasar de unos 25 o 30 millones a los 66, según los datos de 2021.

 

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