«Menos sofá y televisión y más ejercicio físico». Con esta ilusión de dinamismo se juntaron en la Rambla President Lluís Companys cuatro grupos tarraconenses de baile. La iniciativa, inspirada por la intención de mantener sano nuestro cuerpo, fue lanzada por el Institut Català de la Salut y los Centros de Atención Primaria en Tarragona y se mantuvo durante todo el día, hasta prácticamente irse la luz del sol.
El baile animó a muchos jóvenes y espontáneos que por momentos se sumaron al cuerpo de bailarines. El acto tuvo como precedente la caminata realizada el martes ‘A bon pas fem salut’, que también formó parte del Día Mundial de la Actividad Física.
Al escuchar la música rítmica, la gente que pasaba por el lugar, muy transitado al estar cerca de los juzgados, El Corte Inglés y un instituto, se paraba curiosa. Otros vinieron invitados por las monitoras correspondientes de baile: Marisa Petite, Yolanda García, Paquita Casanova y Maria Lourdes Augé.
Convencidas de la importancia de esta iniciativa, ellas contaron su experiencia profesional. Una de ellas era Lourdes, exenfermera de 65 años. Lleva jubilada desde hace dos años, sin embargo, no ha dejado de dedicarse al baile, que es lo que la activa espiritualmente.
A las 10:30 horas esta mujer ya llevaba a unas 15 personas animadas a bailar juntas a ojos de la multitud, parada a contemplarles. Formado por sus alumnas de los distintos lugares donde es monitora, este grupo fue el más joven, comparado con los otros tres, representados por gente mayor de 60 años.
«Ha sido siempre muy activa», exclamaron Dolors Toda y Teresa Martínez, dos enfermeras del CAP Jaume I. «Celebramos este día por primera vez con el baile», contaron ambas, añadiendo que todo ha sido mérito de su compañera, Asunción García, quien se encargó de formar los grupos.
La intención es promover la pasión por el movimiento para minimizar los riesgos de la salud. Los participantes estaban convencidos de que «bailar es saludable, porque la gente es feliz cuando está activa».
La monitora e instructora de baile, Maria Lourdes, reveló que a pesar de su prótesis en la rodilla, no para de bailar. Es exenfermera del CAP Sant Pere i Sant Pau. Antes de jubilarse, creó un proyecto bajo el título ‘Amb el ball fem exercici’, que permite, coordinando los movimientos, ejercitar la memoria. La actividad física puede ser de cualquier tipo: caminar, bailar, nadar... Lo importante es hacer trabajar los músculos para evitar que el cuerpo sufra.
«Muchos problemas de salud vienen por la soledad», confesó Lourdes, citando como ejemplo a mujeres de sus grupos de baile. Proclamando la misión terapéutica de la música, recomendó que en vez de tomar pastillas sería mejor bailar, porque así «te relacionas con la gente».
A la alegría de los bailarines se añadió la de la urna colocada para el sorteo de las entradas para los próximos Juegos Mediterráneos. De esta manera, los solidarios ayer pudieron apostar también por el azar.