Pirineus 3, la única corsetería especializada que hay en Tarragona, cerrará sus puertas el próximo mes de diciembre. Su propietario, Josep Maria Juan, se jubila y pone punto final a 47 años de historia. La noticia ha caído como un jarrón de agua fría para la clientela. La mayor parte de ella, son mujeres que encuentran en Pirineus 3 y en el mismo Josep Maria un pozo de sabiduría en el mundo de los sujetadores. Ahora, la mayor parte de artículos están rebajados. Antes de cerrar la tienda, Juan quiere vaciarla.
Pirineus 3 abrió sus puertas de forma accidental el 23 de junio de 1977. Decimos accidentalmente porque, en un principio, la tienda abría el día después de Sant Joan. «Lo que pasó es que mi mujer y yo empezamos a colocar el género para tenerlo todo listo, pero dejamos sin querer la puerta abierta del local. Empezaron a entrar clientes y hasta hoy», explica Josep Maria Juan Biosca, el propietario de Pirineus 3.
Al principio, la tienda vendía todo tipo de ropa, desde chaquetas, hasta edredones, pasando por los tejanos. Ya en ese entonces, Pirineus 3 contaba con un rinconcito donde solo había artículos de corsetería.
Tras un viaje de trabajo a Monpellier y Nimes, Juan volvió con las ideas claras. «Vi claro que el comercio iba dirigido a la especialización. A pequeñas tiendas con un solo producto. O nos especializábamos o moríamos», explica. De eso, ya han pasado 32 años. El propietario y su mujer decidieron quitarse la ropa de encima y apostar por los sujetadores y otros artículos de corsetería. Juan empezó entonces a formarse y a participar en cursos y congresos. «Aprendí muy rápido cómo era y qué necesitaba el pecho de la mujer», explica.
Nunca se ha arrepentido de esta decisión. La acertó. Y prueba de ello son los años que la tienda ha estado abierta, funcionando como un auténtico referente, no solo en Tarragona, sino en toda Catalunya.
Ni engañar ni abusar del precio
La clave del éxito, según Juan, ha sido «ser fiel a la clientela y honrado con uno mismo. Lo más importante que hay que saber es que, para vender un sujetador, nunca, nunca, se debe engañar a una persona», dice el propietario. Según algunos datos publicados, el 73 % de las mujeres de este país no saben la talla de sujetador que lleva. El 93 % no sabe la letra de la copa utiliza. «Es muy importante no abusar del precio, por muy talla X que sea», añade Juan.
En Pirineus 3 se vende todo tipo de artículos de corsetería, desde fajas, hasta pijamas, pasando por bañadores. Pero el 90 % del género son sujetadores. La mayor parte de clientas son de talla grande, que no encuentran sujetadores en las tiendas más convencionales, como por ejemplo en Women’secret. «Aquí tenemos de la talla 80 a la 165 y las 9 copas, de la B a la J», apunta Juan.
Con el cierre de Pirineus 3, estas clientas se sienten desamparadas. «¿Dónde iremos a comprar ahora?», se preguntan. Y es que no quedan muchas corseterías especializadas en Catalunya. «Me sabe mal esta situación, pero ya tengo 73 años y es momento de jubilarse», dice Juan, quien reconoce que se jubila casi por obligación. «Rosi, la dependienta que hemos tenido toda su vida, se jubila. He pensado que es un buen momento para hacerlo yo también», añade el propietario.
Pirineus 3 tiene ficha de hasta 8.000 mujeres, cosa que ayuda mucho a sus maridos, quienes, en ocasiones especiales –como cumpleaños– acuden a la tienda y Juan les puede vender el sujetador perfecto para sus esposas.
A disfrutar de la familia
Juan asegura estar pasándolo mal estos últimos meses. «No estoy acostumbrado a que me pidan algo y no lo tenga. Pero es momento de vaciar la tienda», explica. Sin embargo, me muestra una lista con algunas comandas. «No puedo evitarlo. No quiero dejar a mis clientas tiradas», añade. La otra parte de la jubilación es más positiva. «Tengo ganas de descansar y de poder disfrutar de mi familia, de mis nietos y de mi mujer», comenta el propietario.
Juan no descarta facilitar un traspaso, aunque asegura que lo ve muy complicado. «Me gustaría que alguien quisiera seguir con mi legado. Pero es difícil», apunta. Sea como sea, Pirineus 3 quedará siempre en el recuerdo de los tarraconenses. La calle Reding no será lo mismo sin el aparador de sujetadores.