Cinco meses después de decretarse el cierre, la Casa Castellarnau, el antiguo inmueble señorial de la calle Cavallers, sigue con el acceso restringido y ahora mismo todavía no hay una fecha para la reapertura del espacio. Según informa el Ayuntamiento de Tarragona, «se están haciendo trabajos en la parte de arriba». Forman parte de la actuación preliminar de emergencia que se activó el pasado 11 de diciembre, cuando se decretó una «restricción preventiva del acceso al edificio», a causa de los daños en la estructura.
Las deficiencias son causadas por la presencia de termitas y estas han afectado especialmente la madera de las vigas de la planta noble. La falta de mantenimiento durante los últimos años obligó a adoptar una decisión drástica, ya que en algunos puntos incluso se habían generado humedades.
Las catas que se realizaron durante el pasado mes de diciembre evidenciaron que había algunas zonas «delicadas en las que tendrá que intervenirse de emergencia ya mismo». Pese a ello, según concreta el concejal de Patrimonio, Nacho García, «no está en riesgo la estructura del inmueble, aunque si no se actuaba sí».
A partir de los estudios, los arquitectos del Àrea de Patrimoni están valorando las zonas en las que tendrá que intervenirse en esta primera fase de emergencia. Para ello, el Ayuntamiento de Tarragona dispone de una partida de 596.566 euros, que se aprobó a través de un modificativo de crédito en el pleno del pasado mes de marzo y que permitirá abordar esta parte de los trabajos de restauración.
En paralelo, está prevista la redacción de un proyecto para la recuperación integral de un inmueble que data del siglo XV. Este tendrá que aprobarlo la Comissió Territorial de Patromoni Cultural y marcará la hoja de ruta, con la inversión total que tendrá que hacerse en los próximos tiempos.
Personal reubicado
El edil socialista explica que «tras la actuación de emergencia se valorará si podrá reabrir el inmueble, si por partes o con el aforo limitado». No obstante, a día de hoy no hay una fecha en el calendario para que el recinto –que forma parte del Museu d’Història de Tarragona– vuelva a ser un espacio visitable.
Las puertas de la casa de la calle Cavallers no están cerradas del todo, ya que en el interior sigue el personal de atención ciudadana. Aunque los informes técnicos establecen limitaciones en el aforo, la pública concurrencia se limita a la gestión de trámites, como el pase tarraconense.
Mientras tanto, el personal y los técnicos del Museu d’Història siguen ejerciendo su trabajo de forma provisional desde la Antiga Audiència y la Casa Sefus. En cuanto al resto de los espacios, el informe redactado por la dirección facultativa es rotundo: «Tan solo podrá accederse al resto de dependencias para uso exclusivo de trabajos de inspección o ejecución dentro del marco de emergencia».
La Casa Castellarnau siempre ha estado rodeada por un aura de misterio y constituye una de las joyas del legado noble que mantiene la ciudad. Los pisos superiores son de alto valor arquitectónico. Prueba de ello es el salón de baile, con un techo decorado con pinturas de temática mitológica de finales del siglo XVIII, obra del pintor Josep Bernat Flaugier. En cuanto a las estancias de la planta noble, destaca el valioso mobiliario de los siglos XVIII y XIX.
Ya en el año 2018 se detectó la presencia de termitas, que acabaron ocasionando daños a la estructura de un inmueble que durante el año pasado registró una afluencia de 25.135 visitantes.