Una pareja de Constantí que tenía un perro en un deplorable estado se enfrenta a 14 meses de prisión así como que durante dos años y medio pueda ejercer profesión u oficio relacionado con animales y tampoco los podrá tener.
Es la petición que hace la Fiscalía para la pareja acusada de un delito de maltrato animal por desatención. Asimismo, deberá indemnizar a Jardí Mortuori Baix Camp (L’Última Llar) por el tratamiento veterinario, manutención y estancia del can en el centro hasta su recuperación total.
Y la misma cantidad en concepto de daño moral social por el padecimiento injustificado del animal, un dinero que deberá destinarse a una entidad que atienda animales objeto de maltrato.
La Policía Local de Constantí había recibido quejas de los vecinos por el fuerte olor a excrementos y orines que procedían de un piso de la calle Jaume II, de la mencionada localidad. Finalmente, el 16 de agosto de 2023 los agentes se personaron en la vivienda. Les fue franqueada la entrada de manera voluntaria por la moradora.
En el garaje
En el garaje fue hallado un perro llamado Thor, de raza cruzada de Pit Bull Terrier. Se encontraba en unas condiciones «de absoluta desatención». Estaba a oscuras, rodeado de excrementos, sin alimentos ni agua con mínimo de salubridad –había agua y arroz podridos–. El animal se encontraba en estado caquéctico –desnutrido y esquelético–, con heridas, pústulas – espinillas que contienen pus amarillento– y abundantes parásitos –pulgas y garrapatas–.
Sufría lieshmaniosis –enfermedad parasitaria diseminada por la picadura de un mosquito infectado–, la cual le hubiese producido la muerte por falta de atención veterinaria y cuidados. Todo ello provocó «un duradero estado de sufrimiento al animal», asegura el fiscal.
El animal se encontraba a cargo de la pareja acusada, ambos españoles mayores de edad y sin antecedentes penales. Ante la intervención policial, cedieron el perro voluntariamente para desprenderse de él.
En custodia
El can fue entregado en custodia a Jardí Mortuari Baix Camp (L’Última Llar). Allí comenzó un proceso de recuperación mediante tratamiento veterinario y farmacológico. Le administraron un fármaco dos veces al día y una inyección diaria durante un mes
La vista oral de este caso tendrá lugar en uno de los cuatro Juzgados de lo Penal que hay en Tarragona.