GEPEC-EdC ha denunciado este viernes, 19 de diciembre, la muerte de un águila perdicera (aquila fasciata) debido a la colisión con las aspas de un aerogenerador de la central eólica del Coll de la Garganta, ubicada entre los municipios de El Molar, La Torre de l’Espanyol y La Figuera, en la frontera entre el Priorat y la Ribera d’Ebre.
Según los ecologistas, la muerte se produjo el 20 de octubre del año pasado y es el primer caso de colisión documentado en Catalunya, ya que el animal llevaba un emisor.
Aseguran que se trata de un hecho “especialmente grave y preocupante”, ya que su muerte “ha sido silenciada” por la administración. “Probablemente con la intención de que el conocimiento y la difusión de hechos como este no dificulte la aprobación de nuevos proyectos eólicos en zonas de alta sensibilidad ambiental”, lamentan.
Los activistas también denuncian que el Govern de la Generalitat no haya tomado ninguna medida para exigir responsabilidades a la empresa propietaria del parque eólico ni para garantizar que no se repitan estos “hechos tan graves”. El ejemplar era un macho adulto y los Agents Rurals lo recogieron al pie del molino cuatro días después de su muerte.
Posteriormente, fue trasladado al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Vallcalent, en Lleida, propiedad de la Generalitat, donde se le practicó una necropsia que confirmó la muerte por colisión. Los ecologistas aseguran que, gracias a que el ave llevaba un emisor colocado en julio de 2021, se pudo detectar que había fallecido.
Como es esta águila
El águila perdicera es un ave de gran tamaño y porte esbelto. El adulto tiene las partes inferiores pálidas, con pintas alargadas distribuidas longitudinalmente. Las partes superiores son de color pardo oscuro con una marca blanca en la espalda.
En vuelo se aprecia un contraste entre el cuerpo blanquecino y las partes inferiores del ala oscuras. La cola es pálida y con una ancha banda terminal oscura.
El joven del año tiene las partes inferiores, desde la garganta, de color canela (las pintas aparecen en su segundo año), mientras que las superiores son más pardas. En vuelo, las plumas de vuelo y la cola son pálidas (las primarias muestran extremos oscuros), con un fino barreado, y las cobertoras corporales anaranjadas. En la base de las primarias se ven plumas oscuras. En el plumaje de transición de jóvenes a adultos se van desarrollando los bordes oscuros en ala y cola.
El águila perdicera está incluida en el Libro Rojo de las aves de España 2021 en la categoría de VU – Vulnerable. En esa misma categoría aparece citada en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
La especie sufrió un declive severo en las últimas décadas del siglo XX que últimamente se ha ralentizado gracias a los esfuerzos de conservación.
Aun así, se considera que la tendencia global sigue siendo negativa, ya que entre los censos del 2005 y del 2018, los dos últimos, se ha detectado una disminución del 3% aproximadamente.