Mintxo, el amo y señor de las verduras

En Salou solo hay restaurantes para guiris». Topicazo donde los haya, al que se aferraban algunos para menospreciar la oferta gastronómica de la capital de la Costa Dorada, en detrimento de otros lugares.

Pues no señores, Salou empuja y lo hace con fuerza, y algo tendrá la ciudad cuando Fermín Reta la escogió para abrir su restaurante. Para muchos este nombre no les dirá nada, pero en Tudela se trata de toda una institución, donde abrió su famoso restaurante Pichorradicas, un emblema del Valle del Ebro en el que se servían las mejores verduras de la región, logrando el título de Rey de las Verduras. Y cansado de su trono llegó a Salou, donde abrió hace un par de años junto a su mujer, Carla, el restaurante Mintxo, para hacer lo que mejor sabía: preparar las verduras y hortalizas con una excelencia digna de la diosa Pomona.

Llegadas a diario de la ribera Navarra donde destacan los espárragos, tomates, borrajas, puerros,... Y para acompañar al baile, pescados de nuestras costas y carnes nacionales ecológicas. Fermín, ‘Mintxo’ para los amigos, ofrece un menú de martes a viernes por 22 euros muy completo que incluye varios primeros y segundos a elegir, postre y agua.

Pese a lo apetitoso del menú nos decantamos por ‘tirar’ de carta, compartiendo entre dos personas una ensalada de ‘tomate feo’ de Tudela con ventresca de atún de aleta amarilla escabechada y vinagreta de habitas y lenteja beluga; y unas pochas de Tudela con sus piparras. De segundo, una merluza al horno con salteado de borraja gratinada con alioli de piquillo y un meloso de cordero relleno de verduritas con reducción de su jugo y miel. Las raciones destacan por la calidad y su generosidad. Acabamos con la famosa torrija Mintxo, elaborada de arroz con leche y acompañada de un helado de cítricos y verduras.

El local está reformado por entero y decorado con el gusto excelente de Carla donde cuidó hasta el último detalle. Un comedor para seis mesas y una terraza cubierta para cuatro nos dan un restaurante acogedor perfecto para todo tipo de veladas.

El botellero

Garnacha blanca, Pedro Ximénez y xarel·lo. Blanco fermentado en barricas de roble francés por la Bodega Mas de’n Blei, que nos ofrece este vino original y atrevido. Las notas minerales están presentes en su máximo esplendor, con aromas a manzana, pera y melocotón. El final es largo y la madera noble presente en todo momento. Su calidad y una producción de apenas 6.500 botellas hacen que conseguir un ejemplar sea objetivo para amantes y coleccionistas de vino.

Garnacha y Pinot Noir. Se trata de un cava rosado ecológico elaborado en Sant Sadurní y una crianza de 36 meses, que destaca por su elegancia y una gran complejidad aromática. Con una burbuja fina y persistente nos ofrece toques florales como rosas y violetas, mezclado con frutas del bosque como arándanos y frambuesas. Destacar su frescura y suavidad, ideal para aperitivos o como acompañamiento en los postres.