Cuando compramos un coche hay que matricularlo antes de circular con él, pero también hay algunos casos en los que hay que poner una matrícula nueva a un coche de segunda mano.
Los trámites para matricular coche no son complejos, pero lo cierto es que es mejor dejarlo todo en manos de una gestoría, en especial en los coches de segunda mano en los que los estafadores están siempre preparados para engañarnos.
¿Qué ventajas tiene matricular un coche en la gestoría?
Poner la matriculación de nuestro futuro coche en manos de una gestoría tiene muchas ventajas, pero quizá la más importante de todas es el enorme ahorro de tiempo.
La gestoría se encarga de los trámites sin que nosotros tengamos que descargar documentos, rellenarlos, pagar impuestos, imprimir justificantes, hacer visitas al ayuntamiento, pedir cita para ir a las oficinas provinciales de la DGT, etc.
Nos dan un servicio completo en el que solo tenemos que pagar y ellos se ocupan de todo, evitándonos la molestia de tratar con las administraciones, lo que casi nunca es agradable.
Otra de las ventajas es que durante todo el proceso de matriculación vamos a estar asesorados. Preguntar dudas a un organismo oficial es casi imposible e incluso es probable que nos pidan concertar una cita presencial, mientras que la gestoría va a resolver todas nuestras dudas durante el proceso por teléfono o por email.
A la hora de hacer los pagos todo es mucho más sencillo. Los pagos de impuestos y tasas los hacemos a la gestoría y en una sola vez, mientras que si matriculamos el coche por nuestra cuenta hay que hacer diferentes pagos a otros tantos organismos oficiales, con el problema de que no todo el mundo tiene la costumbre de hacer pagos online con tarjeta, lo que supone más desplazamientos.
La gestoría nos da una capa extra de seguridad
Cuando matriculamos un coche nuevo, recién salido del concesionario no hay ningún tipo de complicación, pero esto cambia cuando se trata de matricular un coche usado.
Aquí hay que tener mucho cuidado y es mejor que el proceso nos vaya guiando alguien que tenga experiencia, que conozca los procedimientos y las leyes.
Los gestores “se las saben todas”, ya que han matriculado muchos coches y conocen los trucos que emplean los estafadores para engañar a sus compradores.
Por eso, una gestoría nos aporta una capa extra de seguridad, puesto que ante cualquier mínima sospecha nos van a poner sobre aviso para que pidamos más datos al comprador o cancelemos la operación.
Esto nos puede ahorrar una gran cantidad de dinero, pues los coches de segunda mano que se matriculan de nuevo suelen ser vehículos especiales que tienen un valor económico considerable.
Además, tampoco tendremos que incurrir en gastos legales para hacer la denuncia, buscar un abogado, un procurador, etc., de manera que pagar a una gestoría para que matriculen nuestro coche lo podemos considerar como una inversión en lugar de como un gasto.
En definitiva, nosotros podemos matricular nuestro coche, pero creemos que es mejor dejar todo el proceso en manos de un profesional, de una gestoría que nos va a ahorrar muchas molestias y evitará que caigamos en estafas que se dan en el mundo del automóvil.
