Mar y montaña. Recorrer senderos entre parajes naturales en burricleta, en 4x4, BTT, a caballo o caminando; zambullirse en lagunas de aguas transparentes; hacer barranquismo, escalada o espeleología; remar en kayak en un pantano o en mar abierto; subir a un catamarán o vivir un bautizo de submarinismo; combinar deporte y patrimonio siguiendo las huellas de la ruta del Cister... Inquieto o sosegado, no importa. Descubrir la Costa Daurada es una aventura por aire, agua y tierra con sus interminables días de luz y las plácidas horas nocturnas.
Paseos entre vergeles
El paraíso de la Costa Daurada se puede descubrir de mil maneras durante todo el año, con su clima suave y cálido. En bicicleta es una de ellas, entre los más de dos mil kilómetros de carreteras, tranquilas y sinuosas, rodeadas de naturaleza. Con seguridad, siguiendo las rutas señalizadas y preservando la biodiversidad. ¿Todo a punto? En primera línea de mar, Cambrils, Salou y El Vendrell son algunos de los municipios especializados y, en el interior, Mont-roig del Camp-Miami Platja.
La bicicleta también puede ser eléctrica, conocida como burricleta. Entre muchas otras opciones, pedaleando por la Conca de Barberà, una comarca del interior y cruce de culturas, se llega a la villa de Montblanc con su muralla y sus vestigios históricos. Un lugar para pasearse por su mercado medieval donde se recrean antiguos oficios o, si se prefiere, la ruta de los castillos, antiguas estructuras que cuentan historias de vigilancia y de defensa.
Solo diez kilómetros separan a Montblanc de Poblet, enmarcado en el Paraje Natural de Interés Nacional, que alberga el Monasterio con su mismo nombre, prototipo de abadía cisterciense, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1991. En sus aledaños, las posibilidades son múltiples, ya sea en burricleta, en BTT, a pie o en caballo, con el mirador de la Pena o el bosque pintado, donde las setas no solo están a la sombra de los árboles, sino también sobre ellos. Un lugar mágico que invita a soñar en duendes y criaturas de otros mundos.
Los amantes de la hípica encontrarán en la Costa Daurada multitud de ofertas donde practicar tanto equitación como paseos para todos los niveles. Las hay en Montblanc, el Pla de Santa María, Rodonyà, les Borges del Camp, Riudoms, Vilanova d’Escornalbou o Pratdip, por citar algunas localidades.
Por lo que respecta a rutas, en la comarca del Alt Camp, destacan Un tomb pel Jordà o Un bell esguard a la Vall del Francolí. La primera consiste en un sosegado paseo por la Sierra d’en Jordà, con paneles informativos sobre la fauna, la flora y la orografía del terreno. Por lo que respecta a la segunda, es una oportunidad de apreciar bellas panorámicas sobre el amplio valle del río Francolí.
A vista de pájaro
La escalada es otro de los atractivos del territorio, un referente para quienes la practican. Las montañas del Priorat atraen a propios y foráneos a pequeños lugares como Arbolí, Margalef o Siurana, pueblos, algunos de ellos, que reviven gracias a esta actividad. Si es la primera vez, es importante consultar las empresas de turismo activo para contratar un monitor y también conocer si existen restricciones temporales a causa de la reproducción de aves. Es relevante, asimismo, cuidar el medioambiente, no tirar basura y preservar la flora y la fauna, así como evitar abrir nuevos senderos.
Mientras, a vista de pájaro, en parapente, la Costa Daurada presenta una perspectiva diferente. El azul del Mediterráneo, los campos de cultivo, los mares de viñas o los kilómetros de playas dibujan una alfombra multicolor que se podrá descubrir si se practica alguna de las propuestas de deportes de aire, ya sea en el Montsant, Reus o Els Guiamets.
De las alturas al subsuelo
Y los urbanitas empedernidos tienen su rincón en las ciudades de Tarragona y Altafulla, subidos en un Segway, una manera de hacer turismo diferente y sostenible. Con este divertido vehículo recorrerán la fachada litoral tarraconense, con su patrimonio romano, el barrio marítimo del Serrallo y sus playas. Y se adentrarán en Tamarit, hasta la desembocadura del río Gaià.
Tarragona, además, esconde en sus entrañas una cueva urbana sorprendente a la que se puede viajar, como si fuera el mismísimo centro de la Tierra. Para ello, la Sociedad de Investigaciones Espeleológicas de Tarragona organiza las salidas, con todas las garantías. Ellos ponen el neopreno, el casco, el frontal y el seguro. El visitante, ropa vieja, calcetines gruesos, calzados deportivo y las ganas de pasarlo bien. Actividad con reservas.
También bajo tierra, en una iniciación a la espeleología, es interesante la Cova de la Font Major de la Espluga de Francolí, en la comarca de la Conca de Barberà. Se trata de un Santuario Paleolítico de hace 15.000 años, que contiene más de 300 grabados. Los visitantes más osados pueden practicar ruta aventura en esta cueva museo, remontando el río subterráneo por las galerías más insólitas de esta cavidad. Equipados con neopreno, casco y luces, y acompañados por dos guías de espeleólogos se recorre la parte más genuina de la cueva, hasta llegar a la Galería del Lago, lugar de rituales íberos.
Parques de ocio familiar
Diversión en familia también es sinónimo de Aqualeon, Aquopolis o de PortAventura World. Aqualeon está situado en plena naturaleza, un parque acuático donde disfrutar de los toboganes, pero también de los espacios verdes, ideales para hacer un buen pícnic. Con 12 atracciones acuáticas, la estrella del parque es el Toboloko, un tobogán con subidas, bajadas, curvas y rectas increíbles, que mantiene el suspense hasta el final. Aquopolis, por su parte, es una de las referencias de Europa. Con el Huracán, Boomerang, Black Hole, Splash, Kamikaze o la nueva Surf Waimea. Sentados en un flotador en el lago Indiana, poniendo a prueba la fuerza en una tira de anillas sin tocar el agua o sumergiéndose en piscinas de agua clara...
También un paraíso donde el agua es la protagonista es el Caribe Aquatic Park, el parque acuático de PortAventura World, para vivir una jornada entre el ambiente tropical del Bahama Beach, los descensos vertiginosos de las barracudas y la diversión al más puro estilo pirata del Cayo Cookie.
Y de los parques acuáticos, al terrestre por excelencia, en el mismo complejo, porque nadie se puede ir de la Costa Daurada sin antes visitar PortAventura World, una experiencia inolvidable en uno de los mejores parques temáticos del mundo En él, se viaja hasta México, la Polynesia y China o el Far West y se retorna a la infancia en Sésamo Aventura con Epi y Blas. Con más de 40 atracciones y alojamiento sin salir del recinto. ¡Para no descansar!
Desafiar las olas
Si el elemento elegido es el agua, la elección es infinita. Desde el windsurf al padle surf, del kayak al flyboard o el monster sofa. Variedad de artilugios sobre el agua. Lo difícil será mantener el equilibrio. Todo un reto. ¿Quién lo conseguirá? Para ello, el Nàutic Parc pone al profesional, que vela por la seguridad. Algunas de las opciones son la Banana Boat, todo un clásico; el Monster Sofa, otra modalidad también arrastrada a gran velocidad o el Crazy Pack, a medio camino entre ambas. Otras son motos acuáticas, el donut, sky náutico o el Parasailing Experience, para tener la misma perspectiva que las gaviotas que sobrevuelan la costa.
A medida que transcurre el día, las luces y los colores son versátiles, cambiantes, por lo que atrapar en la retina una puesta de sol entre las aguas en una de las experiencias más inolvidables. Nàutic Parc ofrece navegar en un velero de 12 metros de eslora y vivir este idílico momento con aroma a mar y degustación de ostras. Los más madrugadores también tienen su franja, con un buen desayuno acompañado de los croissanes del día. A bordo de un velero también se conoce la Costa Daurada. Zarpando desde Cambrils, rumbo a Cap Salou o hacia el sur, con la mano firme del patrón. Parando cerca de la playa, grandes y pequeños se adentrarán en el fondo marino con el equipo de snorquel en una jornada perfecta.
La actividad más innovadora es conocer cómo trabaja un arqueólogo bajo el agua, lo que permite hacer submarinismo en medio de restos hundidos de un barco inglés del siglo XIX con la carga que transportaba y observar una excavación subacuática a muy pocos metros de profundidad. Y la más divertida, la pesca deportiva, con captura asegurada.
Si lo que se buscan son aguas más tranquilas, practicar kayak en un pantano es otra opción, ya sea en Siurana o en Els Guiamets. De igual manera, descender barrancos, ríos y torrentes, mientras se disfruta del paisaje de la Conca de Barberà, Alcover o Prades, entre otros destinos. Esta última actividad con guías profesionales, para toda la familia y todos los niveles porque las montañas de la Costa Daurada son ideales para tener el primer contacto. También zambullirse en frescas pozas, de aguas transparentes, como por ejemplo en La Febró, que ofrece un conjunto de pequeñas cascadas en una imagen de postal.
Novedades de la temporada
Algunas de las novedades de este año tienen relación con la Ruta del Cister, que recupera sus tres itinerarios. La ruta sigue un recorrido (el GR-175) por 65 municipios de las comarcas del Alt Camp, la Conca de Barberà y el Urgell, ya en Lleida y se desarrolla alrededor de tres monasterios cistercienses fundados en Catalunya en el siglo XII: el de Santes Creus, el de Poblet y el de Vallbona de les Monges.
Los tres itinerarios se pueden recorrer en familia, mientras se participa en un reto deportivo de la aplicación LiveRun, en una manera de motivar a los más pequeños de la casa, entre deporte y patrimonio. Además, asociadas a cada uno de los monasterios se ofrecen diferentes rutas:
Las mejores visitas al Monasterio de Poblet se adentra unos siete kilómetros en el Paratge Natural de Poblet y lleva al Tossal de la Creu, desde donde se puede disfrutar de las mejores vistas alrededor del cenobio.
Piedra seca en el entorno del monasterio de Santes Creus es un recorrido de unos ocho kilómetros que transcurren por una zona agrícola por la orilla del río Gaià, acerca a las barracas de piedra seca, en muy buen estado de conservación. Se trata de pequeñas construcciones básicas, levantadas con el fin de proteger a los payeses.
Naturaleza y agricultura alrededor del monasterio de Vallbona de les Monges es, asimismo, una ruta de casi seis kilómetros entre planicies, sierras y cerros.
No obstante, para realizar los diferentes retos es imprescindible descargarse la aplicación gratuita LiveRun, activarla y seguir el track establecido con el objetivo de registrar el tiempo y una clasificación provisional. La app permite consultar, asimismo, informaciones técnicas y turísticas, así como disponer de audioguías. Además, la plataforma está vinculada a la web de la Ruta del Cister, donde se muestran todas las opciones. Es destacable que son itinerarios definidos por un gestor del territorio y, por lo tanto, supervisados.
Por otra parte, las noches toman protagonismo de la mano de la astronomía. El cielo nocturno de Prades, localidad situada en el Baix Camp, a 1000 metros de altura en un pequeño altiplano, ofrece unos indicadores de transparencia y estabilidad atmosférica muy superiores respecto a otras zonas dentro de la misma área privilegiada. Por ello es aquí donde se ubica el Parque Astronómico de las Montañas de Prades, una entidad científica y de divulgación que pone al alcance del visitante diferentes tipos de actividades. Por una parte, Kosmos, un tributo a la mítica serie Cosmos, de Carl Sagan. Los visitantes viajarán en una nave, envolvente de atmósferas sonoras, de luz e imágenes y dentro del Planetario 360, vivirán espectaculares producciones y simulaciones del universo. Por otra, proponen un viaje trepidante a la Luna con Selene, para ver, a la vuelta, el magnífico cielo de Prades con grandes telescopios. Cenar entre estrellas o la actividad Prades apaga las luces son otras de las propuestas, esta última prevista para el 18 de junio, en un recorrido por las constelaciones, la mitología, conferencias y conciertos.
En definitiva, cabalgar las olas o desafiar a las rocas, lanzarse al vacío, adentrarse en las constelaciones o vivir la espeleología por unas horas, la Costa Daurada es un atractivo y poderoso imán para toda la familia.