Hay barrios de Reus en los que, carteros repartiendo, hay «menos de la mitad», al «no cubrirse vacantes que hay por vacaciones de verano». Así lo refleja el delegado sindical y secretario de organización de la CGT de Correus Tarragona, Rubén Masmano. «Funcionamos por distritos y los efectivos que hay ahora son muy pocos y se sobrecargan. De eso, trabajadores y vecinos se resienten», explica. Por nombrar un distrito, el número 4 –donde hay barrios como Sant Josep Obrer, El Carrilet, la zona del aeropuerto o La Plana– «suele haber 10 carteros y ahora, solo hay cuatro». En otros, como el número 5 –con Immaculada, Juroca, Montserrat o La Sardana, entre otros– «debería de haber 11 y hay cinco», cuenta Masmano. «En global –señala– falta un 65% de carteros en Reus durante este mes. Solían faltar carteros otros veranos, pero lo que está pasando este año no lo habíamos visto, está siendo muy caótico».
El presidente de la Associació de Veïns I de Maig, con Eduardo Navas al frente, por ejemplo y sobre el tema, expone: «Nosotros lo hemos notado, el servicio deja mucho que desear en Mas Pellicer y Sant Josep Obrer, pero este verano es especial, nos llegan comentarios de vecinos que les pasa, también». «Al no haber carteros suficientes, recibes el correo certificado tarde», confirma. La presidenta de la asociación vecinal del barrio La Pastoreta, Puri Flores, afirma que ellos no solo padecen de ese «descontrol» en verano, sino que hay una queja «ya muy común»: «Llegan cartas certificadas fuera de plazo, dejan avisos en los buzones comunitarios o en los particulares de Correos, y cuando te quejas a la empresa no te da una explicación normal, y nos pasa durante todo el año». «No es algo puntual, pues a menudo nos sorprendemos de que hay avisos que, o llegan tarde o no llegan». «Sabiendo que pasa siempre –solicita– que la empresa se planifique con tiempo».
La representante vecinal añade que sabe de municipios del Baix Camp a los que también les llegan cartas importantes tarde. Lo confirma, a su vez, Masmano, quien insiste en que los carteros rurales «tienen que dejar sin repartir municipios del Baix Camp, como Botarell, Maspujols o Riudecanyes, y el Priorat, como Porrera o Torroja, para hacerlo en otros». «Ojalá –acota– asignen zonas concretas y no rotar tanto». Lugares de playa como Cambrils, es «muy bestia, han pasado de ser 18 a nueve; y en otros lugares ya, como Amposta, de 13 a seis». «Reivindicamos mejoras laborales y priorizar menos la paquetería, porque se acumulan las notificaciones prioritarias, como citaciones judiciales o multas», concluye Masmano.
Por nombrar un pueblo del Baix Camp, desde Riudecols, su alcaldesa, Beatriz Mayordomo, dice no notar mucho de lo mencionado. «Cedimos a Correos el uso de un espacio municipal y el cartero que se encarga nos informa de sus horarios, cualquier cambio lo notificamos en plataformas como eBando (hoy eAgora), redes sociales o los pregones», manifiesta.
La organización cuando los carteros cogen vacaciones
Consultada la empresa de Correos sobre su proceder al llegar el verano y tener que gestionar la organización de cuadrantes con carteros de vacaciones, expresan que los actuales volúmenes de envíos en la ciudades de Reus y las comarcas del Baix Camp y el Priorat se están gestionando con «el personal adecuado» y también afirman que se están cumpliendo los plazos de calidad y entrega comprometidos con los clientes para cada tipo de producto.
«Como entidad pública –añaden– Correos tiene la responsabilidad de asignar eficientemente los recursos necesarios, ya sean humanos, logísticos o tecnológicos, para cumplir con los requisitos de calidad comprometidos por la compañía».