La plaza del Mercadal ha acogido esta tarde la primera manifestación en Reus tras la expulsión del activista Mohamed Said Badaoui, el sábado pasado. Más de un centenar de personas han mostrado pancartas de «stop islamofobia», «os queremos de vuelta» o «no al racismo». Entre los asistentes había amigos, conocidos o familiares, «gente de Reus y de todo el país que nos habéis apoyado desde el principio», exclamó el hermano de Mohamed, Jalal Badaoui.
Los manifestantes han dejado clara su reclamación: «Queremos justicia». Jalal asegura que la lucha «solo ha empezado» y que hará todo lo posible para asistir a un «juicio justo» para su hermano, presidente de la Associació per la Defensa dels Drets de la Comunitat Musulmana de Reus. «Y si no lo conseguimos aquí, iremos a Estrasburgo, si es necesario (...) y quitaremos las máscaras a esta gente», ha asegurado. A la vez, subraya que «se supone que estamos en un estado de derecho».
Jalal también ha recordado durante su intervención que fue el viernes por la noche cuando Mohamed Said Badaoui y Amarouch Azbir –otro activista– fueron trasladados del Centro de Internamiento de Extranjeros de Barcelona hacia Madrid. Allí, les esperaba un avión con el que fueron enviados a Marruecos. Toda esta operativa ha sido duramente criticada: «Lo hicieron un viernes por la noche, sabiendo que venía el fin de semana, que es festivo, con las instituciones cerradas» y, por lo tanto, «sin capacidad de reacción», ha denunciado el hermano de Mohamed. «Parece de película: un avión para ellos dos solos», ha añadido.
Jalal y también otros manifestantes han subrayado que Mohamed «siempre ha luchado por los derechos de los más vulnerables» y denuncian que «por ahora no han aportado ninguna prueba». «¿Cómo pueden decir que es un peligro?», ha preguntado Jalal Badaoui, añadiendo: «El motivo real de la expulsión es que pidió la nacionalidad».