El tramo del Raval de Santa Anna entre la calle Santa Anna y la plaza Catalunya ha reabierto al paso de personas coincidiendo con la campaña comercial de Navidad. El grueso de los trabajos de peatonalización, que arrancaron en octubre, entró en pausa el viernes pasado para no interferir en el repunte de afluencia y ventas propio de las fechas y estos días solamente se resuelven flecos.
Donde sí continúan las labores, tal como detallan fuentes municipales, es en la calle Salvador Espriu. Los negocios de ese punto lamentan que, «si las obras hubieran comenzado un poco antes o se hicieran un poco después, no afectarían de nuevo a las fiestas», aunque valoran que «van muy rápido, mejor que cuando se hizo la parte de la plaza Prim a la calle Santa Anna» y tienen en cuenta que «este año han colocado luces navideñas».
En Salvador Espriu no era posible retirar las vallas, según precisa el Ayuntamiento, porque, a diferencia de en el Raval, el suelo aún no está pavimentado. Así que se permite el paso por una de las dos aceras para que los viandantes puedan acceder a la calle. Las soluciones sobre el conjunto de las obras, indican las mismas fuentes, se han consensuado con los vecinos. Algunos comercios comentan que pidieron que, como mínimo, la intervención no siguiera avanzando ahora hacia la calle de la Amargura y que se ha respetado.
Por segunda vez
Estas serán, entonces, las segundas Navidades con maquinaria de obra y cierres en Salvador Espriu, donde el año pasado también quedaron concentrados material y utensilios de la peatonalización del primer tramo del Raval de Santa Anna.
«Estar con la calle así en plena campaña es una faena», apunta Miky Fernández, de Toldocolor - TCinterior, que recuerda que «es el momento de más afluencia y la tienda no luce como debería». Desde esta semana, el comercio no tiene acera. «Aunque nos han dicho que las obras acabarán en marzo, solo con haberlas empezado antes o esperar unas semanas ya nos habríamos evitado tenerlas en Navidad», señala. Fernández recuerda que «venimos de unos años de pandemia» y, ahora que se recupera la normalidad, «tener esto aquí no ayuda». Se queja, también, de que «nos han puesto unos contenedores justo delante».
Por su parte, desde el lounge Moom, Christian Quesada apuntan que «si todo va a ser por un bien mayor, por el momento pasamos por el tubo». «¿Las obras nos van a hundir? No, pero complican mucho la carga y descarga y nos quitan el paso», añade. En el establecimiento se quejan también de que «no tenemos los contenedores de basura más adecuados».
Los trabajos se reanudarán en enero
Las obras de peatonalización que se paralizan en su mayoría durante las fiestas se retomarán en enero. En detalle, tal como apuntan fuentes municipales, las del Raval de Santa Anna volverán a estar en marcha alrededor del día 9 y las de Salvador Espriu avanzarán metros, aproximadamente, a partir del día 2.
