El sistema de contenedores de basura soterrados, que se encuentra principalmente presente en el centro de la ciudad, tiene los días contados en la zona radial del Mercadal. Así lo confirman al Diari fuentes municipales consultadas, que indican que «la idea es retirar las islas de la plaza del Pallol, la plaza del Teatre y la plaza de los Argenters».
En concreto, las mismas fuentes precisan que el desmantelamiento se ejecutaría «progresivamente y a largo plazo» y que «se está analizando». El modelo de recogida bajo tierra se replegará en estos tres puntos de Reus «una vez que se haya acabado de implantar la recogida puerta a puerta» para los establecimientos del núcleo, que comenzó a introducirse a principios de este mayo. Pero, ¿dónde deberán tirar a partir de entonces las bolsas los vecinos? El Ayuntamiento indica, en este sentido, que «el servicio estará cubierto con una solución novedosa» sobre la cual «próximamente se hará una prueba piloto». El consistorio no aporta más datos al respecto porque «se están acabando de definir».
Los contenedores soterrados ya se inhabilitaron justamente en la plaza del Mercadal el mes pasado, tal como avanzó este rotativo. Se eliminaron tanto los depósitos interiores como las bocas coincidiendo con que la batería se averió durante la Semana Santa y los establecimientos de restauración denunciaron olores e incivismo. Los bares se quejaban de que «los contenedores estropeados o llenos de restos al lado de las terrazas dan muy mal aspecto» y algunos apuntaban que las bolsas en el suelo atraían la presencia de roedores.
En aquel mismo momento, el Ayuntamiento empezó a repartir depósitos para la incorporación del puerta a puerta comercial. El concejal de Medi Ambient, Dani Rubio, explicaba en aquel momento que «mejoraremos el servicio a los negocios y les facilitaremos el triaje de residuos y el incremento de la recogida selectiva». «Actualmente, cerca de 400 negocios, sobre todo en los polígonos, ya utilizan el servicio puerta a puerta de recogida comercial, pero ahora se hará extensivo progresivamente a todo el centro y, sin duda, la mejora repercutirá en un incremento de las cifras de recogida selectiva para el conjunto de la ciudad», añadía.
También entonces el alcalde, Carles Pellicer, añadía que «la ampliación y la mejora del sistema de recogida comercial puerta a puerta están previstas en el nuevo contrato de la recogida de residuos y son un ejemplo más que demuestra cómo el nuevo servicio aporta avances, comodidad y facilidades a las empresas y al global de la ciudadanía».
En función de la actividad del establecimiento se están repartiendo containers de varias fracciones. Así, un restaurante acostumbrará a tener contenedores de cuatro fracciones –orgánica, resto, vidrio y envases– mientras que una tienda de ropa solo tendrá resto. El cartón y el papel se continuarán recogiendo por otro lado con el sistema puerta a puerta sin depósito. El despliegue de contenedores en los comercios y negocios de la zona del casco antiguo finalizará antes del verano y en toda la zona centro se espera culminar en un periodo de unos seis meses.
Según datos del Geoportal de Reus, el municipio cuenta con alrededor de 75 baterías de este tipo. El relevo en la contrata de basuras que se produjo a finales del año pasado no afectaría a su continuidad.
Ajustar la capacidad y el horario
«Estamos muy contentos con el nuevo sistema. Junto al concejal de Medi Ambient, Daniel Rubio, estamos acabando de ajustar un poco más las horas de recogida y algunos otros detalles para que todo salga bien», valora el propietario de Cal Gallisà, en el Mercadal, Sergi Llambrich, que dice que «se trata de coordinar las necesidades que vayan surgiendo ante una cosa que se está implantando y que, por lo tanto, es nueva para todos y nos tenemos que acostumbrar».
En todo caso, «estamos satisfechos por la imagen de la plaza y por la recogida selectiva», precisa, y dice que «Medi Ambient nos ha traído todos los cubos y nos lo vienen a recoger. Sobre las dimensiones de los depósitos, cuenta que «forma parte de los detalles que estamos acabando de pulir con la concejalía». «A nivel de aspecto y sobre todo de salubridad estamos mejor y nos ponemos a la altura de otras ciudades turísticas como lo es esta», concluye. En el espacio que ocupaban anteriormente los contenedores se han expandido ahora las terrazas de los bares más próximos.
Desde Casa Coder opinan que los nuevos contenedores del puerta a puerta «podrían ser algo más grandes porque, tal como están hechos, se nos quedan bastantes pequeños». «Por eso, no nos funciona del todo bien, porque el restaurante genera más basura que la que nos cabe ahí y la mayoría solo se pueden sacar por la noche», comenta Omar. Y en la calle de la Mar, Jenifer, del Espai Prioral, indica que «el sistema funciona bien y, aunque los contenedores son más grandes que los que teníamos, siguen quedando justos y sería bueno que fuesen mayores». «Por ejemplo, a veces, el cristal que generamos no cabe del todo», apunta.
Tras la barra de L’Absis, Josep Torres precisa que «creo que el nuevo sistema funciona mejor porque el hecho de que los contenedores tengan una llave para cerrar hace que los vecinos no puedan usarlos para tirarnos su basura», ya que «nos hemos concentrado muchas veces, con los antiguos cubos, que alguna gente que pasaba por allí aprovechaba, dejaba las bolsas y no tenía ni siquiera en cuenta si era vidrio, orgánico o resto». Además, «ahora, como se cierran, también huelen menos». En cuanto a la medida, «pensamos que los que tenemos son más grandes y estamos contentos». En la recogida «sí que a veces los horarios son un poco irregulares, pero bueno», concluye.
Algunos establecimientos han expresado a este rotativo que la idea del gobierno sería, a futuro, reemplazar el total de las baterías soterradas que operan dentro del ámbito del Tomb de Ravals.
Reorientar a quienes residen allí
Cuando se desmantelaron los contenedores del Mercadal, el Ayuntamiento explicó que a los vecinos de esta plaza, que cifraba en alrededor de 38, se les redirigiría hacia la del Teatre o la de los Argenters –donde se han reforzado las fracciones– con un educador. Ahora que también se prevé la desaparición de las islas de basuras de estos dos puntos, el consistorio sostiene que aportará una solución, con prueba piloto incluida, de la cual prefiere no avanzar todavía información.
Los primeros contenedores soterrados, señala la información sobre la recogida de basuras hecha pública por el Ayuntamiento, se instalaron a finales de los 90. Los depósitos se renovaron ya entrados los 2000 para actualizar su tecnología, con grupos hidráulicos que los levantaran, bocas mayores y capacidad para hasta 4.000 litros. Hacia 2015 también se pusieron al día los del Mercadal y los del Raval del Pallol, que habían quedado fuera de servicio por orden de Inspección de Trabajo tras un accidente laboral.