Los barrios más alejados del centro de Reus, vertederos para los incívicos

Restos de obras aparecen alrededor de los contenedores. Los vecinos reclaman cámaras. La prueba piloto de cierre de contenedores con tarjeta deja opiniones dispares

28 agosto 2024 18:44 | Actualizado a 28 agosto 2024 18:54
Se lee en minutos
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

«Eso lleva ahí más de un mes. Lo sabe hasta la alcaldesa, que vino a dar una vuelta y lo estuvo mirando», explica Esperanza Torrijos, presidenta de la Associació de Veïns del Barri Immaculada de Reus, cuando se le pregunta por los restos de obra tirados junto a una de las islas de contenedores de la zona, en la calle Vilafortuny.

«Es un depósito de uralita y tendrá que venir a retirarlo alguna empresa especializada», añade. Las baterías de los barrios más alejados del centro llevan años funcionando como una suerte de vertederos para los incívicos. «Nos dejan ahí cualquier cosa», lamenta Torrijos.

La lideresa vecinal señala este como un ejemplo de «punto caliente» donde «poner cámaras», porque «en todos los lugares de las afueras donde hay contenedores de la basura, se acaban formando vertederos». «La gente llega en coche desde cualquier sitio, se para, descarga todo lo que lleve y listo. Y luego nos lo encontramos ahí», señala.

«Al estar en una zona abierta y donde no hay ningún control, ocurren estas cosas. Ya sabemos que no se puede poner un guardia en cada contenedor. También pasa en la carretera de Riudoms. Siguen tirando cosas sin ningún miramiento», señala. Y apunta que alguna vez, desde el Ayuntamiento, «se nos ha dicho que, cuando veamos situaciones así, las fotografiemos y enviemos las imágenes. Pero los vecinos no podemos a hacer de policías».

El mismo consistorio, «durante 15 días» colocó, «como prueba, letreros donde se avisaba de que había cámaras. No sé si las cámaras estaban o no, pero aquello funcionó. Luego, quitaron los letreros y volvimos a lo mismo».

En rieras y caminos

En la Urbanización Sant Joan, el problema se ha desplazado. «Con el cierre de los contenedores de orgánica, que ha funcionado muy bien, ahora los neumáticos y los cascotes nos los tiran en las rieras y en los caminos. Hace apenas un par de semana tuvimos un episodio en un sendero detrás del local social. Los vecinos estamos alerta», concreta el presidente de la Associació de Veïns, Jordi Solans.

Y en la Urbanització Blancafort, donde también rige el cierre de contenedores, la presidenta de la Associació de Veïns, Elena Mestres, indica que la aplicación móvil para abrirlos «no funciona bien», los depósitos «están sucios» y «hay quien deja basura fuera». «Querríamos que los reabrieran», dice.

La prueba piloto

Mas Carpa, Xalets Quintana, Blancafort y Sant Joan participan, desde mediados de marzo, en una prueba piloto de cierre de contenedores impulsada por el Ayuntamiento. El test cierra los contenedores de resto y orgánica con tarjetas personalizadas, de manera que sea necesario identificarse para abrirlos y depositar en ellos las bolsas de basura. El sistema funciona por proximidad, con lectores instalados en la tapa de los cubos.

El ensayo en las cuatro urbanizaciones, que suman cerca de 1.830 habitantes, definirá en buena parte lo que se aplique definitivamente allí y el resto de Reus está en estudio. El objetivo, lograr el 55% de recogida selectiva que fija la Unión Europea para 2025. Dejar las bolsas fuera de los contenedores o abandonar trastos puede suponer multas de hasta 600 y 750 euros respectivamente.

Comentarios
Multimedia Diari