Las guarderías municipales de Reus vuelven a llenarse

Los jardines de infancia para niños de 0 a 3 años cerraron este noviembre con 452 de sus 480 plazas llenas, lejos de las 364 del invierno pasado. Los patios, espacios de extensión del aula

14 diciembre 2021 13:18 | Actualizado a 14 diciembre 2021 13:27
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La red de Escoles Bressol Municipals de Reus atiende, a fecha de cierre de este mes de noviembre, a un total de 452 alumnos. Son prácticamente tantos como los que acudían a las aulas en el mismo momento de 2019, antes de que el estallido de la Covid-19 desembocase en un importante desplome de las matrículas: a finales de 2020, con el virus en su pleno apogeo, eran 364 los niños y niñas que asistían regularmente a alguno de estos seis jardines de infancia gestionados por el Ayuntamiento, casi 100 menos que ahora. 

Consultado sobre el nuevo escenario, el concejal de Cultura i Educació, Daniel Recasens, explica al Diari que «cuando hubo una determinada caída, ya apuntamos que las familias tenían una cierta tendencia a dar algún peso a este miedo de volver a los espacios que son más o menos públicos, más o menos comunitarios, con la propia evolución de la pandemia». «El momento actual lo que está generando es que las familias regresen a una normalización de la vida cotidiana y, por lo tanto, el impacto de esto es evidente en la primera etapa de la escolarización, que es precisamente lo que tenemos en las Escoles Bressol», añade.   

El responsable de Educació indica que «estamos en una situación muy parecida a la que teníamos prepandemia, aunque son números que van fluctuando» tras un período en que «se dio un descenso notorio marcado por la repercusión, por ejemplo, del teletrabajo, de la poca tendencia a salir y a interactuar que hubo en el impacto fuerte de la Covid-19, cuando las familias aún se preocupaban mucho más de tener a los niños y niñas en casa». «En el momento en que esto se ha ido suavizando, se ha ido normalizando, las Escoles Bressol vuelven a ser un espacio que es muy necesario», dice.

«Valdría la pena plantearnos el peso pedagógico que tienen los centros pero la función social también está»
Daniel Recasens. Concejal de Cultura i Educació

Con datos del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), el retorno al trabajo presencial se ha consolidado en España en el tercer trimestre de 2021. El porcentaje de ocupados que cumplieron con sus obligaciones laborales desde su propio domicilio más de la mitad de los días fue del 8 % entre septiembre y noviembre, frente al 9,4 % del segundo trimestre de 2021 y del 11,2 % que se había registrado el primer trimestre. La vuelta de los adultos a sus empleos –con menos horas en el hogar para conciliar–ha traído consigo, también, la de los pequeños a los jardines de infancia. 

En este sentido, Recasens considera que «posiblemente valdría la pena plantearnos el peso pedagógico que tienen las escuelas más allá de la función de puro aparcamiento, aunque igualmente es verdad que también es una necesidad social y se hace la labor de ese tipo en el sentido de recoger a los niños y niñas en esta edad». «Recuperamos las Escoles Bressol Municipal en términos numéricos pero, al final, el tránsito ha sido muy acompasado a la pandemia», concluye el concejal de Educació.

La capacidad de la red municipal de jardines de infancia, que cuenta con un total de seis centros –El Marfull, El Margalló, L’Olivera, La Ginesta, El Lligabosc y Montsant–, es de hasta 480 plazas. Antes eran más, pero el Ayuntamiento optó por reducir algunas matrículas coincidiendo con el catálogo de ajustes que se llevaron a cabo para minimizar los efectos de la Covid. En concreto, en este aspecto, la Escola Bressol Municipal

La Ginesta y la EBM L’Olivera, que antes podrían llegar a albergar a hasta 114 alumnos cada una de ellas, han pasado a ofrecer desde la llegada de la pandemia un máximo de 107 plazas por centro.    

Al acabar noviembre, y según la información que el Ayuntamiento de Reus ofrece de manera pública a través de su portal Open Data, El Marfull registró 110 alumnos –95 durante el mismo mes de 2020–, El Margalló tenía 35 –28 en 2020–, L’Olivera contó con 107 –104–, La Ginesta tuvo 98 –58–, El Lligabosc registró 62 niños y niñas –46– y Montsant, 40 –que fueron 33 en noviembre del año 2020–. Las cifras resultan prácticamente idénticas a las que dejó 2019, antes de que el virus entrase en escena, con una variación de solo siete pequeños, siempre según Open Data.

Aunque la información de este ámbito no está actualizada, al menos parte de los seis jardines de infancia que integran la red de las Escoles Bressol Municipals de Reus mostraban a inicios del presente curso algunas de sus franjas de edad a plena ocupación, y familias en lista de espera para incorporarse. Cabe destacar que las solicitudes fluctúan considerablemente dependiendo del momento y que los padres y madres tienen opción de elegir dónde quieren inscribir a sus hijos, y de aquí que las colas puedan formarse en alguna Escola Bressol concreta mientras que otras sí presentan vacantes. 

En cuanto a la cuestión económica, en mayo de 2020 el Ayuntamiento aprobó nuevas tarifas para la red que incluyen el servicio escolar y el comedor. Los precios oscilan entre los 35 y los 375 euros. Igualmente el año pasado se implantó la tarifación social «como una medida más en la búsqueda de la equidad educativa, y a la vez un apoyo a las familias». El sistema prevé nueve tramos de renta que dan lugar a cuotas distintas, en función de la capacidad de cada familia. 

El Ayuntamiento destacó en su momento que «la cuota mínima da cobertura a todos los hogares de bajos ingresos, con independencia del origen de la renta y de las características del hogar» y que así «no requiere ser usuarios de los servicios sociales y tampoco sufrir problemas adicionales». La tarifación social se extendió también al sistema del comedor. Se establecieron múltiples posibilidades de servicios horarios, con inclusión o no de la oferta de menús pero todos ellos con precio tarifado. 
Implementar jardines educativos

Otro de los aspectos en los que se está avanzando es el de la transformación de los patios de todas las Escoles Bressol Municipals en extensiones del aula. La EBM L’Olivera inauguró justo hace pocos días las nuevas instalaciones del suyo, que ahora cuenta con elementos como un iglú vegetal, un laberinto de bambú o recorridos con varias texturas. Se trata, tal como exponía Recasens durante la presentación del nuevo patio, de «generar nuevos espacios para experimentar y para que los niños puedan llevar a cabo descubrimientos por ellos mismos, es decir, que sean jardines educativos». 

El proyecto ha querido vincularse con el cambio de modelo pedagógico que las Escoles Bressol vienen implantando y que promueve la libre circulación de los pequeños por varios lugares de los equipamientos para fomentar la autonomía, la capacidad de actuación, el desarrollo evolutivo y el contacto directo con la naturaleza. Todo se concibe con esta finalidad: desde el pavimento a los accesos, pasando por las vallas perimetrales y lo más visible, los elementos de mobiliario especiales.

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