El reinado de Carnestoltes llegó este domingo a su Ecuador con una lluvia de confeti y color en Reus. Si no hubo suficiente con las rúa de lucimiento del sábado, la fiesta siguió durante toda la jornada de domingo con un mayor protagonismo de las familias. Después de una larga noche, a las once de la mañana todas las carrozas ya estaban nuevamente plantadas en la avenida de la Salle, dispuestas a encarar la Rúa Matinal.
El cansancio se notaba en la cara de los más jóvenes -la mayoría, luciendo gafas de sol-, mientras que los más pequeños mostraban su mejor sonrisa, listos para encarar un día más de Carnaval, un día más de fiesta, un día más para ser aquel personaje que tanto desean ser.
Superhéroes, como Superman, Spiderman o Badman, y princesas como Elsa fueron los disfraces favoritos de niños y niñas. Muchos salieron en la rúa y, los que no pudieron, fueron a verla. Sentados en la acera de la calle de Misericòrdia, los más pequeños esperaban, impacientemente, este domingo por la mañana, que se diera comienzo a la Rúa Matinal. Muchos arrastraban bolsas llenas de confeti como una previa a la gran batalla que les esperaba por la tarde en el paseo de Mata.
Puntualmente, las carrozas se pusieron en marcha a las 11.15 h e iniciaron un recorrido que pasó por la plaza de la Pastoreta, calle de Misericòrdia, arrabal de Robuster, Sant Pere y del Pallol, plaza de Catalunya, calle del Dr. Robert, de la Selva del Camp, de la Amargura hasta llegar al paseo de Sunyer y, finalmente a la plaza de delante de la Biblioteca Central. En este punto, la rúa finalizaba, pero no la fiesta, que justo empezaba con el Ball Vermut.
Era el momento ideal para cargar fuerzas y afrontar el momento más esperado de la jornada, la gran batalla de confeti. Batalla que, por cierto, los más expertos iban bien preparados. Había quien cerraba los ojos, otros que, con cara de angustia, intentaban sacarse de la boca el confeti que se les había quedado pegado en la lengua ante algún lanzamiento hecho a traición... Y otros, más precavidos, lucían gafas de piscina. Así que, sin peligro alguno, la batalla podía empezar.
Música a todo volumen, caderas a bailar y, sobretodo, bolsas llenas de confeti. A las seis de la tarde empezaba la fiesta y en pocos minutos, el paseo de Mata ya se había convertido en una piscina de papeles de color. Los pequeños no dudaban en tirarse al suelo, revolcarse y simular que sabían nadar. La mayoría llevaban encima bolsas de la compra con las que aprovechaban la ocasión para rellenarlas con el confeti lanzado desde las carrozas y lanzarlo, de improvisto, contra sus padres. La batalla se alargó hasta las ocho de la tarde.
Carnaval sigue hoy en la capital del Baix Camp y ahora lo que toca es recuperar las energías perdidas durante el fin de semana. ¿Cómo hacerlo? Pues con un exquisito desayuno que esta mañana, a partir de las 9 h, los distintos grupos del Carnaval reusense ofrecerán en la plaza de Prim. Se trata de Expo-Profit. Pero al rey Carnestoltes no le queda mucho tiempo de vida. Será este martes que su cuerpo será velado en el Centre Cultural El Castell para, posteriormente, trasladarlo hasta el Castell del Cambrer, donde se hará el último adiós.