Los reusenses tienen ganas de viajar, han dejado atrás el temor por moverse y lo que les hace más reticentes a la hora de hacerlo son las normativas cambiantes de los países de destino. Muchos viajeros prefieren formalizar los trámites por su cuenta y otros optan por el acompañamiento de los agentes de viajes. Estos han sorteado como han podido la crisis; han afianzado a sus clientes en tiempos complicados y han incrementado horas de esfuerzo para actualizarse constantemente con las normas vigentes; aunque por lo general, el nivel de facturación no es el mismo de antes. Hablamos con tres agencias de la ciudad para profundizar sobre cuál es su realidad.
«La temporada comenzó aceptable, pero vino la sexta ola y las reservas se frenaron del todo, la temporada ha sido peor de lo que pensábamos en nuestro caso». Así resume su percepción de la actividad turística el director de La Galia Viatges, Manel Aguiló. Explica que, en su caso, puede hablar de una «leve recuperación» que posiciona entre el 10 y el 15%. Los porcentajes de esta temporada, aun así, en mayo y junio, «han sido positivos».
Preguntado por las rutinas de la clientela, si se anima o no a marcharse de vacaciones, contesta que «la gente tiene ganas de irse donde sea; las agencias garantizan una seguridad e información constante de las normativas de los países de destino vigentes». Que haya ganas de moverse los anima a seguir adelante. «Alternativas para seguir, en nuestro caso, no hay muchas», reconoce. «Es cierto que tenemos algunos viajes para este otoño y algunos de luna de miel, pero no lo que estábamos acostumbrados. Hemos ido tirando de ahorros, ya que cumplir con todos los requisitos para pedir determinadas ayudas ha sido complicado», añade.
Aporta que hay «cierta movilidad» y aunque en La Galia Viatges están más focalizados en los viajes de larga distancia, en este momento los clientes de la ciudad que no apuestan por marcharse al extranjero «se van a las Islas Baleares, a pesar de todas las problemáticas (relacionadas con la Covid) del momento y, también, los hay que se van a las Islas Canarias». Si bien es cierto que a menudo sale más a cuenta viajar lejos, sobre todo por el precio. «Una familia de cuatro personas, por la misma cantidad, podría irse al Caribe», sostiene.
El miedo, prosigue, «se ha perdido, lo que frena más es la incertidumbre por el cambio constante de normativas». Para los profesionales del sector supone una «verdadera complicación» estar al día de todas las modificaciones. «No es sólo estar por las normativas del país, sino que, en el caso de hacer escala, también hay que cumplir las del país en el que te haya tocado coger otro vuelo hacia tu destino y supone un esfuerzo, especialmente para los clientes, a los que les tienes que hacer acompañamiento y asistirles en cualquier situación», detalla.
Por lo que se refiere a viajes de larga distancia, enumera como populares de la temporada «el Caribe y Costa Rica –porque no hay lugares cerrados y llama la atenció de parejas y familias– y no se quedan atrás tampoco los grandes viajes, como Kenia y Tanzania, entre otros». «Mucha gente pide, también, información para ir a las Maldivas pero el coste del viaje es lo que les echa atrás», destaca.
De Europa y, según lo que han ido viendo en La Galia Viatges, lo que más les piden es «Grecia e Italia, donde hay, por otro lado, ciudades con más y menos restricciones, que piden pruebas y certificados para moverse», manifiesta. Pone como ejemplos Venecia y Roma, que llegan a acoger a una cantidad ingente de turistas. «Te piden un poco de todo, en este caso», señala.
Decisiones de última hora
Sobre si ha observado un cambio en el perfil de su clientela a raíz de la pandemia, responde que «pensábamos que saldríamos reforzados, pero somos animales de costumbres; a menudo, hay gente que nos confunde con una oficina de turismo y nos hace consultas sin reparar en que no son clientes nuestros; nosotros igualmente les informamos pero hace falta algo más de pedagogía. Hemos notado, también, que la gente quiere viajar, pero que lo decide en el último momento, sin planificarlo», acota.
El reembolso de los billetes de las líneas aéreas que pausaron vuelos al llegar la pandemia es otro de los pesares que han vivido los agentes de viajes y que «aún no hemos dejado atrás», dice. «Hemos tenido que sacar el dinero de nuestro bolsillo y no tenemos garantías de que nos lo devuelvan. Los bonos han sido parches. Hacer la reclamación me costó 112 llamadas telefónicas y 13 horas de espera, eso en pleno confinamiento; todo son costes», recuerda. Prioriza el tener un seguro de viaje para los clientes.
Aportar soluciones
Para situarse en cifras de 2019, cree que observarán más estabilidad hacia 2023. «El sector del turismo siempre ha estado sujeto a acontecimientos de última hora: desde huelgas de controladores aéreos, erupciones de un volcán en el país de destino, etc. Todo eso forma parte de nuestro trabajo, aportar soluciones a imprevistos», formula.
Por su parte, la directora de la oficina Viatges Alemany, Fina Anglès, aporta más información en materia de restricciones en los destinos: «Lo más curioso es que, a menudo, nos podemos encontrar con normativas que se contradicen, incluso, en la misma página. Eso genera confusión y la inversión de tiempo que realizamos para interpretarlo es poco fructífera». Coincide con Aguiló sobre los destinos más populares este verano en la ciudad. Remarca: «Menorca e Ibiza; más allá, está Islandia, que se impone como uno de los lugares más seguros en los que exigen pasaporte y test de antígenos». Otro factor que distingue como fundamental es que además de las posibles pruebas o certificados de vacunación, «hay museos y munmentos que también piden pruebas para poder entrar, es el caso de la Torre Eiffel», indica. El volumen de facturación, expresa, «es algo que no hemos recuperado, a pesar de que hemos doblado la dedicación porque hay más papeleo; los ingresos no van de la mano», hace saber. La cancelación de vuelos a Mallorca, Menorca e Ibiza «tampoco han ayudado». Otro tema que recalca es la seguridad: «Con las medidas que hay en Reus podemos ir al fin del mundo y si somos responsables, podemos viajar sin problemas».
Comunicación continua
Cuando Anglès describe a su perfil de cliente incluye aquel que, «antes, hacía los trámites para viajar por su cuenta, a través de internet», pero ahora ha encontrado que opta por el apoyo de las agencias. «Ahora nos buscan y, con modalidades como WhatsApp Business, hay más facilidades para estar en contacto continuo», asegura. Este rasgo lo observa como una ventaja, algo con lo que la directora y propietaria de Nuevos Destinos Ahuel, Mara González, está de acuerdo: «Nuestra voluntad es que nuestros clientes se sientan acompañados en todo momento, puesto que a menudo está limitado por las circunstancias». Establece que, la realidad bajo su punto de vista, es que «no podemos hablar de recuperación del sector y la razón es el cambio que han traído las normativas y la burocracia correspondiente», informa.
En su caso, y como se ha ido observando con los demás agentes consultados, los destinos de larga distancia por los que los reusenses apuestan son Islandia, Costa Rica, Maldivas y Tanzania; y, en el caso de los que se quedan en territorio español, optan por las islas. Destaca: «Menorca, Mallorca y Formentera; y, Tenerife y Palma». «A nivel interno, nosotros hemos salido reforzados. Hemos invertido en marketing digital. Hemos mejorado en tecnología y ampliado plantilla. Esta es la peor crisis en la historia del turismo, pero creemos en el sector, nuestra relación con los clientes se basa en la confianza; ellos nos mantienen con vida», resuelve.