Los vados son una de las cuestiones que más quejas han levantado en los últimos años en Reus. Primero, por los centenares de requerimientos que envió el Ayuntamiento a empresas y particulares que hacían uso de parkings sin tener vado, sobre todo después de la pandemia; y ahora, por la subida de la tasa en un 40% este 2024. También en la memoria de la Sindicatura Municipal de Greuges de Reus de 2023 queda constancia de las quejas generadas por esta tasa que permite la entrada de vehículos a través de aceras, siendo uno de los temas recurrentes, junto a otros impuestos, como el IBI, la tasa de la basura o la plusvalía.
Sobre los vados, en la memoria constan quejas por no estar de acuerdo con el recibo «en comparación con lo que pagan el resto de vecinos», recargos, recibos de vados que supuestamente no se han pedido o incremento del precio de la tasa. Casi una quincena de quejas recibidas por la síndica el año pasado fueron en esta línea.
También destacan una decena más de quejas relativas a otros impuestos, como el de la basura o del IBI, por «importe elevado» o recargos. En el caso del Impuesto de Bienes Inmuebles, también hay incidencias por haber cobrado recibos de inmuebles que ya no son propiedad de la persona.
«Es una cuestión que preocupa mucho a la gente», comenta el presidente de la urbanización Les Palmeres d’Aigüesverds, Marcos Massó, también al frente de la Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR). En el caso concreto de los vados, recuerda que, en Aigüesverds, «hace años que nos obligaron a todos los vecinos a ponerlos».
También sucedió en El Pinar y, más recientemente, en los polígonos de la ciudad y entre particulares. La situación levantó revuelo entre empresarios y vecinos, sobre todo porque los requerimientos del Ayuntamiento llegaron justamente en plena pandemia, en primavera de 2021. En ese momento, desde el consistorio se exponía que la regulación había empezado a principios del mandato 2019-2023, antes de la Covid. Primero, con inspecciones de oficio para localizar situaciones irregulares, que supondrían «fraude fiscal»; y después, enviando requerimientos para regularizarlas con un plazo de 15 días.
La tasa del vado se paga, no por impedir que otro vehículo aparque delante del acceso a un garaje o similar, sino para que el coche en cuestión pueda utilizar la acera para acceder al garaje. En consecuencia, y para garantizar este acceso, queda también prohibido aparcar delante de un vado. No obstante, «no se entiende que tengamos que pagar lo que pagamos si, al fin y al cabo, es el acceso a tu casa», se queja Marcos Massó.
En paralelo, este 2024 se suma la subida en un 40% del impuesto de vados. Un incremento que, junto a la subida generalizada, generó múltiples concentraciones y quejas de vecinos y varios sectores económicos en otoño. Este incremento no se plasma en el informe de la síndica porque el documento corresponde a 2023 y la subida de impuestos se aplica a este ejercicio 2024.
«En una reunión con la alcaldesa, comentamos que veíamos poco sensible hacer esta subida tan elevada», relata el presidente de la asociación vecinal de El Pinar, Ton Sotorra, que añade: «Hay todavía muchos locales en los que entran coches y no pagan vado, pero es más ‘sencillo’ hacer pagar más a los que ya pagamos».
Por su lado, Marcos Massó, desde Aigüesverds, detalla que, ahora, en la urbanización «pagamos unos 350 euros por el vado». Con el incremento de la tasa un 40% «ha habido muchas quejas entre los vecinos» y detalla que a nivel de Aigüesverds presentaron en su momento una carta al Ayuntamiento. También desde la FAVR, en contra de la subida generalizada de impuestos, «pero no recibimos ninguna respuesta directa, solo lo que vimos a través de los medios de comunicación: que las alegaciones quedaban rechazadas», lamenta.
Massó subraya que el malestar es por la subida de un 40% de los vados, «pero también el IBI ha incrementado un 12%, todo suma y, al final, pagamos muchísimos impuestos y no vemos ninguna repercusión. No tenemos ni bus urbano» y detalla que, en Aigüesverds, «pagas de IBI, al menos, 3.000 euros anuales».
Retrasos en las respuestas
Como expuso la Síndica Municipal de Greuges de Reus, Anna Civit Inglès, en la pasada sesión plenaria, un común denominador de la mayoría de quejas recibidas el año pasado fue el retraso de las administraciones, ya sea en dar respuestas o citas previas. Concretamente, Hacienda fue la concejalía con más quejas por esta cuestión.
358 atenciones, la mayoría de mujeres de mediana edad
En total se hicieron, el año pasado, 358 atenciones en la Sindicatura Municipal de Greuges de Reus: 187 fueron quejas, 152 consultas y 19 actuaciones de oficio. Mayoritariamente, las atenciones fueron presenciales (49,72%) y eran mujeres (57%). Civit destacó especialmente las atenciones relacionadas con la pobreza y falta de recursos. «Hay dificultades muy grandes que quedan reflejadas en las quejas», dijo, y que «afectan a mucha gente, no solo a migrantes». Así, hay consultas para acceder a Servicios Sociales, sobre desahucios o cómo acceder a viviendas sociales.