«Desde el punto de vista de la seguridad, siempre hemos visto que, en patinete por la calzada, el casco no deja de ser una medida de prevención», explica la concejala de Seguretat Ciutadana, Dolors Vázquez, que indica que «se trata de disminuir las consecuencias de un posible accidente, que se multiplican exponencialmente si la persona no lo lleva». Por eso, y teniendo en cuenta que la futura Ordenanza de Movilidad de Reus aún se está elaborando, «desde la concejalía, a nivel técnico, hemos propuesto que exista esta previsión porque creemos que es esencial anteponer la seguridad y hay que tener en cuenta que el patinete se considera un vehículo».
Muchos municipios ya han regulado este aspecto. En Reus, Vázquez apunta que la Ordenanza de Movilidad «se encuentra en una fase general, empezando a especificar, y el capítulo del patinete todavía no ha llegado», y recuerda que «seguramente venga antes la nueva Ley de Tráfico, ya que en noviembre debería pasar por el Senado el artículo 47 que incluye la obligatoriedad del casco». En ese contexto, «si la ordenanza lo recoge estará bien, pero no sería imprescindible», aunque «la voluntad es que haya una regulación de cuáles deben ser los complementos de protección que debe lleve el conductor». «Seguretat propone que el casco sea un mecanismo preventivo», añade Vázquez, que detalla que la ordenanza «es una herramienta transversal que no atañe solo a este departamento».
De cualquier manera, que los vehículos de movilidad personal (VMP) –hasta ahora en Reus sujetos a la Ordenanza de Civismo– pasen a regirse por la de Movilidad «es positivo porque esta trata sobre cómo circular en un aparato que es un vehículo, y ese es su hábitat natural». En una entrevista reciente al Diari, la concejala de Urbanismo, Marina Berasategui, avanzó la previsión de que el documento esté listo a finales de año. Y abrió la puerta, también, a implantar el alquiler de patinertes «cuando tengamos garantías como ciudad».
El Ayuntamiento impulsa desde hace meses charlas y acciones formativas sobre la conducción del patinete eléctrico dirigidas a públicos muy diversos. En este sentido, Vázquez expone que «la tendencia comienza a ser, cuanto menos, positiva». «Estamos viendo que ya empieza a haber un incremento de usuarios que están cumpliendo, más patinetes circulando por la calzada o que no lo hacen por aquellos espacios reservados para peatones, los cursos están cuajando y estamos contentos de los resultados que están dejando, y hay algunos municipios que nos han pedido formación», explica la concejala. Sobre la decisión de poner en marcha estas iniciativas, asegura que «vimos que debíamos comenzar a tratar el tema de forma directa tras detectar en 2019, antes de la pandemia, un incremento de patinetes, y vimos que la Ordenanza de Movilidad debía venir después y debía estar acompañada de información pedagógica; es importante que las nuevas formas de movilidad sean enseñadas y conocidas».
Según las últimas estadísticas que hizo públicas el gobierno municipal, entre agosto de 2020 y julio de 2021 la Guàrdia Urbana tuvo conocimiento de 37 accidentes de tráfico en que estuvieron involucrados patinetes u otros VMP, independientemente de quién los originase. En el mismo período, la policía local levantó 995 actas a usuarios de patinetes eléctricos, patines, monopatines y bicicletas por circular por las aceras o por otros espacios destinados al uso de peatones. Tomando datos de los últimos once años, la media es de 3,37 accidentes al mes.
