La segunda cuestión de confianza vinculada a los presupuestos que hace días planteó el alcalde de Reus, Carles Pellicer, ha llegado a su ecuador. Aún así, que las cuentas de 2018 quedarán finalmente aprobadas es una realidad. Sobre todo porque desde la oposición no están por la labor de intentar urdir una mayoría alternativa (14 de los 27 concejales) y presentar una moción de censura. De hecho, y a diferencia de lo que ocurrió el año pasado, hasta la fecha no se ha producido ninguna reunión o acercamiento entre la CUP, Cs, PSC y PP para tratar esta cuestión. Y, según explican, así será hasta el final.
«Es muy difícil, casi imposible, encontrar un candidato alternativo en tan poco tiempo y cuando las posturas están tan alejadas», apunta el portavoz de Cs, Juan Carlos Sánchez, mientras que su homónimo en el PSC, Andreu Martín, destaca que el escenario todavía es más complicado que en 2017 porque resta poco más de un año para acabar el actual mandato.
La cuestión de confianza demuestra, de nuevo, que la oposición no puede articular una mayoría alternativa (14 de los 27 concejales)Opiniones que también comparten desde el PP y la CUP, los cuales subrayan la influencia que ejerce el momento político que atraviesa el país. Por todo ello, desde las cuatros formaciones, tal y como apuntaron, no se han puesto a trabajar para tumbar las cuentas. Además, critican el tacticismo empleado por el alcalde y ya sólo esperan a que se aprueben para seguir avanzando.
Los 30 días naturales que tiene la oposición para presentar una moción de censura (según marca la LOREG) finalizan el próximo miércoles 7 de marzo. Si no se produce ningún movimiento, los presupuestos quedarán aprobados a expensas de su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia de Tarragona (BOPT) y su exposición pública para que los ciudadanos puedan presentar alegaciones. Al finalizar este periodo, y si no se presentan reclamaciones contrarias, las cuentas quedarán aprobadas a mediados del mes de abril.
En caso que tuvieran que resolverse se llegaría a finales de mes. Sin ir más lejos, esto es lo que ocurrió el año pasado porque dos formaciones políticas (DenouReus y Demòcrates de Reus) y ciudadanos a título particular presentaron alegaciones. Todas ellas fueron desestimadas y el equipo de gobierno (PDeCAT, ERC y Ara Reus) logró tener los presupuestos aprobados a finales de junio.