El grueso de las obras de la calle Ample, la plaza del Víctor y su entorno de da por culminado. El Ayuntamiento pudo recepcionar este jueves buena parte de los trabajos ya realizados. Y Ample ha reabierto a la circulación de coches tras unas semanas cerrada.
La empresa que ejecuta las labores disponía de una última prórroga hasta el 30 de noviembre para finalizar, al menos, la mayoría de la intervención. Cumplido este trámite, el consistorio ha concedido un nuevo margen de 15 días.
Fuentes municipales consultadas precisan que todavía quedan por ejecutar algunas actuaciones, que serían principalmente menores. Por ejemplo, faltan cuestiones vinculadas a la jardinería, entre otras.
«La cosa está bastante avanzada. Ha quedado bien», valora el presidente de la Associació de Veïns Reus Nord, Josep Ramon Ferré. La entidad y los comerciantes de la zona del Víctor preparan una fiesta para «dar a conocer a todo el mundo el nuevo aspecto de la plaza y los establecimientos que hay cerca de ella». Y es que, para los negocios de este punto de la ciudad, ha resultado algo «duro» pasar por unas obras que «la verdad es que han sido largas».
Ferré valora que «el aspecto de lo que se ha hecho es muy bueno» y bromea diciendo que «hasta se ha ampliado la calle Ample». Aunque «habrá que esperar un tiempo para que se terminen al 100% las obras y ver cómo funciona». De entrada «lo más importante para nosotros es que la ciudadanía sepa cómo es ahora esto».
La licitación para la segunda fase
Los trabajos que ya se han desarrollado arrancaron en enero y forman parte de la primera fase de la transformación de la plaza del Víctor y sus alrededores. Cuentan con un presupuesto de 655.021,40 euros, IVA incluido. Y abarcan la plaza propiamente dicha y tramos de la calle Ample, Santa Helena y Miró.
La pacificación de este ámbito es la meta, y supone cambios como la reordenación del espacio, el cambio a plataforma única, el empleo de granito en la fuente de Neptú o la renovación del alumbrado. La jardinería también se expandirá.
Lo siguiente, según especifica el Ayuntamiento, es licitar la segunda fase del proyecto –desierta en un primer intento–, que pone el foco en la calle de Sant Josep y seguirá los mismos criterios que la primera parte.