La industria y la construcción cerraron un mayo de 2021 positivo en lo que se refiere a ocupación en Reus: -0,03% de variación mensual (que se traduce a un 6,94% en paro) y -0,15% (que supone un 9,44% en paro) respectivamente. Si se compara con otros sectores, el de servicios (+0,62), por ejemplo, va al alza en incremento de paro; algo que puede cambiar al entrar de lleno en la temporada de verano y más turística. Todo lo expuesto, lo muestra el portal de ocupación municipal y lo secunda el presidente de la Associació de Polígons Industrials de Reus (APIR), Gerard Pagès: «Les va bien a los sectores de la industria y la construcción. Habría que añadirle el que se dedica a los componentes de automoción, le va muy bien a pesar de ser uno de los que, al principio del Covid, lo pasó mal». Estos campos de actividad han sorteado la crisis y «los hay que, incluso, están ampliando la plantilla, un indicador muy esperanzador», señala.
A modo de ejemplo, explica, que, alguna empresa perteneciente a la entidad, «ha llegado a aumentar su equipo con un centenar de trabajadores en cuestión de seis meses». Otro asunto que pone sobre la mesa Pagès –y que «prueba que todo empieza a remontar»– es la dificultad de encontrar vehículos industriales, cuya adquisición pasa por el pago por uso, con plazos y distancias de recorrido fijados anteriormente por contrato, un trámite que asumen las entidades financieras. Es una práctica generalizada entre las empresas «desde principios de 2019», distingue. «Ahora mismo, cuesta encontrar vehículos industriales de renting, como camiones grúa, porque van saturados. Hay mucha demanda. Se firman contratos, pero los vehículos solicitados están sujetos a un periodo de espera de entre dos y tres meses; hay cola y no hay existencias», añade. Celebra, aun así, que el pago por uso de haya generalizado en la ciudad: «Sale más a cuenta por precio, pero también por mantenimiento y el seguro está a todo riesgo; cuando ya lo has utilizado, te desprendes de él».
Desde el APIR, Pagès también expone que en lo que a construcción se refiere, entre los asociados, observan que «lo que tiene más tirada es todo lo relacionado con reformas y mobiliario del hogar; éstos no han notado la crisis, pues también han incrementado plantillas en algunos casos», resuelve. En el mismo campo (aunque más centrado en viviendas), la construcción y los servicios de energía solar, así como eficiencia energética, acota, se están manteniendo a flote. El portal de ocupación municipal reúne, por otro lado, un informe de actividades económicas a través de las licencias activas y, en el caso de la industria –en enero de 2021– se registraron hasta 562, una cifra que ha permanecido estable con 500 licencias –aunque con oscilaciones– desde junio de 2011. Es decir, que las actividades se han mantenido sin bajar del 500.
El transporte público y los vados
En el APIR, hay «unas 38 empresas asociadas» y, entre los proyectos que trabajan de forma conjunta, está el de surtir los polígonos de transporte público regular. «Es algo que llevamos batallando desde hace mucho y que seguimos teniendo en cuenta», dice. Quieren que haya más frecuencia de autobuses, que se amplíen los horarios. «De esta manera, más allá de que se puedan beneficiar las personas trabajadoras de los polígonos, los estudiantes en prácticas de la FP Dual, también pueden desplazarse», justifica.
Otro de los asuntos en los que están trabajando, abordado en el Diari a mediados de marzo de este año, es el relativo al pago de vados. Y es que, entonces, el consistorio procedió a regularizar su retribución en toda la ciudad –polígonos incluidos–, cuando, anteriormente, los empresarios nunca la habían pagado.
«Aunque no estamos en contra, luchamos por no pagar la misma tasa que el centro de la ciudad; pues no contamos con las mismas condiciones, por lo pronto no hay los mismos servicios. Además, se pierden lugares de aparcamiento», expresa. Cabe decir, que la tasa de vado se sufraga para poder disponer de forma particular o de carácter privativo un espacio de la vía pública.
Por otro lado, Pagès informa que el próximo 1 de julio se llevará a cabo la primera reunión presencial de la asociación tras haberlas dejado de hacer debido a la llegada de la pandemia en marzo de 2020.
Siguiendo la estela de la construcción, cabe decir que el Col·legi d’Aparelladors, Arquitectes Tècnics i Enginyers d’Edificació de Tarragona, consultado hace cuestión de una semana por otra pieza informativa, también hablaba de «recuperación» en Reus y hacía un balance positivo del semestre: «La salud del sector, ahora mismo, es buena». Por su parte y desde el Gremi de la Construcció del Baix Camp, coincidieron con dicha afirmación y, su presidente, Antoni Sentís, auguró una temporada «provechosa».
Las previsiones
En términos generales, hemos querido saber cuáles son las previsiones de ocupación para este verano de parte de la administración local. Desde la concejalía de Empresa i Ocupació del Ayuntamiento de Reus, el concejal al frente, Carles Prats, explica que son «moderadamente optimistas». Cifra que este verano habrá «una tendencia de ocupación del 60%». Esas, acota, son «las sensaciones del sector». Se basa, también, en la bolsa de trabajo municipal y en su movimiento.
Compara, también, la situación de paro con la de 2019 y explica que «la situación actual es mejor que la del año pasado; lo vemos, sobre todo, porque hay oferta laboral», dice. Así pues, entre el mes de mayo de 2019 y el de este año, hay «2.148 personas más en paro» (en 2019: 6.460; y en 2021: 8.608). Este dato refleja, «a pesar del incremento, que nos mantenemos en unos niveles estables; se mantienen, así como las ofertas», resume.
Las restricciones del ocio nocturno fueron un factor que destaca como «un claro inconveniente» en el crecimiento de lugares de trabajo. «Los niveles de contratación han bajado por las medidas restrictivas que han tocado de lleno a la restauración y al sector servicios en general», manifiesta. El paro, añade, ha crecido respecto a 2019, «un 20% más en el caso de las mujeres y, en el de los jóvenes, permanece igual».
Un tema que describe como «preocupante» es el «escaso nivel formativo de muchas personas en edad de trabajar» y el asunto se complica con «aquellas que vienen de fuera y, además, no dominan el idioma». Prats subraya que, todos estos asuntos se tratan en el recién presentado plan estratégico de desarrollo socioeconómico.
Otro dato relevante es el paro registrado en mayores de 45, que se cifran en el portal de ocupación –en mayo de 2021– en 4.264 personas (49,54%). El Covid ha sido un agravante, en muchos casos, que ha propiciado despidos. Es el caso de J.F. (50), quien a raíz de venir la pandemia perdió su empleo, junto a otros compañeros. Desde diciembre de 2020, ha alternado su vuelta a los estudios con trabajos temporales. Con perfil logístico, J.F. expresa que «hay que seguir adelante, no queda otra; he visto a mucha gente resignada, al final lo que más valoras es el trato humano y las condiciones». Ahora mismo, ha empezado en un trabajo nuevo. «Lo que más te piden, a estas alturas, es flexibilidad y los que tenemos familia, tenemos que organizarnos muy bien para conciliar», concluye.