La Guàrdia Urbana de Reus suma agentes pero aún no llega a las ratios recomendadas

El gobierno prevé alcanzarlas en los primeros tres años de mandato. Los sindicatos piden celeridad. Patrullas a pie, la eterna reclamación de algunos barrios

12 septiembre 2023 20:01 | Actualizado a 13 septiembre 2023 07:00
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La reciente incorporación de nueve agentes a la Guàrdia Urbana de Reus deja los efectivos del cuerpo en 160, según el Ayuntamiento, a fecha de este 6 de septiembre. El dato es el más alto de los últimos tiempos: con estadísticas del Departament d’Interior, son ocho policías locales más que en el balance de 2022, aunque los mismos que en 2010.

El gobierno tiene actualmente abierta la convocatoria para sumar otros 10. Los 160 que ahora patrullan permiten que la ciudad se acerque algo más a las ratios recomendadas, todavía sin alcanzarlas. Fuentes municipales consultadas apuntan la intención de lograrlo «en los tres primeros años de mandato».

La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) señala conveniente un mínimo de un agente por cada 667 vecinos. En Reus, tomando una población de 111.130 habitantes –el más actualizado recuento del Observatori de Dades del Ayuntamiento, que puede bailar en 3.327 pendientes de revisión–, hay uno por cada 694,5 personas empadronadas; y si la población se ajustase a 107.803, la ratio se quedaría en 673,7. Es el listón de la FEMP el que el gobierno persigue. La Unión Europea es aún más exigente y habla de 1,8 agentes por 1.000 habitantes.

«No se llega a todo», expresan fuentes de CSIF, el sindicato que en febrero denunció públicamente falta de efectivos para abordar el dispositivo de Carnaval, sobre la situación y los recursos de la Guàrdia Urbana.

«Estamos muy lejos de las ratios», añaden, y precisan que «la plantilla se encuentra estresada física y psicológicamente porque hace horas extras cuando es un trabajo que ya de por sí genera ese estrés». «Si no se cubren unos mínimos, se nota en la seguridad ciudadana», apuntan, y señalan la necesidad de crecer por decenas.

A principios de 2023, Urbana y consistorio cerraron un acuerdo con vistas a ceñirse a las ratios en un margen máximo de cuatro años pero «las 10 plazas que se han convocado este año no supondrán 10 agentes añadidos, sino que siete son para reponer jubilaciones y los que se ganan son tres».

Además, desde CSIF especifican que «el Ayuntamiento de Reus depende mucho de la Urbana, por ejemplo, en organización de eventos y en lo que se desarrolla en la ciudad». Y piden «compromiso» para revertir las circunstancias a corto plazo.

En una línea similar, fuentes de CCOO llaman a «llegar pronto a la ratio que corresponde a una ciudad de las características de Reus» y recuerdan que la capital del Baix Camp «tiene una vertiente importante de ocio nocturno que no existe en otros municipios y que genera un volumen de trabajo a tener en cuenta». Piden celeridad en el incremento.

En 2022, último año completo, Reus tenía 1,42 policías locales por millar de habitantes. La ratio en Catalunya era superior de 1,48. Las nueve nuevas llegadas son tres mujeres y seis hombres –se busca un 30% para ellas con el fin de lograr un equilibrio–; uno de los agentes es de la convocatoria de 2021 y el resto, de la de 2022.

Entre las quejas y la satisfacción

El déficit de agentes viene de lejos y salta cada cierto tiempo al foco mediático. Pero, ¿lo perciben los vecinos en el día a día?. La sensación generalizada es que no vendrían mal más efectivos, si bien hay zonas donde estas carencias se hacen más patentes y otras en las que las sensaciones son positivas.

«Yo no sé si faltan policías o no, pero sí sé que tiene que haber más presencia en las calles», valora el presidente de la Associació de Veïns I de Maig, Eduardo Navas, preguntado al respecto. Y es que «en Mas Pellicer, la comisaría fija de proximidad no funciona. Viene la furgoneta de la comisaría móvil, aparca, está en el sitio alrededor de media hora y se marcha».

Navas incide en que «la gente quiere presencia policial, patrullas a pie, porque eso es lo que disuade de buena parte del incivismo. Sin ello se envía el mensaje de ‘hagamos lo que sea que aquí no pasa nada’».

Al frente de la Associació de Veïns de Xalets Quintana, Joan Maria Borràs, destaca que «la Urbana tiene muchas tareas que desarrollar y seguramente no puede atenderlas todas. ¿Si los agentes son suficientes o no? Creo que deberían ser más». «Antes se les veía más», indica Borràs, que dice que «querríamos que se notasen más en la vía pública, andando o en coche».

En cambio, en la zona de influencia de la Associació de Veïns Mas Magrané, presidida por Cori Parra, «sí van pasando cada dos por tres. La comisaría está una vez a la semana. Y patrullan agentes, también de paisano o en vehículos, a diferentes horas y también a última hora de la tarde o por la noche».

Y el presidente de la Associació de Veïns El Roserar de Mas Iglesias, Francesc Jornet, opina que «un aumento de efectivos sería bueno. Todavía hacen falta». Y hace referencia al abordaje del «problema del incivismo» pero también a «algunos robos e intentos que ha habido en edificios y en pisos». «Las patrullas de la Guàrdia Urbana siempre son disuasorias», subraya, y dice que «es necesario que haya más control y presencia, sobre todo en los barrios».

La percepción es muy buena en la Urbanització Sant Joan. El presidente de la asociación de vecinos de esta parte, Jordi Solans, comenta que «estamos satisfechos. Tenemos contacto directo ante cualquier duda y patrullas. Y hace mucho que no pasa nada aquí».

Por su parte, la lideresa de la Associació de Veïns del Barri Immaculada, Esperanza Torrijos, recuerda que, aunque lleguen nuevos agentes, «igualmente los hay que se van jubilando» y opina que «aún faltan policías». «Es verdad que cuando damos aviso, vienen. Pero, también para ellos, sería mejor que hubiese más», concluye.

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