En las últimas semanas, los controles policiales en muchos puntos de Reus se han visto reforzados. Son rutinarios, de carácter preventivo, pero se realizan especialmente en zonas como Mas Pellicer. «Hace al menos dos semanas que están a diario en los accesos del barrio», detalla el presidente de la Associació de Veïns Primer de Maig, Eduardo Navas. Por la noche, «también patrullan», algo que celebra tras largos reclamos para que la policía estuviera más presente en el barrio.
Fuentes municipales señalan que los de Mas Pellicer son controles rutinarios de la Guàrdia Urbana de Reus, conjuntamente con los Mossos d’Esquadra, que se van realizando en distintos puntos de la ciudad. El objetivo es «garantizar la seguridad viaria», así como «combatir la movilidad de la delincuencia». Se llevan a cabo periódicamente y tienen carácter «preventivo».
Si en la zona de Mas Pellicer se celebran especialmente este tipo de controles es por las quejas reiteradas de «abandono» del vecindario de esta zona de la ciudad, y la necesidad de mayor presencia policial ante el incivismo la sensación de «inseguridad». Incluso muchos repartidores hace años que se niegan a entrar en la zona por miedo a los robos, tanto en pizzerías y supermercados, como al repartidor de las bombonas de butano, que deja las bombonas en el local social.
De hecho, las primeras cámaras de videovigilancia de Reus se instalaron a finales de 2017 en esta zona, concretamente, en Mas Abelló, y desde la AV Primer de Maig reclaman más dispositivos en otros puntos.
En paralelo, en los últimos años también se ha trabajado una mayor proximidad con la Guàrdia Urbana, con la comisaría externa de proximidad ubicada en la calle del Mas Pellicer, 33, operativa los lunes; y la comisaría móvil de proximidad, en marcha desde hace más de dos años.
Más controles en urbanizaciones
En paralelo, la presencia policial también se ha intensificado en verano, en las urbanizaciones de Reus. El objetivo es prevenir robos en viviendas. Entre el 1 de junio y el 20 de agosto, Guàrdia Urbana realizó un total de 111 controles y patrullajes en ocho urbanizaciones, y la policía registró intervenciones a 15 vehículos y 16 personas.
Son dispositivos que lleva a cabo la unidad de proximidad, complementando el resto de tareas de proximidad. La finalidad es la prevención, intentando interceptar sorpresivamente a personas que tengan la intención de robar o llevar a cabo tareas de vigilancia en las inmediaciones de las viviendas.